SAVE ME. (Jin de BTS).

Capítulo 13.

—Jin... ¿qué haremos? —Me preguntaba Ji Eun.

—No lo sé. Estoy cansado —le respondí pasándome las manos por mi cara—. Solo hay que estar alertas.

—Yo no quiero que muera... —podía escuchar su voz temblorosa.

—Yo tampoco —respondí en un hilo apenas audible.

—¿Quieres que me quede o que me vaya? —Preguntó susurrando.

Eran la 1:00 AM.

—Lo mejor es que te vayas, Ji Eun. Ella usa toda la cama y yo dormiré en el suelo. No quiero que estés incómoda. —Ella asintió.

—Está bien. Tienes razón. —Se levantó de la cama—. Hasta mañana, Jin. Cuídala mucho, por favor.

—Lo prometo —aseguré y ella salió.

Yo quería dormir abrazado a ella, pero tenía miedo de que pudiera lastimarla.

—Sarah... —susurré acariciando su mejilla— tienes que luchar.

Era muy difícil mantener alguna esperanza de que ella estuviera viva. Estaba mal y era ilegal en el país. Si la llevaba a un hospital, podrían reportarla y yo podría meterme en graves problemas.

Al menos que fingiera que la había encontrado en la calle...

Miles de ideas habían pasado por mi cabeza. Estaba quemando al cien por ciento mis neuronas, pensando en un plan para salvarla. Pero todos tenían un decir para Park, mi jefe: «está muerta».

¿Qué hacía? Sarah se había ganado mi cariño, no podía permitir que estuviera aquí. Tenía que llevarla de vuelta a su casa, pero no sabía cuándo podría hacer eso.

—Sarah... —suspiré por último y me recosté a su lado y comencé a acariciar su cabeza. Seguramente su dolor era muy fuerte.

...

—¿Jungkook? ¿Qué haces aquí? —Preguntó Sarah.

—Solo quería verte y asegurarme de que estabas bien.

—¿Y para qué? —Escupió con rabia— Yo estoy muy bien.

—¿Estás segura? —Ella bajó la mirada y apretó los puños.

—Han pasado cinco meses desde que me dejaste. Ya ni eres importante. —Mentía, era obvio.

—Pero tú para mí sí, y quiero decirte que no puedes dejar de luchar. Tienes que regresar a casa, porque todos estamos buscándote y esperándote.

—¡Yo estoy mal! Mi cuerpo no da más.

—Sí, sí da más. No puedes dejar a tu madre.

—Pero... —ella comenzó a llorar—.  ¿Y si mi cuerpo no resiste más? ¿Y si yo no quiero vivir?

—Tú sí quieres vivir, Sarah. Tú tienes muchas cosas por las cuales luchar.

—¡TODOS ME DICEN ESO! ¡Y NO ENTIENDO QUÉ ES O QUÉ SON! —Jungkook trató de calmarla— Yo no quiero luchar por algo —susurró.

—Sí. Solo que estás desesperada y agotada. Cuando despiertes, sentirás que tienes que luchar.

—Yo no creo que despierte.

—Pues tienes siete personas personas deseando porque despiertes.

—¿Y quiénes son? Yo no soy importante, sino para mi madre.

—¡Oh, no! —Jungkook rió— Hay muchas personas para las cuales eres importante. Incluyéndome.