Récipes Médicos

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I

05-03-2024
Paciente: Carlos Rosa.
Cédula de Identidad: 15.846.858
Edad: 41 años.

Un recipe médico es un documento de alto espectro. El día de hoy solamente he usado estas hojas maquiavélicas para recetar expectorantes o antitusivos; oxolamina o bisolvón... Han venido otras personas para que les haga una orden de Exámenes de Laboratorio, y simplemente he tenido que anotar sus nombres y hacer una larga lista, entre las cuales figura glicemia, urea, creatinina, colesterol, triglicéridos y ácido úrico.

Esta tarde tendremos discusión de casos clínico con la doctora Natalie, es una mujer algo seria y temperamental que se oculta detrás de unos enormes lentes y el mostrador de su oficina; cada vez que habla lo hace con mucha paciencia, y cada vez que alguien se equivoca sus ojos se vuelven como platos. Es un reflejo inconsciente para que corrijamos nuestro comentario descabellado que puede romper las leyes de la física.

A veces mi mente se nubla cuando trabajo en mi proyecto de grado: La doctora Francy me atosigaba todos los días para que le entregara mi título de Ponencia, el cual tenía que ser perfecto y no podía excederse de 50 palabras. Aparte de eso tenía que tener conectivos y señalar un punto clave que no fuera tan engorroso de explicar. De esta forma el jurado no haría demasiadas preguntas.

Era Anthony Edwards el que escribía tonterías en esos récipes. Ya se imaginaba su currículum vitae: Casado y divorciado dos veces. Fumaba demasiado, o lo hacía antes de todo aquello. Le había
ocurrido algo terrible, pero aún estaba vivo. Aquella bruma oscura
empezó a disiparse cada vez más aprisa. Se sentía el autor más desdichado de Best sellers que se olvidaba rápidamente con la llegada de una nueva obra más contemporánea.

Unas semanas después de haber salido de la bruma oscura, descubrió varias cosas que lo hicieron divagar entre tensiones sistólicas y diastólicas. Una de ellas era que se había enganchado a Samantha Nahomi, no podía vivir sin su compañía Pero no se atrevía a expresarle lo que sentía. La segunda era que odiaba el hospital; y la tercera Pero la más importante era que se sentía incompetente y con notable pérdida de cordura.

Esta patología era un síndrome hereditario, era también llamada huesos de cristal. Según el cuadro clínico la persona no tenía suficiente reserva de colágeno en los huesos, los cuales eran inflexibles y muy frágiles. Esto me hace alusión a la frágil apariencia de Nuestro Doctor: Desde un principio nunca había cambiado, seguía siendo el mismo estúpido que había ingresado en la carrera hace 6 años atrás, no tenía seguridad en sus conocimientos y siempre necesitaba a Samantha a su lado, ¿Era inseguridad? ¿O simplemente era que sus sentimientos eran correspondidos?

Se podría decir que es el coprotagonista de una Tragicomedia. Una persona que siempre ha estado rezagada, en una esquina sin ser reconocido por sus méritos, en el hospital era tan callado que nadie se daba cuenta de su presencia... Sin embargo era excelente en su labor, pero la doctora Natalie no sabía apreciar sus esfuerzos.

Las Horas pasaban y el agujero en el papel era pequeño, la luz débil, las conversaciones del entorno estúpidas. Anthony gastaba la punta de su Lápiz Romo dibujando bocetos de ninguna formula conocida. La Doctora Natalie enseñaba con una especie de orgullo inquietantemente retador. Sus enes eran pulcras como en un texto, contrastando violentamente con las de Anthony, una especie de garabatos de niños de preescolar. Las amonestaciones de los siguientes días de vacaciones eran referentes a su horrible letra de farmacéutico, la cual nunca logró mejorar.

Cardiopatías y EscalofríosWhere stories live. Discover now