³⁷ Decisión

483 78 34
                                    

"Porfa, no te vayas cuando salga el sol, cuando un error me haga pasar por imprudente"
~Morat.

Blair

Me subo a la caravana junto con los demás y no puedo evitar notar que Lidia está con nosotros. ¿Qué está haciendo? El grupo que viene con Zayn era mínimo por algo, el resto viene en un rato para alzanzarnos. No puedo evitar sentir cierta incomodidad al verla aquí. No entiendo cuál es el juego de Zayn y sinceramente, no me apetece estar en medio de un triángulo amoroso. Observo cómo Lidia y se ríen juntos, cómo parecen pasarla bien mientras suben y cómo él habla con ella de una manera distinta a como me habla a mí. Empiezo a sentir una punzada de celos y eso no me gusta en absoluto. Ni si quiera sé si son celos lo que siento, nunca antes lo he experimentado.

Pero tengo la garganta seca.

Una vez dentro, tomo asiento en uno de los lugares y termino de acomodar mi traje para luchar sobre mi cuerpo. Es la primera vez que lo uso y, realmente, dudo de que me pueda mover con esto. Es demasiado apretado y pesado como para poder combatir de una forma menos mhm... lenta. El hecho de vizualizar a mi padre tan débil y con esto encima me hace dar esperanzas de que lo que hice por él, al menos lo hice bien.

Suspiro.

Me senté alejada de todos, en los asientos de atrás para mentalizarme en el camino, para repasar cada maldita patada que me enseñó el rubio en su momento, no para hablar con nadie, pero cuando él llega y me ve ojeando a aquella pareja feliz con el ceño fruncido, termino abriendo la boca sin dudarlo.

—Parecen felices —escupo.

—Y eso te vuelve loca —Toma asiento a mi lado.

—No. Me pone feliz por él, pero...

—Pero te hubiera gustado que lo hiciera contigo.

Dolor.

—¿Qué hace ella aquí? Dijo que éramos solo nosotros —elijo cambiar de tema con rápidez.

—Ahora es como una plaga —me da la razón. Al menos él también piensa igual que yo—, pero yo no lo veo a Zayn enamorado de ella.

Miro hacia la parte delantera, él conduce y Lidia lo mira con los ojos brillosos.

—¿Qué? ¿No lo ves enamorado? —suelto por lo bajo.

—No. No siento esa tensión como la había contigo.

—Pues quizá es porque su relación no es secreta, Mushu —hablo siendo realista—; o quizá no solo follaban como nosotros y lo que sentías era solo tensión sexual.

Niega.

—Yo que tú le haría un ultimátum, te estás desgastando por él, guapa —menciona, sincero.

—Ya —trago grueso y me pongo a pensar en la castaña que está a su lado ahora. Se me complica no compararme con ella. Es muy atractiva. No me causa inseguridad, pero me gustaría que me den el valor y la atención que merezco. No ser una opción más. Lidia... Lidia... ¿Qué haré contigo?—. ¿Sabes algo?

—¿El qué?

—Su nombre me suena de algún lado —murmuro, pensativa—, pero no recuerdo de dónde.

De repente, Pipa se une a la conversación, interrumpiendo mi confesión.

—El ambiente que rodea al piloto es tedioso, eh. Una mala energía tremenda hay. O al menos conmigo. Debo prender un sahumerio. ¿Tienen un sahumerio?

—¿Por qué tendríamos un sahumerio? —inquiere Mushu, confundido y antes de que él otro le conteste, yo hablo:

—¿Tú también notas que Zayn te mira raro?

Besos en Guerra ©Where stories live. Discover now