veinte

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En el patio de la escuela, el grupo se encontraba rodeados de algunos de sus compañeros de curso, ansiosos y más relajados luego de rendir el tan esperado exámen de historia.

— ¿Y? ¿Cómo le fue a la máquina? — Ramiro interrogó.

Blas dijo con confianza — Creo que bastante bien. Pude recordar la mayoría de cosas pero en algunas le mande cualquiera — Decayó un poco al final.

— Bueno, pero mejor que antes, algo sirvió la clase — Acotó Matias.

— ¿Pensabas que no iban a funcionar? — Rocío fingió estar ofendida por la duda.

— No, nunca, nunca — El tono hizo que el grupo se ría.

— Yo hice bastante bien todo, la verdad me sentí re confiada — Sabri contó su experiencia.

— Que suertuda que sos — Nicolas empezó — estaba completamente perdido en la mitad del examen. Mira que estudie, pero no me acordé de nada —

Facundo estuvo de acuerdo — Eu, igual re. Algunas de esas preguntas eran complicadas, le re busco la vuelta —

En ese momento, se unió al grupo Joaquin, que había estado charlando con otros chicos de la clase — ¿Vieron que ya se decidió quién va a ser el profesor que nos acompañe? — No despegaba la mirada de la pantalla de su celular

El grupo se agrupó alrededor de él, curioso por ver. Blas tomó el teléfono y examinó el chat donde se encontraba el nombre — La suerte que tenemos, la puta madre, que pelado botón —

— Jodeme —

— Nah, dios mío ¿Pero a las madres que eligieron que se les pasó por la cabeza? —

— Él también, se nota que nos odia ¿Para que se postula? —

— Se postula para verle el orto a las chicas del curso amigo — Tomás dijo lo que todos pensaban.

— Olvídate, que asco tener que vestirme y ver como me mira el pajero ese. Ya tengo mucho todos los días de clase — Sabrina hacía muecas de asco.

— Te juro, que mala leche, amiga. Ya me imagino como me va a guiñar cuando me vea en la noche estudiantil — Sintió un escalofrío.

— Que pajero de mierda, que bronca — Blas parecía el más enojado de todos.

— No te me pongas celoso, Blasin. Estoy casi seguro de que nuestra Ro no te va a cambiar por un pelado de mediana edad, tranqui — Matias le sonrió en forma de burla.

— ¿Casi? — Rocio preguntó siguiéndole el juego.

Matias levantó una ceja con picardía — Y quién sabe, tal vez haya una sorpresa especial durante alguna excursión —

— Ay, no seas asqueroso, nene — Habló disgustada. El comentario provocó risas y especulaciones entre el grupo. El timbre sonó, indicando el final del recreo.

Mientras el grupo se dirigía de regreso al aula, Blas sintió un nudo en el estómago, pero también una oleada de emoción que lo impulsaba a compartir una noticia especial con sus amigos.

— Eu, chicos — comenzó, atrayendo la atención del grupo mientras caminaban por los pasillos. — Quería contarles algo, no me boludeen pero voy a audicionar para un papel en una película —

El silencio cayó sobre el grupo mientras absorbían la noticia. Joaco fue el primero en romper el silencio — Increíble, Blas. Que tremendo, amigo, bien ahi. ¿De qué se trata la película? —

Blas sonrió, sintiéndose un poco más seguro al compartir su sueño con sus amigos — Se que es basada en hechos reales, pero no te dan más información hasta llegar a instancias avanzadas —

— Seguro la rompes, rulos —

— Te van a tener que ir contando de qué se trata entonces —

— Mandale con toda, estoy segura de que te va ir genial —

Comentarios alentándolo resonaban por el pasillo, ya vacío pero ya no les importaba llegar tarde — ¿Cuándo es la audición? —

— Mañana por la tarde tengo que mandar un video leyendo una especie de monólogo — Respondió Blas, sintiendo una mezcla de nerviosismo y anticipación.

Facundo lo sacudió — Sos muy talentoso amigo, estoy seguro de que los vas a dejar impresionados, no te hagas drama —

Al entrar al aula, el grupo se dispersó para ocupar sus asientos, pero el entusiasmo por la noticia de Blas aún llenaba el ambiente.

Mientras el profesor preparaba la lección del día, los amigos intercambiaban gestos de ánimo y palabras de aliento con el chico, quien agradecía cada muestra de apoyo con una sonrisa.

Durante la clase, Blas no podía evitar distraerse de vez en cuando, su mente vagaba entre los detalles de la audición y las palabras de aliento de sus amigos.

Al finalizar, el grupo se reunió en el patio de la escuela. El ruloso se apoyó contra una baranda mientras compartía los detalles de la audición con sus amigos, quienes escuchaban con atención y emoción.

— Estoy emocionado y nervioso al mismo tiempo — admitió Blas, jugueteando con las tiras de su mochila — La productora me dijo que era un buen papel y que yo tenía mucho parecido físico y de edad con lo que estaban buscando —

— Con más razón, te va a ir genial — Tomás pauso — Y aunque no actué bien, si necesitas ayuda, estoy. Más si son escenas románticas — dijo lo último con un tono coqueto y le guiñó el ojo.

El grupo se rió, compartiendo un momento antes de separarse para el resto del día.

Blas sentía la confianza renovada y se preparó para enfrentar la audición. Lo que no sabía era que si le iba bien en una cosa, lo más probable es que en otra todo lo contrario..

daylight : blas polidoriWhere stories live. Discover now