cinco

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Después de la clase, el grupo de amigos decidió ir a ver el nuevo mural del colegio.

Mientras caminaban hacia ahí, Blas aprovechó un momento en el que estaban un poco apartados del resto del grupo para acercarse a Sabrina y hablar en voz baja.

—Sabri, necesito preguntarte algo sobre Rocío — Susurró Blas, mirando a su amiga.

Sabrina frunció el ceño, notando la seriedad en la voz de Blas. Se detuvo un momento y se inclinó hacia él para escuchar mejor.

— ¿Qué pasa con Ro? — Preguntó Sabrina en un tono igualmente bajo, ya intentando pensar excusas al tener una idea de lo que pudiera llegar a decir.

Blas suspiró — En la fiesta del sábado, noté que en un momento se fue con vos y la vi mal después de eso. Se que Rochi es reservada y todo, pero conmigo siempre fue, no sé, vos entendés, tipo, de otra forma y ahora me empezó a tratar re indiferente y no tengo ni idea del porque —

Sabrina se mantuvo firme, decidida a no mandar a su amiga al frente pero segura que después de lo dulce que sonó el chico, iba a hablar con ella en privado.

— No, no pasó nada con Ro que tenga que ver con vos. Todo está bien entre ustedes dos. Si querés después le pregunto mejor para asegurarme — Respondió la rubia intentando desviar el tema pero tranquilizar y darle esperanzas al chico.

Blas frunció el ceño, confundido por la respuesta de Sabrina.

Sabía que algo no estaba del todo bien, pero decidió no seguir preguntando y desear que después de la charla entre amigas, todo se solucione.

— Está bien. Gracias, Sabri —Dijo Blas, aceptando la respuesta de Sabrina por el momento.

Ella asintió con una sonrisa tranquilizadora, agradecida de que Blas no insistiera. Decidió cambiar de tema rápidamente para desviar la atención de la conversación y también atrapar la atención del grupo

Blas asintió, dejando de lado sus preocupaciones por el momento mientras se unían al resto del grupo para admirar el mural juntos y hablar de idioteces.

Aunque todavía tenía preguntas sobre lo que realmente estaba sucediendo con la chica que le estaba robando los pensamientos, decidió confiar en la palabra de Sabrina y disfrutar del momento con sus amigos.

🎭

La noche llegó y cuando la castaña ya se estaba arreglando para irse a dormir, recibió una llamada de su amiga.

— No sabes — Dijo del otro lado del teléfono.

— Seguramente no. ¿Qué pasó? Me estaba por dormir, Sabri — Se quejó, alargando la última palabra.

— Si te quejas no te digo, encima que te llamo para contarte —

— Dale, nena. Hablá —

— Bueno, hoy cuando fuimos al mural ¿Viste que me quede hablando con Blas un momento? — Rocío hizo un leve sonido como si estuviera asintiendo — Me preguntó qué te estaba pasando, que se sentia re distante con vos y que ya no lo tratabas igual que siempre —

— Ay, Sabri ¿Que le dijiste? — El sentimiento de culpa ya estaba entrando.

— Nada, amiga. Que si es que te pasaba algo, no tenía nada que ver con él — Hizo una pausa — Esto te lo digo desde mi punto de vista, no sabes lo dulce que fue al hablar de vos, me dió una pena. Se que vos lo haces porque te sentiste lastimada, pero estas lastimando a Blas, Ro. Te juro que si le hablas y al menos lo tranquilizas va a estar mejor, no le digas lo que sentís pero decile algo para que el chico se deje de preocupar — Después de esa frase, se empezó a replantear todas sus acciones del día.

— Bueno, Sabri. Mañana hablo con él y veo, supongo — Deseo que no se note su indecisión — Me voy a dormir, nos vemos mañana — Saludo y de esa manera se despidió.

🎭

Estaba en su cama y lo único que hacía era moverse de lado a lado, no podía conciliar el sueño.

Lo que Sabrina le había dicho quedó en su cabeza.

“¿Había sido muy dura? ¿Él se sentía mal por su culpa? Si llegara a hablar con él ¿Él la perdonaría? ¿Hablaría como siempre lo hizo? ¿Actuaría como ella estaba actuando?” Miles de dudas y arrepentimientos llegaron a su mente.

Se sentía estúpida al estar tan afectada por una acción del chico, pero al mismo tiempo era el chico que le gustaba hace cinco años.

Ese chico que era tierno con todos, se llevaba con gente de otros cursos, siempre le hablaba a ella aunque ella solo le respondiera estupideces al estar muy nerviosa como para formar una frase, como el chico solo se reía cuando ella actuaba de esa forma, cuando a la mañana podría aparecer con sus rulos despeinados pero eso no lo hacía menos hermoso.

Millones de actitudes que tenía el chico llegaron a su mente y eso no la hacía sentir bien.

El hecho de saber que no era correspondido, que en vez de seguir pasando tiempo con ella y su grupo se fue a chapar con una chica, no la dejaba tranquila. Claramente no era su culpa, él no tenía intención de herirla.

Probablemente el chico pensaba que su nerviosismo era por estar hablando con alguien que no era Sabri, después de todo, era bastante introvertida y si no tenía confianza o directamente no los conocía, probablemente se pondría nerviosa.

Por eso mismo no le podía decir nada, acaso querían que ella vaya y "Che, Blas, no se si te diste cuenta pero estoy enamorada de vos desde primero, nada, eso" o "Blas, la verdad es que te hable más cortante porque me dolió que te chaparas una chica enfrente mío aunque no tiene sentido porque literalmente no somos nada y no se ni si me consideras tu amiga" Ninguna de las dos era posible porque ella era incapaz de formular una oración pero bueno, si ella tuviera esa habilidad para hablar con él, como una persona normal no como una tarada, igualmente no lo haría porque quedaría como la ridícula que es.

Quería creer que él la quería, aunque sabía que no de la misma manera que ella.

daylight : blas polidoriWhere stories live. Discover now