Capítulo 6: Ilusiones

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Ima y Ryu acabaron en un Starbucks.

Plantearon varias opciones cada uno, pero la mayoría quedaban muy lejos de las oficinas, así que optaron por la opción más cercana y sencilla.

El Starbucks estaba a un par de calles. Tenía dos plantas y toda la fachada era una cristalera donde se podía ver el interior del establecimiento. La luz de las lámparas del techo proyectaban una luz anaranjada y cálida, acompañada de un aroma terroso y dulce. El establecimiento estaba lleno y el susurro de conversaciones atestaban el lugar. Por suerte aún había sitios disponibles.

—¿Qué tal te va? ¿Tienes algún proyecto pendiente? —preguntó Ima mientras esperaban en la cola.

Ryu, además de trabajar en la agencia, hacía varios trabajos como freelance y tenía varios clientes recurrentes. Si Ima no se acordaba mal, uno de sus últimos proyectos fue hacer un anuncio para una ropa de marca emergente.

—No, de momento lo tengo un todo parado, excepto la agencia —dijo Ryu.

—¿Y eso?

—Quiero descansar un poco, llevo varios meses trabajando en varios proyectos a la vez y no he tenido tiempo para mí mismo.

Ima entendía aquella situación a la perfección, aunque con matices. Desde luego su trabajo en el restaurante no requería tanto esfuerzo mental como los proyectos en los que Ryu trabajaba, pero sí requería un pelín más de esfuerzo físico, además de que le arrebataban horas que más adelante estaba segura de que echaría en falta.  No obstante, Ima se sorprendió de la capacidad de Ryu para mantener el buen humor a pesar de todo el estrés y ansiedad que suponía trabajar en varios proyectos a la vez. 

—¿Entonces, se vienen unas vacaciones? —preguntó Ima.

—Puede ser, pero no he mirado nada todavía —dijo Ryu —. Aunque siempre he querido recorrerme Japón en furgoneta. Quizá sea el momento.

—¿En serio? —dijo Ima sorprendida, incluso ilusionada.

—Sí, tengo algo de dinero ahorrado, pero tengo que preparar toda la ruta, además de alquilar la furgoneta, claro. 

—¿Y tienes algún destino en particular que quieras visitar?

—Pues fíjate, sé que está cerca, pero no he ido todavía al monte Fuji y me haría mucha ilusión verlo.

Ima escuchaba sin apartar la mirada de Ryu. Su pasión se reflejaba en sus ojos y era hipnótica, absorbente. Ima adoraba a esa clase de personas incapaces de desprenderse de su entusiasmo. Gente que contagiaba de energía positiva a todo lo que le rodeaba. Sintió algo parecido cuando conoció a Makoto y se sorprendió a sí misma sintiendo esa calidez familiar por Ryu. 

—¿Qué deseáis? —preguntó amablemente la dependienta del Starbucks. Vestía con un polo negro con el logo de Starbucks en el pecho, un delantal verde y una gorra con la marca —. ¿Junto o separado?

Antes de que Ima pudiera decir nada, Ryu se le adelantó.

—Todo junto, gracias —dijo Ryu —. Esta vez invito yo.

Ima trató de discutir sobre la decisión de Ryu, pero sabía que era una tontería.

—Yo quiero un Refresha Strawberry Açai —señaló Ryu.

—¿Grande, pequeño o mediano? 

—Mediano.

—¿Nombre?

—Ryu Nishimiya—dijo Ryu —¿Tú que vas a querer?

—¿Yo? Mmh, me apetece un moca blanco de vainilla con nata —dijo Ima después de pensárselo un par de veces.

Entre dos realidadesWhere stories live. Discover now