No soy una de esas

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El tiempo dice que cura las heridas. A pesar de todo Lucas tenía miedo de ser padre, había sido su deseo desde bien joven y sus apenas 23 años le sería de la persona que estaba enamorada. Aunque aquella distancia le dolía demasiado al Uruguayo sentía que la había cagado por completo meses atrás. Las ida y venidas con Naiara no habían sido nunca fáciles para ninguno.
- Me acuesto ya. - Naiara estaba enfadada había tenido un mal día. Lucas no alcanzaba entender esos cambios de humor tan repentinos y su manera a veces inmadura de actuar hacían, que Naiara saltará a la mínima y la defensiva.
Aquella tarde habían discutido por qué Lucas estaba demasiado negativo con irse a Miami solo sin ella. Después el de marcharse de casa volvía. Pero aquello les hacia mella en la relación y distanciaban aún más con los pasos de los días.

Era finales de agosto, la gira había llegado a su fin en Julio y Lucas vivía aquello como una nueva soltería.
Las ultimas semanas aquel apartamento a solas le habían hecho pensar demasiado, se estaba replanteando tantas cosas. La retirada de la música momentania de Naiara habían hecho que ambos también tuvieran que alejarse aún más.
El viajaría en las próximas semanas a Miami a su vuelta todo cambiará para ambos... La fecha de parto de Luna sería para 12 de octubre fecha señalada para Naiara, las fiestas del pilar. El volvería y estos meses lo tendría para pensar todo.
Lucas sentía que Naiara era el amor de su vida, pero le había sido desleal y aunque ella había olvidado todo perdonado por su embarazo aún sentía algo de dolor por aquello.
- Estará todo bien. - dice Naiara antes de cerrar la puerta del apartamento. Ella se iría a Zaragoza de nuevo.
- Sabes que vos la quiero.
- Lo se Luki. - Naiara besa los labios de Lucas despacio. Tal vez hayan forzado demasiado la relación pero está vez. El se irá y ella se quedará a solas.
- La verdad, no quiero irme sin ti. Después de todo...
El silencio se hace y eso hace que Naiara trague saliva. Aquella despedida se  alargue más de lo deseado para ambos. Sentía que dos personas casi desconocidas, que aquello de estar lejos les iba hacer más daño aunque iban a ser padres y eso les uniría para siempre a Lucas le daba que pensar.
Una sonrisa triste hace hueco en los labios de Lucas. Que con un sabor amargo agacha la cabeza, tal vez haya sido el momento de dejar atrás todo y pensar en los dos. Sus ojos claros miran la barriga de Naiara está de siete meses y medio. En dos meses nacerá su hija, el piensa que estará a su lado es lo que ambos han decidido. Pero tal vez destino le haga de las suyas.
- Puedo esperar unos días más. - dice Lucas sin apartar sus ojos de Naiara.
- No, está vez te toca cumplir tú sueño Lucas. Yo puedo esperar. - dice triste.
- Yo no podría soportar de nuevo perderte. Se que la he cagado pero te quiero aún.
-Es lo mejor para todos. - Naiara calla y está vez sabe que decir. - No se Lucas, hemos sido demasiado confiados y tú me has vuelto hacer daño. Yo te quiero, pero no merezco nada. Está niña te tendrá siempre. - sus manos se entrelazan. - Está niña va tener el mejor padre que podría haber elegido. Pero en tema de sentimientos entre nosotros es mejor que estos meses pensemos. Cuando nazca Luna, ya veremos qué hacemos.
Las palabras de Naiara retumba en la cabeza de Lucas y hace que el vuelva a recordar aquella noche aquella chica. Joder, maldice de nuevo. No debió hacerlo. Pero solo fue un momento debilidad. Había discutido con Naiara como otras tantas veces y habían dejado una vez más. Las hormonas de Naiara hacían mella o tal vez el no supo decir no. Miro de nuevo a la mujer más maravillosa del mundo. Y con esa sensación de despedida, la beso en los labios.
Ese beso le supo a demasiado a la morena que entre lágrimas salía de aquel apartamento y con miedo salía dirección a Madrid. Luis y María su mejores amigos le acompañarian a este viaje hasta Zaragoza, allí pasaría el mes entero hasta que naciera Luna.
Ese camino fue duro, el silencio en apartamento hizo que Lucas llorase en soledad. Mientras Naiara hacia lo mismo. Los ojos de la morena estaba hinchados. Era unas horas demasiado larga una vez aparcado el coche en piso de Naiara en Zaragoza. Su amiga Mary la mira casi en silencio, la abraza. - Sabes que no vas estar sola. - Le coge la mano y me seca las lágrimas. - Lucas te adora y tú a él es solo una mala racha. - intenta desviar los pensamientos de su amiga. Que entre sollozos vuelve a sentir una punzada en su barriga.
Naiara se seca las lágrimas y se mira la barriga. Nota una patada de su hija. María le acaricia la misma vez ambas se miran complices.
- Se que no estaba en tus planes Nai. Pero vas querer a esta pequeña más que nadie. Se que estas rota por Lucas. Pero es mejor que estéis este mes lejos. Se que será complicado y con los días le perdonarás todo.
Esa frase se le queda grabada en la memoria a la morena. Y suspira. - No se Mary. Tengo miedo, al parto a que el no llegue a tiempo. A que está pequeña se adelante. Amo mucho a Lucas. Para mí todo estos meses han sido duros. Decidí tenerla sola y así será, el tiene que cumplir su sueño sin ataduras. - como una bocanada Naiara  suelta todo lo que siente. - Sabes que es lo peor que esté embarazo me hizo ser la mujer más sensible del mundo. En otro momento lo hubiera liado la de dios, pero ni  fuerza tengo para ello. Estoy demasiado cansada, no sé si fue una decisión precipitada, el tiene que trabajar no puedo obligarle a que este a mí lado siempre y más si esto ninguno lo busco. El deseaba ser padre pero no conmigo.
Las palabras sensatas de Naiara hacen que Mary  vuelva mirar a su amiga negando de nuevo. Sabe todo lo que han pasado. Luis observa la escena, mientras saca las maletas del maletero . Las mira muy serias y con un tono de burla - Sabéis que sois dos ñoñas de cuidado. - Y una sonrisa hace reir de nuevo a Naiara.

Si no te vasWhere stories live. Discover now