Capitulo 5

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Jennie POV:

Es nuevo para mí tener la necesidad de querer ver a alguien en todo momento.

O sea, ni siquiera la conozco, es fastidioso no poder controlar eso.

Aunque he decidido ignorar las señales en mi cabeza y no darle más importancia a toda la situación en general. Digo, es normal pesar en una extraña, todos los días y a todas horas, ¿no? —Se ríe nerviosamente. — Así que, no importa.

Además, sé algunas cosas de ella, no como que fuera una completa extraña, sé que es de Tailandia, tiene veintidós años, vive con Jisoo "lo que alimenta más mi teoría de que mantienen una relación, aunque creo que son extrañas, he visto a Jisoo coquetearle a Rosé", sé que tiene mucho dinero, la he visto llegar en dos diferentes autos nada baratos y no sé nada de sus padres, o su vida pasada, sí, es una extraña.

Pero, es que su costumbre de no poder dejar quieta las manos mientras habla, o cuando está pensativa y comienza a dar pequeñas mordidas a sus labios, su manera tan relajada de sentarse, su sexy voz profunda, su mirada intensa, su rico olor, me hacen querer estar pegada a ella todo el tiempo, en conclusión, está en mi cabeza otra vez. No puedo seguir así.

Incluso he llegado a pensar que me dio agua de panti o algo así, nunca me había pasado. Me hizo un amarre, eso es.

—¡Jennie! — El grito de Rosé me espanto. La miré mal una vez se me paso el susto.

—Rosé, estoy a tu lado, no hay necesidad de gritar, ruidosa.

—La hay cuando no me prestas atención burra. —Dijo empujado mi hombro sin mucha fuerza. La volví a mirar más.

—Basta, estaba distraía. —Me justifique sin querer darle más detalle, realmente no he hablado con ella sobre lo que paso en el baño del restaurante, necesito sacarlo.

—Ok, dime, ¿qué te aflige, querida amiga? —Pregunto mientras acomodaba mi cabeza en su estómago.

Estábamos en su departamento, hoy fue un día estresante en la universidad y una vez que salimos de allí nos dirigimos directamente al departamento de Rosé para relajarnos. Hoy iríamos al club y será una noche agitada.

Honestamente, es un lindo lugar. Tres habitaciones con baños y closets, una gran cocina, sala de estar y una piscina en la azotea. Rosé se había mudado hace un tiempo más cerca de universidad donde estudiábamos. Es una buena zona, claro que lo es, no es como que, si no pudiera permitírselo, la familia de Rosé era asquerosamente rica.

Ahora mismo nos encontrábamos acostada en su cómoda cama, ella estaba entre recostada en las almohadas boca arriba mientras yo tenía mi cabeza en su estómago.

—Es Lisa. —Dije sintiendo como Rosé comenzaba a acariciar mi cabello.

—¿Qué pasa con Lisa, Wifey? —Pregunto dulcemente, tome un momento para pensar como expresar mis pensamientos y sentimientos con las palabras correctas.

—Ella me da miedo. —Ella no dijo nada, así que lo tome como una señal para seguir. —Bueno, no ella, sino lo que ella me hace sentir. No te confundas, no estoy enamorada ni cerca de eso, es solo que, Dios, es tan difícil de expresarme. —Dije con un tono de desesperación cubriendo mi rostro con mis manos.

—Tranquila Jenn, sabes que puedes tomarte tu tiempo. No te juzgaré y si decides callarte ahora lo entenderé. —Dijo tratando de darme paz, así que tome un tiempo para pensarlo.

Rosé no me iba a juzgar, nunca lo ha hecho, siempre está para mí, apoyándome, ha sido mi confidente desde siempre. Nunca se reiría de mí, bueno, no estoy tan segura de eso último.

PILLOWTALK| Jenlisa G¡PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora