SAVE ME. (Jin de BTS).

Capítulo 25.

Sarah se sumergió en las frías y cristalinas aguas. El frío que la inundó, hizo que se relajara y se diera cuenta de la realidad. Era tanta la frescura en el mundo acuático, que tardó más de lo normal en salir.

—¡SARAH! —Gritó Jin asustado y se lanzó.

Sarah abrió los ojos bajo el agua y vio que él cayó. Así que se alejó de allí para asustarlo más. Sacó su cabeza y recuperó el aire. Estaba cansada, pero aun así, nadó rápidamente hasta la orilla para reposar en la arena mientras Jin la buscaba. Se preparó para la salida de Jin del agua, se paró con una mano en su cadera, alzó su mentón y sonrió. Segundos más tardes, se dio cuenta de que él estaba tardando más del tiempo indicado para salir del agua. No le divisaba en ninguna parte de la gran piscina natural, y fue entonces cuando comenzó a estresarse y a hacerse preguntas como: ¿qué pasaba con Jin? ¿Por qué no salía? Miró para todos lados y vio que al final del agua, había una caída que llevaba a una fosa.

—¡JIN! —Gritó y salió corriendo.

Entrar al agua siempre era dificultoso, puesto que los pies se vuelven livianos pero el cuerpo sigue pesado. En la orilla cuando comenzaba a entrar, saltó entre el agua, y en el momento que hubo suficiente profundidad se lanzó para nadar. Fue a buscarle y no le encontró. Nadó muy cerca de la zona prohibida y sintió que la corriente se la estaba llevando consigo. Estaba en peligro.

—¡JIIN! —Clamó asustada. Intentó agarrarse de piedras, pero fue en vano porque eran resbalosas.

Lo más seguro, era que cayese.

—¡SARAH! —La llamó Jin y salió del agua agotado y preocupado. Corrió por encima de las piedras que rodeaban el lugar y llegó allí—. ¡Vaya que eres boba! —Se quejó y se puso a buscar una rama grande con la cual ayudarla.

—¡APÚRATE! —Rogó a punto de llorar.

Jin miró para la derecha y luego a la izquierda, dio una vuelta en su mismo eje, y luego sin pensar saltó al agua.

—¡AHORA LOS DOS NOS CAEREMOS A ESA MALDITA FOSA! —Se quejó Sarah cuando le vio saltar.

Jin salió debajo del agua y fue hacia ella, en cuestión de milésimas le indicó que se trepara en su espalda. El desespero hizo que Sarah obedeciera sin decir nada. Jin nadó hacia la pared de piedras, y ayudándose con las algas fuertes, pudo salir de la corriente que les llevaba a la cueva acuática.

—¡DIOS! —Sarah rió asustada y se bajó de su espalda para nadar más hacia la parte segura.

—¡ERES MUY TONTA! —Gritó Jin, y flotando, comenzó a recuperar sus fuerzas.

—¡¿PARA QUÉ TE ESCONDES?! —Sarah le salpicó agua.

—¡TÚ LO HICISTE PRIMERO! —Jin le salpicó más.

—¡ERA UNA BROMA!

—¡LO MÍO TAMBIÉN! —Nadó hacia ella—. ¡PERO LA HUECA CREE QUE JIN SE CAE A FOSAS!

—Pues... ¡por tu culpa! —Se alejó de él—. Vayámonos ya —gruñó llegando a la arena.

—¡¿Y si no quiero, qué?! —Jin saltó las piedras y se recostó contra una grande y descansó.

—¡JÓDETE! —Empezó a caminar—. ¡ME VOY A PERDER!

Jin se burló de las estupideces que salían de la boca de Sarah y de su poca tolerancia combinada con millones de niveles de inmadurez. Apoyó su peso en sus codos y suspiró. El sol hacía que arrugara su ceño y bloqueaba un poco su nitidez para mirar. No obstante, eso no le impedía detallar la manera de caminar de Sarah con sus shorts mojados que marcaban su trasero. Sintió que su erección se despertaba y dejó de mirarla. Se recostó contra la piedra para mirar el cielo y comenzó a pensar en su vida. Era un momento perfecto.