Capítulo 12.

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Dos meses después:

—¡NO! ¡NO ME TOQUE! —Le grité a un viejo asqueroso que esta noche estaría conmigo.

—¿CÓMO QUE NO? ¡YO ESTOY PAGANDO! ¡YO MANDO! —Me dio una bofetada.

—¡Maldito! —Me levanté de la cama y le tomé por el cabello para halárselo.

El muy maldito era muy escándaloso y gritaba mientras intentaba zafarse de mi agarre. Yo estaba hálandole el cabello con mucha felicidad. Él me pateó la pierna y me hizo perder fuerza.

—¡Abre la puerta! —Gritó alguien.

El señor viejo asqueroso, me tomó por las muñecas y me tiró al suelo. Comenzó a darme patadas en el abdomen... patadas que sentía hasta en el alma.

—¡ABRAN LA MALDITA PUERTA! —Esa voz... ese era Jin.

—¡JIIIN! —Lancé un gritó desgarrador y el señor me golpeó en la cabeza.

El mareo se apoderó de mí y probé algo espeso en mi boca. Dejé de sentir cualquier dolor, y mis ojos luchaban por cerrarse, pero yo no quería dormirme. 

Lo último que recuerdo son gritos, una puerta derrumbada y los zapatos de Jin. Sus converses negros, que usaba con unos jeans, se quedaron quietos frente a mis ojos débiles y cansados. No vi, ni escuché nada más.

Todo pasó tan ligero...

...

Jin:

Hace dos meses que Sarah y yo nos habíamos unido más. Ella era linda y buena amiga. Incluso salimos una vez y la ayudé a comprar con sus ahorros. No niego que la deseo, pero nada más pasa entre nosotros. Me gusta hacerla mía, pero no quiero que sea algo más que mi amiga. Pero... tampoco niego que me da tanto asco como a ella, cuando sé que se acostará con un viejo asqueroso.

Esta noche, ella estará con el señor Park, nuestro jefe. Eso me da miedo. Él es feo, asqueroso, vulgar, descarado, insensible y demasiado egocéntrico.

Lo que más me preocupa es que no pude advertir a Sarah por lo que pasaría, no pude advertirla de que si no era una buena chica con él... tendría consecuencias.

...

—Sarah... —le dije mientras íbamos para la habitación donde se vería con Park.

—Jin... tengo asco, no me digas nada. 

Ya faltaba poco.

—Pero es que... —ella me calló:

—Déjame prepararme para el siguiente viejo asqueroso.

—Pero es que él no es cualquiera.

—No me importa quién sea, Jin. —Ya habíamos llegado.

La tomé fuertemente por la muñeca para fingir delante de los demás.

—Entra —le habló Choi, un guardia de más o menos sesenta años.

Sarah entró y ellos cerraron la puerta.

—Jin, ya puedes irte. —Hice una venia y caminé lejos de allí cruzando los dedos.

...

Estaba en el quinto piso y Sarah en el octavo. Tenía nervios, muchos, diría yo.

Caminando por un pasillo, tuve un impulso y corrí devolviéndome. Subí de nuevo, pero me quedé en el séptimo piso, en un lugar donde pudiera escuchar si algo andaba mal.

—¡Abre la puerta! —Escuché gritar a Choi. Yo me alarmé.

Corrí subiendo las escaleras y él estaba tocando desesperadamente. Yo le empujé sin importarme qué pasaría después.

SAVE ME. (Jin de BTS).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora