daylight : blas polidori

once

— ¿Por qué tardaron tanto che? Espero que se haga rápido el bizcochuelo — Se quejó Tomi, diciendo que se estaba muriendo de hambre.

— No sé, por ahí alguien me tiró harina y eso hizo que tardemos más — Blas dijo como si estuviera tirando una indirecta pero en realidad no lo era porque ya sabían la persona.

— Por ahi alguien tenía algo en la cara de verdad, pero yo tenía las manos plenas de harina entonces lo ensucie más — Lo miró a los ojos jodiendo entre ellos — Aparte, nunca me atrevería a tirarle harina en esos rulos… no como otros — Fingió estar indignada con el hecho de tener harina en el pelo.

— Si, háganse los boludos ustedes. Bien pegaditos estaban cuando fui a la cocina — Matu los miraba con una sonrisa pícara mientras cebaba el mate.

Todos empezaron a empujarlos y gritar.

— No cuentan lo más importante, que hijos de puta —

— Yo sabía, no podían estar tardando tanto —

Esa clase de comentarios dijeron gritando y haciendo que el dúo haga algo que se volvió habitual, sonrojarse.

— Bue, bue, basta — Dijo Rocío intentando calmarlos.

— Bien que Nicolas y Sabrina la tienen escondida pero no se hagan los boludos que yo escucho como empiezan a usar palabras típicas del otro — El grupo volvió a repetir la acción anterior.

— Que manera de mandarme al frente forro — Nicolás terminó.

— Tenía que cambiar el foco de atención, hermano. Disculpame — Dijo con una sonrisa burlona.

— Ya vas a ver, ya vas a ver —

Empezaron a jugar al truco. Eran varios así que iban a jugar de a cuatro y el resto veía, las dos chicas aprovecharon esta situación para decir que iban a ver que onda el bizcochuelo y aclarar un par de cosas.

La castaña se sentó en la isla como había hecho hace unos minutos pero con otra persona y se apresuró a hablar.

— Me decis ya lo de Nicolas, bien guardado te lo tenias — La miro pilla — Tanto me preguntabas por Blas pero te hacías la boluda —

— Nada, amiga. En la fiesta en un momento se me acercó cuando estábamos bailando y ahí estuvimos un rato, pero no pasó nada esa noche obvio, bue, tampoco pasó algo igual… tipo en ningún momento, aunque en el colegio estos días a veces tirabamos comentarios medios chamuyeros y hablamos por chat, no más que eso — Dijo emocionada e ilusionada.

— Ay, que linda carita que pusiste, amiga. Te gusta entonces — Sonrió.

— No, no sé. Vos sabes que me parecía lindo pero gustarme.. me parece mucho, todavía no nos hablamos tanto como para saber creo —

— Tranqui igual, vos llevalo a tu tiempo — Le agarró la mano a su amiga.

— Si, no me presiona ni nada, tranqui — Se quedó pensando unos segundos — Ahora vos no te hagas la boluda y contame que onda Blas, hermana. Tardaron una banda, yo no creo que haya sido solo por la harina — Indagó.

— Casi nos damos un beso — Su amiga saltó — Dos veces — Un grito que rápidamente cayó salió de su amiga.

— ¿Por qué casi? ¿No querías? —

— Nos interrumpieron sus gritos —

— Tarados, yo les dije que no gritaran, les voy a romper la cabeza —

— Ya fue — Levantó los hombros.

Mientras hablaban esperaban los últimos minutos del bizcochuelo en el horno.

🎭

— Hablen — Joaco dijo algo fuera del truco.

— ¿Quiénes? — Facundo acotó.

— Nicolás y Blas ¿Quienes van a ser? ¿Vos? — Empujo al chico por la pregunta que hizo.

— Dale, no se hagan los boludos —

Los dos se miraron entre ellos, haciendo una batalla para saber quién hablaba primero,  el resto estaba expectante a la charla.

— Casi le doy un beso a Rochi, pero sus gritos nos pararon dos veces — Apenas pudieron entender de lo rápido que lo dijo.

— Yo lo dije, el ambiente estaba re raro y ustedes se movieron muy rápido — Matias lo miro mientras tiraba una carta.

— Eso, nada más — Blas se rascó la cabeza, no tenía problema con hablar con los chicos sobre estos temas pero por alguna razón no quería que siguieran preguntando.

— Que hable el otro acusado ahora — Ramiro se encargó de que Nicolas no se hiciera el pelotudo.

— Empezó en la fiesta y después seguimos por chat, pero ahí vamos — Pausó y todos lo miraron expectantes de algo más pero volvió a hablar.

— Pero no seas malo y contanos algo más, lo mío lo ven en el colegio pero lo tuyo es una sorpresa boludo — Fue el turno de Blas de presionar.

— Qué sé yo, nos tiramos comentarios medios chamuyeros pero vamos de a poco, no es que nos conocemos mucho así que no sé todavía qué onda — Antes de que el resto de los chicos puedan opinar, pudieron notar como el dúo salió de la casa con lo pedido.

— Llegó por quien lloraban — Sabri dejo el bizcochuelo en el medio y empezaron a agarrar.

— Esta buenisimo, chicos. Muchas gracias, la espera valió la pena — Sonrió Nicolás, el primero en pedir lo que estaban merendando.

Los chicos siguieron jugando y jodiendo hasta que Blas, quien parecía querer dormir una siesta, habló.

— Rama ¿Querés jugar por mi? Me duermo — Se dirigió al que solo se estaba dedicando a devorar la comida.

— Si, obvio — Agarró las cartas y siguió jugando sin drama.

Cada uno estaba en su mundo y Rocío y Blas eran uno.

— Vi que estabas cabeceando ¿Querés dormir? — Le susurró la chica.

— Me encantaría pero todo tirado en el suelo es medio incómodo — Le hizo puchero y pudo jurar que le dio la mirada más tierna existente.

— Te podes acostar en mis piernas.. si querés — Murmuró aún más bajo.

No lo dudó dos veces y recostó su cabeza en los muslos de la chica, quien se dedicó a apreciar los rulos de Blas mientras que los acariciaba.

El grupo estaba mirando toda la situación discretamente, sin querer volver a interrumpir como antes. Pero, como dije, estaban en su propio mundo.

Blas estaba disfrutando a más no poder los mimos que ella le ofrecía y Rocío no podía estar más feliz por poder estar en esa situación con el chico que le roba los pensamientos desde primer año.

Notó como poco a poco empezaba a respirar más despacio y calmado, se dio cuenta que se había quedado dormido, pero en ningún momento paró sus movimientos en el pelo y a veces en la nuca de este.