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Cuando Shin logro calmarse, por supuesto después de vomitar; comenzaron a caminar hasta llegar frente al tercer hijo de Innocent Zero.
Shin— Lo sabía... —murmuro preparando su varita—
Lance— Shin, ¿Puedes dejarme esto a mí?
Shin— ¿Eh, por qué? —guarda nuevamente su varita— ¿Acaso es una venganza personal...? —su expresión se volvió sería— ¿O quieres enseñar lo genial que te vez luchando?
Lance— ... La segunda. —dijo sin cambiar su sería mirada, conocía a su superior—
Shin— Oh, bien ¡Asegúrate de verte guapo! —sonrió y se cruzó de brazos—
Dot— ¿¡Así como así!?
Shin— Lo siento... Mi debilidad por los chicos guapos es un problema... ¿cierto? —juega con las perforaciones de sus orejas— Si nada sale bien. Entonces me toca entrar en acción.
Lance— Retrocede, puedo con esto solo— dijo dirigiéndose a Dot—
Dot— ¿¡Eres tonto!? ¡Ya todos estamos aquí! ¿¡Por qué sigues con el plan de luchar tu solo!? —lo toca por el hombro—
Lance— No me toques. —le lanza una patada agarrándolo por su túnica comenzando ambos a pelear— ¡Muere!
Dot— ¡No tu muérete!
Epidem— Ya, ya... No peleemos...
Dot— ¡Amigo! ¡Eres mi enemigo!
Epidem— Vamos a ser todos razonables aquí. ¿Por qué no hablamos?
Shin— ¿¡Eh!?
De un segundo a otro Dot estaba sentado frente al de lentes en una mesita tomando el té.
Dot— Así que es eso... Ni siquiera le importa que lo salvará. Todo lo que hace es insultarme.
Epidem— Ya veo, ya veo... Suena muy duro. ¿Estás seguro de que no hay algo más en tu mente?
Dot— No se, solo quiero una novia... O un novio. Ya no se
Epidem— Que duró debe ser para ti... Entiendo tus problemas.
Dot— ¿En serio...? Realmente me entiendes... ¡¡Ha sido duro!! ¿Que pasa si no soy un chico lindo a sus ojos? —comienza a llorar— ¡¡Eso no les da el derecho a todos de ignorarme!!
Shin— ¡¡Pero si yo te digo que eres guapo!! —se cruza de brazos molesto—
Lance— Shin... Por favor, no les siga la corriente.
Shin— Bien, bien. Lo siento.
Dot— abraza a Epidem todavía llorando— ¡¡No pelearía con el ni la mitad de veces si no estuviera celoso!!
Epidem— Claro. Todos quieren tu salvación... ¿No quieres unirte nos?
Dot— ¿Eh? —se separa con rastros de lágrimas en sus mejillas— ¿Unirme?
