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La música vibraba en la casa de Matu, creando un ambiente bullicioso y lleno de energía. Blas se movía entre los invitados con una sonrisa contagiosa, disfrutando de la compañía de amigos y ansioso por compartir la noche con Rocío, a quien había invitado con la esperanza de fortalecer su conexión con el grupo.

Al ver a Rocío y Sabrina llegar, Blas se sintió emocionado. Se acercó a ellas con entusiasmo, saludando efusivamente. La rubia sonrió y se fue con el grupo, aprovechó la situación para hablar a solas

— Y vos, Rochi ¿Cómo te sentís? — La admiró un poco, notando la ropa pegada y corta, poco habitual en la chica. Una rafaga de confianza lo inundó y pasó su brazo por los hombros de esta.

Estaba ansioso por compartir la noche con ellas, una en específico, y ver cómo se integraba en el grupo.

Mientras Blas presentaba a Rocío a sus amigos, notó la expresión de nerviosismo en su rostro. Se esforzó por hacerla sentir cómoda, asegurándose de que se sintiera bienvenida entre ellos. Aunque notó cierta tensión en Rocío, esperaba que con el tiempo se relajara y disfrutara de la fiesta.

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Cuando fueron a la pista, pudo notar como poco a poco se iba soltando. La fiesta transcurrió con risas, bailes y conversaciones animadas. Blas se esforzó por pasar tiempo con Rocío, compartiendo momentos y tratando de conocerla mejor. Pudieron compartir varios roces y miradas. Se sintió feliz de verla sonreír y participar en la diversión de él y su grupo.

En un momento de distracción, el ruloso se separó de los chicos, una chica le venía haciendo ojitos toda la noche... quería ver que podía pasar, después de todo, es un adolescente y estaba en 5to año.

No pensó mucho en ello, confiando en que Rocío estaría bien entre el grupo y su amiga.

Sin embargo, cuando volvió, notó que ella y Sabrina se habían retirado discretamente. Sintiendo curiosidad y preocupación, Blas las buscó, preguntándose qué podría haber sucedido. Lo que encontró lo dejó sorprendido: Rocío visiblemente afectada y Sabrina brindándole consuelo.

Blas se sintió desconcertado por la situación. Se preguntó qué había pasado para que Rocío estuviera mal, no se quería quedar con mal sabor de boca al ver que se sentía angustiada en la fiesta que él propuso. Estaba intrigado por saber qué había sucedido.

A medida que la noche avanzaba, Blas trató de acercarse a Rocío varias veces, pero notó que ella estaba distante y fría a sus intentos. Se sintió confundido y preocupado por la brecha que parecía haberse formado entre ellos, pero no podía dejar de preguntarse qué había causado esa reacción en la castaña.

Mientras reflexionaba sobre la situación, Blas recordó el momento en que se había besado con la chica de los ojitos en un rincón de la fiesta, fue lo único fuera de lo normal que había hecho.

No había planeado que sucediera, pero había sido impulsado por el alcohol y la emoción del momento, es que era bellísima.

Se dio cuenta de que eso podría haber sido lo que había causado la reacción de Rocío, pero no estaba seguro de cómo abordar el tema con ella, no podía entender porque la haría sentir mal esta acción.

Millones de preguntas rondaron por su cabeza “¿Será lesbiana y quería darse con esa chica o simplemente habrá pasado algo en su casa y yo lo estoy intentando justificar?”

A medida que la fiesta llegaba a su fin, Blas se encontró pensando en Rocío y en cómo podría resolver las cosas entre ellos. Sabía que tenía que hablar con ella y averiguar qué estaba pasando. Tenía un pequeño sentimiento de culpa, su instinto le decía que fue por algo de él pero no encontraba la razón, para este punto solo supuso que estaba sobrepensando pequeñeces. La noche que había comenzado con tanto entusiasmo terminó dejándolo con una sensación de incertidumbre y preocupación.

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Blas se acercó al grupo de amigos, que estaban reunidos en un rincón de la casa de Matu, charlando animadamente y riendo entre ellos.

Decidió abordar el tema de Rocío de manera discreta, sin querer llamar demasiado la atención, sus amigos pensarían otra cosa sino.

— ¿Che, notaron algo raro en Rocío o Sabrina? — Preguntó Blas con curiosidad, tratando de sonar casual, mientras veía como el resto tomaba.

Joaco levantó una ceja con curiosidad mientras Facu dejaba de reírse por un momento para escuchar lo que tenía que decir Blas.

— No, ni ahí, ¿Por qué lo preguntas? — inquirió Joaco, mirando a Blas con interés, era el que más lo conocía de todos.

Blas se encogió de hombros, tratando de mantener la calma — No sé, solo me pareció que podrían estar un poco distantes, digo, en un momento de la fiesta se fueron ¿No lo notaron ustedes? — Miró a todos — Aparte de que Rochi se puso re distante en un momento, parecía ida.

Nico frunció el ceño, mientras Rama asintió — Bueno, puede ser que Rocío estuviera un poco más callada, pero no pensé mucho en eso, supuse que era porque no estaba en confianza, aparte después se fue soltando. Tampoco iba voy a indagar mucha en la personalidad de una chica que no conozco, quedo re stalker —

Tomi finalmente habló — Por ahí tuvo algún problema femenino o en su casa, pero no creo que sea algo grave, chicos. Deberíamos dejarla tranquila, ya se fueron a su casa. Nosotros disfrutemos de lo que queda. Nos la dimos en la pera, pero esto todavía no termina — Arengó.

Blas asintió, sintiéndose un poco más tranquilo al haber discutido el tema con sus amigos.

Decidió seguir adelante y disfrutar de la noche, confiando en que Rocío y Sabrina estarían bien en su casa y él se estaba preocupando al pedo.

daylight : blas polidoriOù les histoires vivent. Découvrez maintenant