13. Celos.

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—Deberías ir a lavarte el rostro mientras yo abro la puerta.— Murmuró Checo al tiempo que hacia levantar a Max de sus piernas. Este último iba  contradecirlo, pero sabía que tenía razón, su aspecto sonrojado iban a delatarlo.
—De acuerdo, pero tú debes hacer también algo con eso— respondió dándole un apretón a su entrepierna antes de darle la espalda.
Checo gritó un “chingada madre Max” al doblarse por el dolor que le causó el apretón. Ya se las cobraría cuando tuviera una oportunidad.

Carlos quien ya se había cansado de esperar en la puerta, decidió usar la llave que se había llevado, al abrir, se sorprendió ante la imagen que tuvo de Sergio doblado en el sofá. Él y el resto de la compañía que traía consigo corrieron con preocupación hasta el pobre  que gruñía de dolor.
—¿Qué te pasa, Checo?— preguntó Lance  al colocarse en cuclillas frente a él. Esa voz hizo que Sergio levantara la cabeza, encontrándose  con sus ojos cafés que lo miraban con mucha ternura y preocupación al mismo tiempo. Al ver su rostro sonrojado, Lance por instinto llevó su mano a sus mejillas y frente para verificar si ese color en su piel era por fiebre o algo parecido.
En respuesta Pérez negó e intento explicar su penosa situación.
—Estoy bien…cuando iba a abrir la puerta, me tropecé con el sofá provocando que mis partes sensibles se golpearan.—
—Debes tener más cuidado— contestó por detrás Carlos dándole una palmadita en la espalda.  —Por cierto, ¿Dónde está Max?—Todos más relajados se esparcieron ocupando los sillones vacíos, con excepción de Lance que seguía en la misma posición con Sergio.
—Está en el baño, supongo que no tarda en salir.
Fue la rápida respuesta que recibió Carlos.
Mientras tanto en el baño, Max , después de lavarse la cara con abundante agua fría, estaba perdido viendo su reflejo en el espejo. Algo dentro de él estaba inquieto, se preguntaba que más  podría haber pasado sino hubiesen sido interrumpidos. Pues en las caricias que recibió pudo percibir deseo puro. ¿A caso tendría alguna oportunidad si le sincerara sus sentimientos? Tendría que pensar bien sus siguientes pasos, ya que no daría marcha atrás después de este primer encuentro. Con esa resolución en mente, secó su cara y salió al encuentro de sus compañeros.
Con la imagen que se encontró al salir fue a Lance acariciándole las mejillas a su querido Checo, eso le borró la sonrisa que traía en el rostro. Quiso disimular su molestia desviando la mirada, y para su sorpresa se encontró que  Alonso también los veía  fijamente, con evidente disgusto.

—¿Qué hay, chicos?— saludó Max al aire haciendo notar su presencia ya que todos parecían estar en su mundo.  Eso pareció romper la burbuja de Lance, quien se levantó al escucharlo, pero no se movió del lado de Sergio.

Tu compañero casi se muere y no estabas para auxiliarlo— contestó Charles con una sonrisa de burla al señalar al mexicano.
—¿En serio?— respondió Max con preocupación fingida, pues él era quien lo puso en ese lamentable estado.
—Lo bueno es que ahora ya se encuentra mejor. Prometo auxiliarte para la próxima.

—Bueno, bueno, luego del incidente de nuestro querido Checo, vamos organizando nuestros tiempos de juego, pues la noche será larga al igual que la tormenta que no nos dejara volar.— se paró Carlos en medio de la pequeña sala para llamar la atención de los otros cinco, él había tomado el mando para elegir las parejas ya que no veía mucho entusiasmo que digamos en los demás.

Detrás de la puerta Where stories live. Discover now