❝ 𝐁𝐥𝐚𝐬 𝐏𝐨𝐥𝐢𝐝𝐨𝐫𝐢 ❞

4K 230 65
                                    

📚 | 𝟏𝟕
"mi premio ya sos vos."




Mañana tengo una prueba muy importante, necesito pasarla y estoy re nerviosa. Me he pasado prácticamente las últimas dos semanas metida en mi casa estudiando como una hija de puta.

Mis mejores amigos han sido los libros, no me despego de ellos. Un claro ejemplo ahora mismo es que acaban de tocar la puerta, y fui a abrir con un libro en la mano y mi café en la otra.

— Ay, hola gorda. — dice mi novio sorprendido y con diversión por la vista que tenía delante. Se acerca y deja un pico en mis labios.

— ¿Qué haces acá? — le digo, cerrando la puerta después de que pasara. Él me mira haciéndose el ofendido.

— Uy bueno, pero qué recibimiento. — dice con una ligera sonrisa. — Quería ver a mi novia, nomás. — dice, ampliando su sonrisa, mirándome.

— Qué lindo, pero ya sabés que estoy estudiando. — le digo, devolviéndole la sonrisa. Cualquiera se lo habría tomado mal, pero tanto Blas como yo sabemos que no hay nada que me importe más que mis estudios.

— Bueno, te hago compañía. Me echo la siesta, me callo la boca, te miro, no sé, lo que sea. — empieza a dar ideas, quitándome el libro de las manos y empezando a ojear las páginas de este. — Te puedo ayudar también. — añade con una sonrisa inocente.

Vuelvo a tomar el libro en mis manos, rodando los ojos con una sonrisa divertida. Me dirijo a mi habitación sabiendo que mi novio venía detrás de mí.

Entramos a mi pieza y me siento en mi escritorio, dispuesta a continuar con mi estudio. Blas se tira a la cama y se acuesta a mirar el celular, podía notar su mirada en mí de vez en cuando, pero no me molestaba ni me descontraba.

📚

— Gorda, tomate un descanso ya, llevás 3 horas ahí sentada. — habíamos estado en completo silencio hasta que Blas lo rompió con esa frase.

Pensaba que exageraba con el tiempo, pero le doy un vistazo a la hora de mi teléfono, y efectivamente llevaba casi 3 horas y media estudiando, si contamos solo desde que llegó Blas.

Suspiro cansada y me levanto, acostándome a su lado. — No puedo parar, tengo que pasar esa prueba, Blas. — le digo, quitándome mis lentes y dejándolos sobre la cama, restregrando mis ojos con las manos.

— Sos la chica más inteligente que conozco. Esa prueba vos te la comés entera. — me dice, colocando su mano sobre mi espalda y acariciandola delicadamente.

Sonrío y lo miro a los ojos. Solo puedo pensar en lo mucho que lo quiero. Lleva tirado en la cama tres horas sin hacer ni un ruido solo para verme estudiar.

— Mirá, no descansés si no querés, pero vamos a hacerlo más divertido durante un rato. — propone, yo lo miro algo confundida y una sonrisa se me escapa. — Pasame el libro ese de mierda. — me dice, haciéndome reír.

Se lo entrego y él empieza a mirar las páginas. Se hacía el intelectual cuando realmente él y yo sabemos que no entiende una palabra de lo que decía ahí.

— Yo te hago preguntas, vos respondés, y si respondés bien, te ganás un beso de premio. — concluye con su idea, sonriéndome con diversión.

Yo ruedo mis ojos con gracia para molestarlo y le sonrío. — Bueno, dale. — acepto, ¿quién se iba a negar a eso?

Él empieza a pasar página por página, mirando cuidadosamente qué preguntas me iba a hacer. Yo lo analizaba con atención, si la prueba de mañana fuera de cada una de las facciones de Blas, no estaría tan preocupada.

— ¿Y qué ganás vos? — le pregunto con curiosidad. — ¿Cuál es tu premio? — añado, había dicho que mi premio era un beso si respondía bien, pero ¿y él?

— Mi premio ya sos vos. — responde como si nada, todavía con sus ojos en el libro.

¿Cómo me dice eso con tanta tranquilidad? ¿A caso me quiere matar?

Sin decir nada, simplemente me acerco a él y plantó un beso en sus labios, provocando la sonrisa de ambos a mitad del beso.

— Gracias por ser así de lindo. — le digo tras el beso. Él me sonríe, dándome otro beso más corto.

— Dale, concentrate que tenés que estudiar. — me dice intentando poner una voz más seria, que ni él se creía. Yo ruedo los ojos y chasqueo mi lengua. Él se ríe y empieza con las preguntas.

Así continuamos durante el resto del día, Blas me ayudó a estudiar y seguí estudiando por mi cuenta mientras Blas hacía la cena (pedía delivery, porque es lindo pero no cocinero).

Blas se quedó a dormir ya que se hizo tarde y seguía ayudándome a estudiar, se quedó dormido en mi cama mientras yo seguía metida entre libros.

Ahí es cuando me di cuenta, de que el que te quiere, te quiere ver brillar también. No te puede opacar, te tiene que apoyar y ayudar.

No se conformen con menos.




📚 || @𝐋𝐎𝐕𝐄𝐌𝐑𝐄𝐕

bueeno, medio corto y raro, pero necesitaba volver a escribir de blaaas

igual capaz y pronto tengan un fic disponible en mi perfil 🤭

espero que les haya gustado, gracias por tanto apoyo! ⭐️

— ann.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 - 𝐋𝐒𝐃𝐋𝐍 𝐂𝐀𝐒𝐓Where stories live. Discover now