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𝐋𝐄𝐓 𝐌𝐄 𝐁𝐄 𝐘𝐎𝐔𝐑 𝐆𝐎𝐎𝐃 𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 capítulo 6
—¿Me estás diciendo que unos pájaros robaron todas nuestras cosas? —preguntó Sanji con ironía mientras agarraba a Luffy de la camiseta.
La situación era esta. Por algún motivo una bandada de pájaros había engañado a Luffy y nos habían robado toda la comida y las mochilas que llevaban mis compañeros. Por suerte mi petate lo tenía Ace y no había corrido peligro, pero el resto...
Unos minutos después, los pajarracos aparecieron para burlarse de nosotros. Claro está que el temperamento de Luffy no iba a aguantar aquello, así que salió corriendo detrás de ellos para poder recuperar las cosas.
—Shi shi no mi: nue.
Murmuré mientras hacía con mis manos la forma de las alas de un pájaro. Enfrente mía, apareció una mezcla de águila y búho, otro de mis shikigamis. Éste tenía las habilidades de ambos pájaros mezcladas con la capacidad de producir descargas eléctricas.
—Sigue a Luffy y ayúdalo si lo necesita, por favor.
Sin perder el tiempo, Nue desplegó sus alas y salió volando detrás de mi hermano. Me senté en la roca que tenía a mi lado y solté todo el aire que quedaba en mis pulmones.
—Sigo sin creerme que lleves toda la vida aguantándolo —soltó Usopp a mi lado—. ¿Cómo es que nunca intervienes cuando se pelea con alguno de nosotros?
—Es mejor que os desahogueis. Estas peleas existen en cualquier familia y son completamente normales —contesté apoyándome sobre mis rodillas—. Sólo intervengo si la pelea es muy grave.
—Yo mismo sufrí las consecuencias de que tuviese que intervenir en alguna y ojalá no tengais que vivirlo vosotros —comentó Ace formando una sonrisa en su cara—. En fin, lo siento por la ineptitud de Luffy. Llega un momento que te acostumbras a lo que hace.
Diez minutos más tarde, Luffy volvió a aparecer. Venía montado en un camello mientras corría a toda prisa y Nue lo seguía volando, parecía que escapaba de algo. Una especie de lagarto enorme lo perseguía mientras movía toda la arena a su alrededor.
—En serio, ¿por qué siempre se mete en líos? —preguntó Zoro llevando las manos a una de sus katanas—. ¿Qué pasó el día que nació?
—Yo estuve allí, fue un día oscuro y tenebroso —contesté riéndome, sin inmutarme a lo que estaba pasando.
—¿Qué cojones se supone que es eso? Ahora te ayudamos Luffy —dijo Sanji al lado de Zoro.
