Lilou Dupont

Estaban ensayando, Morhange no estaba y Lilou lo comprendía, estaba molesto. Se puso en su situación y pudo comprender que era lo que le molestaba tanto, pero seguía pensando que no era justificación suficiente para la manera en la que se estaba comportando últimamente con la gente, no tan sólo con Mathieu.

Pudo ver cómo Morhange entraba al aula, esto la ilusionó, porque pensaba que ya había entrado en razón.

Se acercó viendo que en un par de versos más, tocaría la parte de su solo, así que cuando ésta llegó abrió la boca para cantar. Pero su melodía se vió interrumpida por la voz de Lilou. Ante esto Morhange la miró con cara extrañada y Lilou solo pudo dedicarle unos ojos llenos de disculpas no articuladas.

-Primero mi madre, luego el profesor y ahora tú- Dijo el rubio con enfado, dando grandes zancadas hacia la puerta con la intención de salir de aquel aula.

-Morhange, espera- Suplicó Lilou tras él.

Pero este no se giró, continuó su paso. Lilou abandonó el aula también.

La chica siguió sus pasos hacia el claro del bosque que tan bien conocían.

Pudo notar cómo Morhange se sentaba en el musgoso suelo, apoyando su espalda contra el tronco de un árbol y escondiendo su cabeza entre sus rodillas, que se encontraban flexionadas a la altura de su pecho.

Ver a su novio así le destrozó el corazón en mil pedazos que nunca podría recoger y juntar. Morhange estaba tan lleno de vida, nunca lo había visto así. La chica ante esto pudo terminar de comprender como se sentía, lo cuál la hizo sentirse como una total estúpida al saber que no había estado con él cuando realmente lo necesitaba. Solo había cuestionado su comportamiento y sus razones. Y se sentía total y completamente estúpida, porque al final del día, el único que siempre estaba para ella era Morhange, y ella no había sabido darle lo mismo.

Con el alma quebrada, se acercó a él y se sentó a su lado.

-Sé que probablemente lo último que quieres hacer ahora es escucharme- Hizo una breve pausa- Pero solo quería disculparme, sé que lo has pasado mal, y he sido tan idiota que no lo he podido ver- Continuó- Pero quiero que sepas que haré todo lo que esté en mi mano para no volver a traicionarte, te quiero muchísimo y no quiero que dudes de eso nunca- Dijo soltando un suspiro al final- Y perdón por lo del solo, sé lo mucho que te ha molestado, pero Mathieu también está algo enfadado contigo y supongo que te quería hacer ver que nadie es imprescindible. Lo siento, de verdad- Terminó de la forma más sincera.

Morhange levantó la cabeza de sus rodillas y se abalanzó hacia ella, escondiendo su cabeza en el cuello de la chica.

Lilou no rechazó el abrazo, al contrario, lo profundizó más. Acarició la cabeza del chico. Notó como su cuello se humedecía, el rubio estaba llorando.

Lilou dejó que lo sacara todo, sabía que eso era lo mejor, y en su estado, no le quería forzar a hablar, pues sabía que eso iba a ser peor. Ya hablarían cuando él estuviera más calmado. Lo único que necesitaba ahora, era un hombro sobre el que apoyarse y Lilou nunca se opondría a ofrecer el suyo.

Pudo notar cómo la respiración del chico se calmaba poco a poco. Lilou también pudo calmarse, porque ver a alguien que tanto apreciaba de esa manera, había hecho que quisiera gritar de la frustración.

Lilou se apoyó en el árbol en el que anteriormente Morhange se encontraba y estiró sus piernas. Morhange dejó caer todo su cuerpo sobre el suelo, para apoyar su cabeza en las piernas de la chica, la cuál no había cesado sus caricias a la cara, pelo y cuello del chico.

Estaban en un total y completo silencio. Sólo se escuchaba el sonido de algunos pájaros en las copas más altas de los árboles, o el sonido de las hojas al ser movidas por la ligera brisa que corría.
Pero no necesitaban decirse nada. Estaban en un completo estaba de calma. Lilou pudo notar cómo una pequeña sonrisa de satisfacción se escapaba de los labios del rubio. El corazón se le llenó de calidez.

No comprendía como se había vuelto tan empática, nunca lo había sido. Pero este chico estaba rompiendo todos y cada uno de sus esquemas.

-¿Un cigarro?- Preguntó la chica sacando una cajetilla y un mechero del bolsillo de su chaqueta.

-Porfavor- Respondió el chico extendiendo su mano para que lo depositara en ella.

𝓛𝓪 𝓝𝓾𝓲𝓽  (ᴘɪᴇʀʀᴇ ᴍᴏʀʜᴀɴɢᴇ)Where stories live. Discover now