Capítulo 2

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Siendo sincera sigo sin creer que todo lo que ha pasado es cierto

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Siendo sincera sigo sin creer que todo lo que ha pasado es cierto.

Mi vida es muy monótona y lo ha sido así durante mucho tiempo luego de terminar con mi ex...

No quiero hacer énfasis en él, pero es su culpa mi odio por los hombres.

Decidí quedarme en Monza a pesar de tanto dolor por mi abuelita.

Ella siempre me ha acompañado y siempre ha estado para mí, el local de flores era suyo, fue suyo hasta que falleció.

Me crie con ella y es ella la que me impulsó en el mundo de las flores...

Yo no era así siempre fui una romántica...

Extraño la manera como amaba, pero se me es imposible hacerlo ahora.

Lo único positivo de que esté Ferrari aquí es que me piden Flores para los eventos, siempre pagan un buen dinero y este día no fue una excepción, me encuentro organizando todas las flores necesarias para los centros de mesa, un equipo de diseño de eventos y yo nos estamos encargando de todo esto así que es más sencillo de lo que debería.

La fiesta empezó y los invitados comenzaban a llegar, nuestro equipo invitado por los organizadores nos quedamos en el evento, nos fuimos a organizarnos y luego estuvimos ahí, obviamente respetando el código de vestimenta: Rojo, amarillo y negro.

Decidí colocarme un vestido rojo de tiritas, escote caído, largo con una abertura en una pierna, me veía sexy y elegante a la vez, la combinación perfecta para resaltar mi personalidad.

Volviendo a la fiesta me quedé en una mesa junto a los demás organizadores del evento, nos dejaron en un punto estratégico así que fue fácil revisar que todo estuviera bien, tuvimos conversaciones cruciales por mucho tiempo, me sentí sedienta así que me levanté y fui por un poco de ponche, me di la vuelta y por error choqué con alguien.

—Mira por donde vas así no te chocas. —Dije con una notable ira. —No puede ser que también estés aquí.

—Es la reunión de mi trabajo, ¿Qué haces tú aquí?

—Trabajando.

—Genial, algo en común.

—Quítate idiota, antes de que mi puño conecte con tu linda cara.

—¿Te parece linda? —El tono coqueto en su voz se hizo notar en ese preciso momento, que paciencia se debe tener con este niñato, es hombre ¿Qué puedo esperar?...

—¡Que te quites! —Él empezó a reír, disfruta sacarme de quicio así que voy a jugar yo también.

—Espero disfrutes de tu trabajo por ser niño de papi, adiós —Instantáneamente me toma del brazo y me acerca a él para continuar la conversación.

—Para tu información todo lo que tengo ahora lo conseguí con esfuerzo.

—Ser piloto de autitos no es tan difícil, mi primo de diez lo hace mejor que tú.

—¿Eso crees?

—Así es.

—Pues ven conmigo.

Aún tomando mi brazo me alejó de todos y me guio hacia su auto.

—Súbete.

—No iré a ninguna parte —Tras decir eso él mismo me tomó más fuerte del brazo, abrió la puerta y me empujó dentro, herí su ego... Que bien. 

Ojos de fuego Donde viven las historias. Descúbrelo ahora