Advertencia y Dedicatoria

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Dedicado a mi padre; no puedo asegurarle si lo hago con galante amor o conmovedora tristeza, tal vez sea un poco de ambas; aún así, se lo dedico aunque tengo la certidumbre de que no lo leerás jamás...

Esta obra también la quiero dedicar a Samantha Nahomi Strasser. Lo prometido es deuda y tengo que empezar a saldarlas si quiero vivir en paz el resto de mis días.

Por último lo dedico a todos aquellos profesionales de la Salud, que laboran todos los días sin descanso dando lo mejor de sí. Su esfuerzo será recompensado tarde o temprano. Pero en especial a aquellos que saben sentir el dolor del Paciente.

¡Gracias!

...

En este libro se presenta una historia de amor en un mundo fantástico, descrito ampliamente por una persona sin oficio. Este enigmático Narrador nos introduce en diferentes
momentos de vida de los protagonistas: Médicos que viven, aman, sufren, crecen y se transforman.

Hace tres meses atrás, no me atrevía a ser una persona tolerante, agraciada y pacífica. Pensaba que la muerte era una lotería que le tocaba al menos desafortunado, y por si no fuera poco, preso en mi ignorancia me jactaba de que ese horrible privilegio nunca me tocaría a mí.

Sí, he tratado poco a poco de librarme de esta atadura tan ruin y malévola como lo es la altivez, la altanería y el orgullo... ¡Pero yo nunca he sido así! Bueno, en mis inicios del curso premédico no lo era. Es por ello que escribo esto, para cuando vuelva uno de estos demonios a atormentarme, pueda recordar cuando de verdad estuve muy débil e indefenso, y necesité la ayuda de muchas personas que yo consideré que no tenían valor...

Es tan impropio empezar directamente todos estos extraños recuerdos inmersos en un aura tan onírica como escalofriante y desconocida: La Adolescencia. Si es verdad que a veces nosotros creyéndonos sabios en nuestra propia opinión hacemos las cosas sin tener en cuenta cuales serían las consecuencias; también es cierto que cada error que cometamos en nuestro caminar solo lo puede juzgar Dios; igualmente es cierto que nuestras madres tienen ciertos poderes de Clarividente; pero esto no viene al caso.

Teniendo en mi poder La Pluma y Vida (Como quise llamar en un
principio este Libro) me veo en la obligación y en la más inmensa responsabilidad de hacerle un Homenaje a la verdad mediante el Lirismo. Espero que el resultado sea del agrado de cada uno de ustedes que se tomaron la molestia de leerme.

Antes de empezar a narrar semejante ficción se me cae la cara de vergüenza al tratar de retratar todas estas
resumidas experiencias que aún no se si son verídicas o son fantasías mías, todos en la vida hemos tenido algún tropiezo, pero eso no es razón para yo querer engañarlos. Así que llenándome de algo de arrogancia quiero terminar este prólogo con la siguiente advertencia:

No voy a aclarar si lo que está plasmado en las siguientes páginas es cierto, es mentira, son recuerdos, son
decepciones inventadas o verídicas, si las muertes son una invención de nuestra mente tan descabellada o simplemente soy un joven que quiere entretenerlos un rato con mis
sugerentes fantasías. Eso queda en poder del lector. Tiene el permiso de pensar lo que quiera, menos de juzgarme, como muchos lo han hecho con el pasar de los años.

¡Ah! Se me olvidaba contarles algo...

Detrás de las cortinas de la añoranza, aquella Señorita melancólica que estoy a punto de plasmar, no es una persona en sí, tiene tal vez todas las cualidades de una persona que en mi opinión dan a entender el concepto de Ideal en toda la extensión de la palabra, así sería la chica que elegiría si me llegara a enamorar de verdad, bueno, si aún no lo estoy y esto que siento en el pecho sean puros caprichos de infante solitario.

Sé que estoy hablando estupideces e incoherencias; así que no me hagan caso.

Firmado:
Anthony Edwards

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