CAPITULO 11

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Pov Lisa

Ella es tan hermosa.

No puedo sacarla de mi cabeza, creo que está viviendo ahí y de a gratis.

Ella es perfecta.

Realmente estoy dispuesta a intentarlo, y no pienso fracasar.

Ella es el amor de mi vida.

La conozco hace casi dos semanas, y ya la considero el amor de mi vida, así de mal me tiene.

Es lo que digo.

Nuestra cita fue perfecta, a pesar de nuestro pequeño incidente que honestamente lo hizo más perfecto, aunque no terminamos follando, fue perfecto, igual que ella.

¿Ya mencioné que es perfecta?

Es que lo es.

Su sonrisa, su pelo, sus ojos, sus labios, su nariz, su cuerpo.

Estoy maravillosamente fascinada por Jennie. Me tiene en las nubes.

Me estoy enamorando de ella, esa es la razón por la que siento mi corazón empujando furiosamente encuentra de mi caja torácica cuando la veo bajar de su auto.

¿Ella quiere matarme? Llevo mi mano a mi corazón y le sonrió de vuelta cuando ella lo hace. Veo sus ojos brillar y mi sonrisa se extiende aún más.

Me acerco a ella cuando va a mitad de camino y la tomo entre mis brazos. Ella se aprieta contra mí y rodea mi cuello con sus brazos.

Hola, hermosa. Dije besando su frente, me alejé suavemente de ella y para verla con los ojos cerrados y mostrando su hermosa sonrisa. 

—Hola, Lisa. —Dijo abriendo sus ojitos y sonreí involuntariamente al verlos. Coloque mis manos en sus mejillas.

—¿Lista para irnos, cariño? — Le pregunté.

Hoy tenemos nuestra tercera cita, estoy emocionada. La llevaré a una cabaña que alquilé en el bosque, es un hermoso lugar, ella cocinara algo, conversaremos y dormiremos abrazadas toda la noche o eso espero, no sé si ella esté dispuesta a dormir conmigo.

—Vamos, Lis. —La tomé de la mano y enrollé nuestros dedos llevándola hasta mi Jeep.

Le abrí la puerta y le coloqué el cinturón una vez se sentó. La miré a los ojos y acerqué mi rostro al de ella colocando mi palma en su muslo derecho

—Aún no me das mi beso, princesa. —Le reclamé, ella me miró directo a los ojos para subir su mano hasta mi nuca y pegar sus labios con los míos.

Fue un beso dulce y apasionado al mismo tiempo. Sus labios se encontraron con los míos con una delicadeza que me hizo temblar por dentro, pero también con una intensidad que me dejó sin aliento. Sentí como si el tiempo se detuviera en ese momento, como si el universo entero estuviera concentrado en ese beso.

Nuestras bocas se movían en perfecta armonía, explorándose mutuamente con ternura y deseo. Sus labios eran suaves y cálidos, y el sabor de su aliento era como un elixir embriagador que me envolvía por completo.

Cuando finalmente nos separamos, nuestros labios quedaron húmedos y entreabiertos, ansiosos por más. Nos miramos a los ojos.

Con una sonrisa radiante, Jennie susurró suavemente: «Vamos, Lisa».

Suspire en sus labios y me acerque para darle una mordida en su labio inferior, arrebatándole un gemido casi inaudible.

Trote hacia el asiento de conductor y salí de la casa de Jennie.

PILLOWTALK| Jenlisa G¡PWhere stories live. Discover now