6. Confesiones

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Mientras tanto, al otro lado del salón se desarrollaba otra plática peculiar, en la que sin saber cómo, Max se encontraba sincerandose con Alonso respecto a su compañero de equipo.

-¿Desde hace cuánto?- cuestionó Alonso con una sonrisa en los labios al ver al ojiazul inquieto.

-¿Desde hace cuánto que?- respondió volviendo la mirada al mayor que estaba a su lado.

-¿Desde cuándo eres víctima del efecto Pérez?- volvió a formular la pregunta sin querer darle mucho rodeo. Pues a pesar de no mantener una amistad tan cercana con el joven piloto, podría decir que lo conocía lo suficiente como para reconocer que el comportamiento que mantenía con respecto al mexicano no era normal por más que intentaba disimularlo. Y después de lo que había visto le quedaba más que claro que sus pensamientos no estaban tan errados como creía.

-No se de que efecto te refieras en específico...- sus mejillas se sonrojaron rápidamente y no era efecto del alcohol. Lo que lo hizo llevarse la bebida a sus labios dándole un largo trago, mientras seguía siendo observado por Alonso.

-De acuerdo, si no quieres hablar, está bien, pero déjame darte un consejo querido Maxi. Debes controlar tus impulsos, aún eres bastante joven y tienes toda una carrera por delante, y justo por eso es que no debes ir por ahí robándole besos a tu compañero, sabes que eso no es bien visto en nuestro trabajo. Agradece que fui yo quien los vio y no Horner o algún otro.

Parecía que el aire se le escapaba a Max al escuchar que su acción de adolescente enamorado había sido descubierta. Y con frustración echó la cabeza hacia el respaldo del sofá y se llevó ambas manos a su rostro mientras repetía entre dientes varios "carajos" palabra aprendida del mexicano.

-Tranquilo chaval- murmuró Alonso dándole varias palmaditas en la rodilla. -Tu secreto está a salvo conmigo

Llegó de varios minutos en silencio Max volvió a enderezarse pero la mirada que mantenía era como de un cachorro asustado.

-Desde la primera vez que lo ví - susurró Max perdiendo el miedo, pues se sentía en confianza y Alonso le demostraba que no lo iba a juzgar, además podría culpar al alcohol por soltar un poco la boca.
-Siempre buscaba la manera de entablar conversaciones con él y siempre fue bastante amable conmigo. No importaba que fuese mucho menor, me trataba con respeto. Al principio quise creer que era admiración lo que sentía, pero supe que estaba perdido cuando llegaban las vacaciones y no podía verlo en meses.

Detrás de la puerta Where stories live. Discover now