Ángeles Caídos|| Hazbin Hotel

Capitulo 24: ¿El final?

Capítulo dedicado a:
_______GlamCherry
Gracias por leer y comentar.

-¡¿Qué carajos es eso?!

-¡Mierda, mierda, mierda!

-¡La Princesa Charlie, estamos salvados!

-¡Vamos a morir!

Miles de gritos de confusión y terror reinaban en el caos de la guerra. Los corazones latían con frenesí, asemejandose al sonido de tambores sonando con ritmo ominoso, mientras miles de almas de almas se perdían en el torbellino de la guerra. Charlie surcaba los cielos del infierno, con Dazzle actuando como una máquina de lucha devoradora de ángeles. Carmilla disparaba con precisión a los ángeles que se les acercaban mientras que Charlie usaba el escudo dorado para defenderse de los ángeles que iban en contra de ella.

A la lejanía, una voz familiar la llamaba. Volteó, observando cómo a varios metros Lucifer combatía con un grupo de ángeles. Un feroz espectáculo de luces y energía se presentó frente a sus ojos, con Lucifer como el protagonista de la feroz masacre, los cuerpos de los ángeles que se atrevían a encarar al Rey del Infierno caían como moscas muertas al cielo. Con la sangre dorada pintando las calles y el traje del soberano, el todo poderoso Lucifer, cuyo poder rivalizaba con las más grandes fuerzas del cielo. Él, justamente él, que en ese momento volaba en dirección a su hija a toda velocidad. Arrojándose a ella para darle un fuerte abrazo, llorando de alegría al ver que estaba sin un solo rasguño, sonrió anchamente y la lleno de besos en el rostro. Todo en un cálido gesto fraternal, el más puro amor de padre que surgía de su ser. Charlie sonrió, rodeando a su padre con ambos brazos.

Sobre caballos, con armas letales, cientos de pecadores emergieron de la oscuridad. Las tropas de Caín, Eva y Adán finalmente habían llegado. Con la seguridad tan radiante como sus armaduras de acero celestial, finalmente habían llegado. Satanás ya se había tardado.

Cientos de pecadores contra miles de ángeles. Una guerra de las reglas y normativadad contra el caos y la malicia.

El choque de acero resonó en el aire, y los gritos de guerra llenaron el campo de batalla. Pecadores y ángeles se enfrentaron en una danza macabra de vida y muerte, mientras el destino mismo se balanceaba en la cuerda floja del destino. Los gritos de guerra de los pecadores anunciaron la rebelión, y a velocidad abismal, se arrojaron a la guerra, luchando con todo lo que tenían. En medio del caos, los gritos de agonía por parte de ángeles y demonios resonaron, como un eco sombrío de la batalla que se libraba en el corazón de la oscuridad.

El cielo se nubló de repente. Lucifer se separo de su hija. El Rey, Charlie y Carmilla voltearon, para ver una grotesca figura de oscuridad que dejaba destrucción a su paso, con Alastor sobre esta. Alguien parecía acercarse al demonio de la radio, surcado los aires sobre Razzle estaba la overlord caníbal, dirigiéndose directamente a Alastor.

-El castillo es seguro, quedarse afuera es suicida-habló Lucifer con seguridad-. ¡Vamos, Dazzle, al castillo!-le ordenó a la feroz criatura que siguio sus órdenes de inmediato.

📻

En un macabro ballet, una decena de ángeles se lanzaron desesperados para proteger a Sera de Alastor, pero el demonio, con una sonrisa sádica, desató sus tentáculos oscuros que se retorcieron como serpientes hambrientas, atravesando los cuerpos angelicales con una facilidad cruel. La sangre brotó en un torrente escarlata mientras los cuerpos caían como marionetas rotas, arrojados con desdén a la lejanía. El caos reinante era un espectáculo grotesco, un festín para los sentidos del demonio, cuyas risas resonaban como un eco de pesadilla, mientras el miedo se apoderaba del corazón de Sera, inundándolo con la certeza de su vulnerabilidad ante el poderío implacable del inframundo.