Capítulo 8.

4.4K 389 38
                                    

—¿Y cómo te fue esta semana, Sarah? —Me preguntaba mi amigo Namjoon. Él había venido cada semana desde que nos conocimos. Jamás nos habíamos acostado o algo por el estilo.

—Emm... —recordé lo de Jin— muy bien, sí. Ha sido una buena semana.

—Eso me alegra mucho. —Acarició mi cabello.

—¿Y a ti, Namjoon? ¿Qué hay de nuevo?

—Mi esposa se fue definitivamente de la casa, y no me importa. El trabajo cada vez es más duro, porque hay más cosas para investigar.

—¿Seguro que no te importa? —Le miré a los ojos. Era obvio que le importaba.

—Sarah... —acarició más mi cabello.

Estábamos en la habitación donde siempre veía a los necesitados. Él no tenía camisa y yo tenía mi cabeza sobre su pecho.

—Ella ha matado cada pequeña parte de mi amor por ella.

—¿Cómo? —Le pregunté confundida, arrugando las cejas— ¿Por qué?

—Ya lo ha aceptado. Ella me engañó, y pues... —pasó sus dedos por mi brazo, haciéndome sentir escalofríos— me ha insultado, me ha menospreciado y me ha humillado. Lo normal de un divorcio.

—Namjoon. Lo siento mucho. —Y me levanté para darle un abrazo que él recibió de inmediato.

Inconscientemente, monté mis dos piernas a sus dos costados y recosté mi cabeza en su hombro izquierdo.

—Algún día, cerca o lejos, habrá una mujer que te valore en verdad, porque eres un maravilloso hombre lleno de cualidades y virtudes —le dije abrazándole más fuerte y él correspondió.

—No entiendo estas pruebas de la vida. Pensé que ya no sufriría, ya tenía todo bien organizado. —Puso su mano derecha en su frente mostrando su frustración.

—Namjoon, jamás dejamos de sufrir. Por más que seamos felices, siempre habrá un defecto que nos hará infelices —susurré en su oído sin ninguna intención, pero le sentí tensarse.

—Lo sé... esta es mi enseñanza en la vida.

—Esto te hará más fuerte. Lo que no te mata, te enseña a ser mejor persona y a sobrellevar la vida con más facilidad.

—Gracias, Sarah —susurró abrazándome por la cintura, de nuevo.

—De nada, Namjoon —dije abrazándole por el cuello.

Namjoon respiraba en mi cuello y eso hacía estremecerme.

—Te tengo un regalo —soltó de repente.

—¡¿Qué?! ¡¿Qué es?! —Pregunté emocionada.

—Cuando me vaya a ir, te lo doy, ¿está bien? —Me separó un poco y nos miramos a los ojos.

—Está bien. —Bajé un poco mis piernas para poner mi cabeza en su pecho y pasó algo: mi pelvis quedó en su amigo y se sintió muy incómodo. Fingí no sentirlo y bajé mi cabeza avergonzada, para que él no notara mi reacción estúpida e infantil junto con mi cara roja.

—¿Sí estás cómoda? —Me preguntó burlándose y soltando una risa.

—Sí, Namjoon —respondí ocultando mi vergüenza. Él rió fuertemente y yo le miré de inmediato—. ¿Qué te pasa? —Fruncí mi ceño.

—Tu cara roja dice otra cosa. —Lanzó una carcajada—. Si quieres, te haces aquí. —Le dio palmadas a la cama, señalándome el lugar donde podría hacerme.

—No, gracias. Aquí estoy bien. —No quería quedar como un niñita.

—Está bien. —Comenzó a acariciar mi cabello de nuevo.

SAVE ME. (Jin de BTS).Where stories live. Discover now