❝ 𝐄𝐧𝐳𝐨 𝐕𝐨𝐠𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐜 ❞

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📷 | 𝟏𝟒
"solo decime que sí, dale"

— Sonreí. — me pidió Enzo, cuando me giré, el lente de su cámara enfocaba hacia mí y yo sonreí con timidez.

— Ya me hiciste cincuenta fotos, Enzo, pará un poco. — bromeé y él fingió estar ofendido ante mi comentario.

— No puedo evitarlo, sos demasiado linda. — dice, acercándose lentamente a mí, dejando un suave beso en mis labios.

— Epa, ¿y eso? — digo después del beso, para joderlo.

— ¿Querés que lo deje de hacer? — me pregunta, provocándome. Yo finjo dudar y después niego con mi cabeza y le devuelvo el beso.

Hace unas dos semanas, Enzo y yo nos besamos, y hemos seguido haciéndolo, pero no le hemos puesto nombre a esto que tenemos.

Simplemente él me besa, yo lo beso, salimos juntos por ahí casi siempre, me llevo bien con sus amigos, él con mis amigas. Pero no hay nada que diga que somos novios oficialmente.

Moriría por ser su novia. Si él tan solo supiera lo enamorada que me tiene...

Inmersa en mis pensamientos, me fui caminando delante de él, dándole vueltas a si lo que teníamos Enzo y yo realmente iba a alguna parte. Quiero creer que sí, pero hasta ahora, nada está asegurado.

Me senté en un banco de la plaza en la que nos encontrábamos, esperando a que él me alcanzara, ya que se había quedado haciéndole foto a algo.

Cuando tan solo le quedaban unos metros para llegar a mí, su cámara nuevamente estaba dirigida hacia mí. Lo miré fingiendo molestia, si que estaba un poco cansada de tanta foto, pero era Enzo, Enzo ama su cámara y yo lo amo él. Por tanto, simplemente sonrío nuevamente y dejó que me tomé las fotos que quiera.

— La más hermosa. — dice cuando por fin suelta la cámara y se acerca a mí para besarme. — Ya es medio tarde, ¿nos vamos? — me pregunta, y yo solo asiento con una sonrisa.

— ¿Cenás en mi casa? Cocino yo. — le propongo, con ganas de pasar más tiempo con él, como si no lo viera prácticamente todos los días.

— No me puedo negar a eso. — responde sonriendo y pasa su brazo por alrededor de mis hombros, acercándome a él y dejando un beso en mi cabeza.

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Como dije, al llegar, me cambié, me lavé las manos y me puse a preparar la cena. Le dije a Enzo que prefería estar yo sola en la cocina, entonces él se limitó a sentarse en el sofá de la sala, mirando las fotos de su cámara.

Poco se hablaba del talento de Enzo para la fotografía. Le da un enfoque diferente a la vida, hace que mires las cosas desde otro punto de vista. Te obliga a conocer más allá de lo que ya sabes. Me encanta eso de él.

Enzo también tenía su polaroid, pero, dicho en sus propias palabras, solo la usaba para sus fotos favoritas. Varias me ha hecho ya con esa cámara y nunca he llegado a ver ni una.

— ¡Poné la mesa, por fa! — grito desde la cocina, cuando ya estaba terminando de cocinar.

— ¡Voy, linda! — responde sin más.

Yo sonrío inconscientemente, nunca me había dicho linda. Me había dicho que era linda, pero no linda como apodo. No sé, yo me entiendo, solo sé que estoy sonriendo como boluda.

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— Está riquísimo. — dice Enzo, después de tragar la pasta que se había llevado a la boca. — Gracias, linda. — añade, mirándome fijamente con una sonrisa.

Yo sonrío de vuelta y por dentro siento una sensación de cálidez y cariño que nunca había sentido con nadie.

Cenamos entre bromas y risas, disfrutando de la buena comida y la buena compañía. Al terminar de cenar, Enzo llevó los platos a la cocina y comenzó a lavarlos, yo me senté sobre la encimera de la cocina y empecé a comer frutillas como postre.

Lo miraba atentamente y me explotaba la cabeza al pensar que este pibe se veía bien haciendo cualquier cosa. Estaba lavando un plato y se veía lindo.

