Mastermind || T. S

05

Addison estaba rasgando la guitarra de forma aleatoria mientras se concretaba en analizar un punto fijo de la pared crema que estaba frente a ella. Había algo en la forma en que Jackson había colgado una foto de ellos dos abrazándose que la ponía nostálgica, probablemente porque cuando tomaron aquella fotografía tenían veinte años, o tal vez porque fue antes de que conociese a Sebastian.

Dejó la guitarra a un lado y comenzó a escribir lo primero que cruzó por su mente. Que, obviamente, estaba relacionado a su ex marido.

«baby boy, I think I've been a little too kind».

Ladeó la cabeza y terminó tachando el «baby boy», si por alguna razón eso terminaba en una canción, el mundo se le vendría encima. Pero había algo liberador en tomar la pluma y dejar que todos sus pensamientos fluyeran sin más.

Los recuerdos llegaron a ella como olas intensas. Aquellas discusiones fuertes donde terminaba llorando en los brazos de su mejor amiga porque Sebastian se había ido de la casa.

«Didn't notice you walking all over my peace of mind»

Y como todas esos recuerdos terminaron llenándola de furia. No quería vengarse, pero quería hacerle saber al mundo que no estaba destrozada, como todo el mundo decía por ahí.

«I think it's time to teach some lessons»

Y con eso en mente, decidió caminar a su habitación y tomar su teléfono. Se encontró así misma llamando a sus amigos, diciéndoles que quería salir esa misma noche. Estaba cansada de esconderse en un pequeño departamento en la zona más privada de Londres cuando ella no había hecho nada malo. ¿A qué le huía, exactamente?

Y luego, dos horas después, ya estaba entrando a un club privado junto a Jackson y Joseph, quienes ni habían dudado en ir con ella cuando los llamó.

—¡Addison! —la llamó Alex, tomándola en un fuerte abrazo. Ya iba un poco ebrio, podía decirlo por la forma en que hablaba tan animado—, finalmente te dejas ver. Toma esto, cariño, y bébelo hasta el fondo.

Addie sonrió mientras tomaba el shot que le habían entregado. Obedeció a su amigo y se bebió todo de un solo trago sin hacer ni una mueca.

—¿Puedo llevarte a bailar o vendrá cierta persona a empujarme? —bromeó. Addison se rió cínicamente al entender de que hablaba su amigo.

Cuando ella y Sebastian aún eran novios —probablemente a mediados del 2019–, Alex le invitó un trago y después bailaron de forma amistosa. Sebastian, incapaz de entender la situación, terminó empujado al cantante en medio de la pista.

—Soy soltera ahora, ¿ya lo olvidaste? —respondió mientras levantaba su mano izquierda. La ausencia de un anillo la hacía sonreír cínicamente.

—Si, tú hermano llamó para decirme que harías una fiesta. No sabía que ahora se celebraban los divorcios.

Addison se encogió de hombros sin dejar de sonreír. —Me gusta imponer, y lo sabes.

—Ven conmigo, voy a presentarte a algunas personas —dicho y hecho. Alex se pasó media hora presentándole a todos sus invitados y también susurrándole quién era soltero y quién podría ser un buen partido.

Addie no hizo nada más que sonreír y estrechar la mano mientras trataba de recordar los nombres. Le parecía divertido como Alex se esforzaba en conseguirle «alguien para el resto de la noche», cuando ella se moría de ganas de llamarle a Taylor e invitarla.

Entonces pensó en que eso era realmente una buena idea. Habían salido más de cinco veces —bueno, técnicamente habían pasado el rato en su departamento en más de cinco ocasiones—, pero hasta el momento no había estado en un lugar público. Incluso cuando fueron a comprar hamburguesas, Taylor había utilizado lentes de sol y una mascada mientras Addison se había escondido.