7. confesiones 2.0

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El rostro de Alonso lucía apacible y sereno mientras lo escuchaba, dándole a Max ese aire de confianza para explayarse a su antojo. Y así poco a poco se fue acomodando mejor en el sofá y en tanto por dentro rogaba que aquel par no se acercaran aún, pues eso cortaría la charla con Max y eso no podía perdérselo, pues tener  ese tipo de información podría usarlo en su beneficio más adelante. Tal vez eso sonaba carroñero en su mente, y hasta traicionero hacia Checo, pero tenía que anteponer sus prioridades si en algún momento se requería.

—Sacando cuentas, lo conociste desde los diecisiete, estabas bien chaval...han pasado casi nueve años...y hace dos que son compañeros de equipo— se cruzó de brazos como analizando la situación. En su mente no podía creer que alguien sintiera amor por tanto tiempo y menos alguien tan joven como Max. Pues ni el mismo en todos sus años había experimentado tal cosa.
—¿Le has hablado sobre tus sentimientos, o al menos insinuado?

Max negó con la cabeza un par de veces en respuesta.

— Nunca...me rechazaría sin dudarlo y estoy seguro que cambiaría su trato hacía mí y eso no puedo permitirlo...—Le pareció un poco irónico su última frase, pues justo una hora antes había perdido la cordura y posiblemente la amistad con Checo.— aunque como sea, hoy lo arruiné y al parecer él no quiere dirigirme la mirada.

Murmuró un poco decepcionado. No  sabía cómo serian los días posteriores, quizá sería privado de los saludos tan cálidos o los momentos que compartían risas y hasta travesuras. Sergio no tenía idea alguna que esos pequeños detalles que tenía con  Max eran lo que lo mantenían siempre sonriente y con lo que se conformaba.

Alonso se rió internamente, ¿Quien diría que estaba conociendo el lado vulnerable de Max. En ese momento varias ideas se le vinieron a la mente y en todas ellas él saldría beneficiado. Por el momento intentaría darle a Max una pizca de esperanza.

—Mira, estoy bastante seguro que la reacción de Sergio fue porque se desconcertó. Si quieres mi consejo, ábrete y dile lo que sientes, y que tal en una de esas sales victorioso.

Al terminar de hablar le guiñó y acto seguido le dió un gran trago a su bebida.
Max casi quedó boca abierta ante tal sugerencia, tal vez Alonso sabía más de lo que aparentaba, esa idea pronto fue desplazada al recordar que había un gran inconveniente para él.

—Por un carajo, Fernando ¿Te has vuelto loco? De ninguna manera puedo decirle...¿te olvidas de un pequeñito detalle? ¡Está casado! Y con un hijo...

Esas expresiones hicieron reir a Fernando, y con calma le dió palmaditas en el hombro para calmarlo un poco.

—Querido Max, hay una historia detrás de eso que te sorprendería,  pero eso será en otra ocasión, digo si te interesa escucharla...

Terminó al señalar al par que se acercaba a ellos con grandes sonrisas sin imaginar la charla que se había originado en sus ausencias

Detrás de la puerta Where stories live. Discover now