Cuando termina, le paso una frutilla y él se apoya en la encimera del otro lado, estando justo frente a mí. Ambos nos quedamos mirándonos por un rato, en silencio, perdidos en la mirada del otro.

Era muy consciente del amor que sentía por Enzo, pero me daba miedo decirlo en alto y que el amor que tal vez él sintiera por mí, se desvaneciera.

Me llevo una fresa a la boca cuando él de repente rompe el cómodo silencio que nos rodeaba.

— Mirá la foto que te saque hoy, es mi favorita. — dice y veo como se saca una foto polaroid del bolsillo, pasándomela.

Agarre la foto con la otra mano y la miré con detalle. Era yo esta misma tarde, Enzo me estaba sacando un montón de fotos y como justo me estaba dando el sol en la cara, cerré los ojos.

Mi pelo rubio brillaba y mi sonrisa no faltaba. Sonreí, como ya dije antes, mediante la fotografía Enzo expresa su forma de ver el mundo. A veces me gustaba ver la forma que tenía Enzo de mirarme a mí.

— Te ves en paz, relajada. Tu sonrisa es de felicidad y parece que eres tú la que brilla. — dice de repente, como si me hubiera leído la mente, explicándome su forma de ver la foto.

— Gracias. — fue lo único que pude decir, con una voz que me salió llena de amor y gratitud por lo que Enzo me enseñaba día a día. Le sonreí y él sonrió aún más ampliamente.

Le quise devolver la foto, pero él negó ligeramente con la cabeza. — Es para vos, tiene una dedicatoria atrás. — explica, entonces vuelvo a mirar la fotografía de cerca y le doy la vuelta.

Cuando vi la dedicatoria, no sabría explicar con total seguridad cuál fue mi reacción. No sabría decir si mi corazón empezó a latir a mil por hora o simplemente se paró.

"¿Querés ser mi novia? —Enzo."

Me congelé cuando vi la frase, a pesar de que dentro de mí sentía más calor que nunca. Podría ser algo muy cliché, pero también era algo muy de Enzo, y eso era todo lo que me importaba.

— Solo decime que sí, dale. — escuché la voz del chico, inseguro y dudoso por mi reacción.

Lo miré fijamente por primera vez y fue inevitable reprimir mi sonrisa. — Obvio que sí. — respondí, tomando su mano para acercarlo a mí, posicionarlo entre mis dos piernas y plantarle un beso.

Nuestros labios estaban en perfecta sincronía y sus manos viajaban por toda mi espalda hasta mi cintura. Las mías se perdían en su cuello y su pelo que tanto me gusta.

— Tengo a la mejor novia del mundo. — dijo entre besos. Por la posición en la que estábamos, se le hizo fácil alzarme, con mis piernas enrolladas en su cintura y sus manos sosteniéndome desde mi cintura. Sin parar de besarnos.

— Te quiero. — dije inconscientemente, me separé del beso con algo de miedo, sin saber como reaccionaría él.

Al notar mi reacción, él sonrió ligeramente y antes de volver a besarme, lo dijo.

— Te quiero, linda.

Esto era todo lo que pedía. Amor y un buen chico que me lo diera, no es tan complicado. Y aunque toda mi vida me hicieron pensar que sí lo era, que era yo la complicada, él me demostró que no, que realmente todo es muy fácil cuando se trata de amar.




📷 || @𝐋𝐎𝐕𝐄𝐌𝐑𝐄𝐕

otra vez con enzoo, lo amo a este hombre dios

un poco empalagoso y largo el capítulo, pero me pidieron que volviera a escribir de enzo y aquí está, espero que después de todo les guste 🫶🏻

como ya saben, me gusta darle el toque personal y emocional de los sentimientos a la protagonista, en este caso, el tema de sentirse "complicada de querer", espero que si ustedes se sienten o se sintieron así en algún momento, les reconforte un poquito saber que no son las únicas y que siempre hay alguien que nos va a querer. ❤️‍🩹

gracias por leer nenas, no se olviden de votar ⭐️

— ann.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 - 𝐋𝐒𝐃𝐋𝐍 𝐂𝐀𝐒𝐓Where stories live. Discover now