𝟗. take me home

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𝐓𝐀𝐊𝐄 𝐌𝐄 𝐇𝐎𝐌𝐄capítulo 9

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𝐓𝐀𝐊𝐄 𝐌𝐄 𝐇𝐎𝐌𝐄
capítulo 9



—No entiendo como cada mañana pasa lo mismo —supiró Nami agachando su cabeza—. Parecen simios.

—Ah no, no lo parecen, lo son —repliqué poniendo los ojos en blanco.

Luffy y Usopp se habían acabado su ración para el desayuno y estaban pidíendole más a Sanji, que se había negado. Acto seguido, Luffy estiró su brazo para robarle comida de su plato a Zoro y ahora estaban los cuatro enzarzados en una pelea por la comida.

Un día normal y tranquilo para la tripulación de los sombreros de paja.

—Fijaos en Ace, está limpiando sus cubiertos y su plato —dijo Vivi dándonos un manotazo y señalando con su cabeza en dirección a Ace.

—¿De dónde sale? ¿Es siempre así? —preguntó Nami fascinada por su comportamiento—. Es que lo ves tan educado que no parece que haya una gran recompensa por él.

—¿En serio? —respondió Vivi ojiplática—. Cuando dices grande ¿a qué te refieres?

—A que con sólo mencionar su nombre los piratas huyen —respondí mientras clavaba mi vista en él—. Hiken no Ace —susurré lentamente pronunciando cada sílaba—. Algún día os contaré la historia de como le tiré del pelo a una chica por acercarse a él, fue muy gracioso.

Nami se levantó y apagó la hoguera que habíamos encendido. Mientras tanto, yo me acerqué a Luffy y Zoro que todavía seguían discutiendo entre ellos por la comida. Crují mis nudillos y le pegué un puñetazo en la cabeza a cada uno. Se llevaron una mano a la cabeza e hicieron un pequeño quejido de dolor en la zona dónde les había dado.

—Vamos —sacudí mis manos y los miré de reojo—. Esta vez fui suave, no podéis quejaros.

Insufrible —murmuró Zoro detrás de mí.

—¿Te doy otra? —pregunté mostrándole mi puño, haciendo que el vice capitán negase con la cabeza y se levantase a la velocidad de un rayo—. ¿Dónde está Luffy? ¿Ya lo volvimos a perder?

—Acaba de salir en esa dirección persiguiendo un trozo de carne que habla —dijo Usopp poniendo mala cara.

Cogimos nuestras cosas con la mayor velocidad posible y salimos en la dirección que había dicho Usopp, pero no había ni rastro de mi hermano.

Ace lideraba el paso caminando por encima de la concentración de rocas y yo convoqué al gyokuken, que le seguía el paso muy de cerca.

—Yo no estoy para correr a estas horas de la mañana —susurré apoyándome en mis rodillas y cogiendo el aire cuando vi que el lobo se había parado al lado de Ace.

—Lo mismo te digo —comentó Usopp apoyándose sobre mi espalda para descansar.

—Blandengues —dijo Zoro con media sonrisa—. Vaya Liz, un par de días sin entrenar y estás hecha una mierda. En cuanto volvamos al barco, entrenamiento doble.

DELICATE; portgas d. aceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora