Te encontré por casualidad ♢Yaoi/Gay♢

Capítulo 12

Alex llegó hasta las calles, sintió unos mensajes que llegaban a su celular pero no le presto importancia hasta llegar a casa.

Cargo el celular, se hecho en el sofá y empezó a revisar aquellos mensajes luego de un rato.

L:"Alex es mi noche libre ¿quieres salir?"

+5596...:"No se te ocurra ir con el."

Alex: ¿quien eres?- ya le estaban molestando esos mensajes.Comenzó a ver televisión para distraerse, pero otro mensaje llegó.

+5596...:¿Acaso eso es relevante?

A:Pues si me estás amenazando....

+5596...: Soy un amigo cercano de Lucas.

A: ¿sólo un amigo? Para preocuparse de esa manera me suena a pareja o amante.

+5596...:a ti no te importa, sólo no te acerques a Lucas.

A: no tengo intenciones de quitártelo.

+5596...:de todas formas no quiero verte cerca de el.

A: no me importa que digas, no me gusta y de todas formas parece que el no siente lo mismo si tienes que estar amenazando por cada persona que se acerque.

+5596...: sólo cuido lo que es mío, ya te lo advertí.

Alex sólo se extrañó más, ¿quien sería?, ya se decidió responder al primer mensaje de Lucas.

A: ¿qué quieres hacer?

L: ven a mi departamento, prepararé algo de comer y conversamos ¿o quieres otra cosa?

A: no, tranquilo. Es perfecto :)

L: mi dirección es 1320 es un departamento cerca del hospital así que no creo que te pierdas, Nos vemos.

Alex pensó en cuan furiosa estaría esa persona, sí está enojado será fácil reconocerlo, se preparo para ir donde Lucas y partió, a veces era demasiado impulsivo para tomar decisiones y sí alguien tan celoso no quería que se juntara con Lucas, lo haría por llevar la contraria.

[Quien sea esa persona debe de estar muy cerca de el, posiblemente en el hospital donde trabaja...¿qué he hecho para terminar espiando a quien me quiere matar?...mejor me iré al departamento de Lucas]

Camino hasta encontrar el lugar, era grande y lujoso, Lucas tenía razón que no sería difícil reconocer el departamento, aun observando su alrededor fue a la recepción y pregunto por Lucas, aquel hombre de rostro duro se veía extrañado por su presencia.

[¿acaso es raro que alguien lo visite?]

-¡Alex! -grito Lucas derrepente al bajar por las escaleras hasta el, iba a esperarlo en la entrada.

-hola Lucas-dijo con una sonrisa cálida.

-entremos-dijo tomándolo por los hombros. Ambos subieron y entraron a al departamento, el cual Alexander se dedicó a observar detalladamente a cada paso que daba ahí, las paredes eran color piel, tenía objetos de decoraciones y alguno que otro diploma [parece ser más que sólo un médico...] pensó Alexander sorprendido.

-preparé capuchino e hice unas donas rellenas con glaseado de vainilla-dijo caminando hacia la cocina dejando a Alex solo en el living sintiendo un hambre instantánea, amaba todo lo que se relacionara con la cafeína y dulces.

Vio como Lucas llegaba con un plato enorme lleno de donas de distintos colores y ya en la mesa están ambos capuchinos con aquella espuma espesa por encima de aquella deliciosa mezcla de café y leche.

-woah... se ven deliciosas-

-gracias, pruébalo- tomaron una dona cada uno y comenzaron a comer,a Alex le brillaban los ojos por la comida, amaba los dulces... no fue difícil encontrar un tema del que hablar, como llegaron a vivir ahí y sus planes a futuro.

-por mi parte vine a vivir aquí aunque sea una ciudad puedes estar tranquilo como en un pueblo, total, está a las afueras y se ven pocos delitos, quisiera vivir un tiempo aquí hasta reunir el dinero suficiente para empezar mis experimentos o para vivir en Washington. D.C. ¿y tú?-

-yo pues...vine ocultandome de mis padres y de mi familia, como es una ciudad tiene muchos lugares donde elegir que estudiar y como es tan tranquilo me pareció perfecto, ya sólo debo especializarme... y quisiera trabajar por unos 5 años y luego viajar por el mundo...-

-grandes sueños, ¡te felicito! Yo a tu edad no sabía que hacer -sonrió orgulloso por Alexander para después sentirse avergonzado de su pasado.

-¿qué edad tienes?-

-25 años ¿y tú? -

-17 años... pareces muy joven para tener 25...-

-¡gracias! sabes a la primera vez que te vi pensé que tus ojos eran de aquella leyenda urbana de los chicos de ojos negros, ¿la conoces?-

-¡claro! amo el tema de leyendas y mitos -su voz cambió notoriamente con una ligera risa infantil que se escapó- todos se han asustado con ello, recuerdo cuando pequeño jugaba haciéndome pasar por uno-

Acompañó la risa de Alexander con la propia hasta ver como se avergonzaba lentamente- aún así eres lindo-

-g-gracias, bueno y ¿cómo has aprendido a cocinar?-

-pues como la mayor parte de mi vida he estado solo, aprendes por obligación ¿y tu Alex?-

-parte me enseñó mi abuela y otras más fui aprendiendo con el tiempo aunque no suelo poner mucho en práctica- podría vivir solo, pero cocinar raramente lo hacía sí no había comida instantánea en su alacena.

-¿y cómo te llevas con tu familia? -

-bueno...tuve muchos problemas con ellos, me creían un esquizofrénico, muchas veces me llevaron a psicólogos y psiquiatras y aguante eso hasta los 16 cuando empecé a ver donde mudarme y... aquí estoy...¿y tú? ¿cómo te llevas con tu familia?-dijo Alexander algo incómodo, pero de manera extraña se sentía liberador decir todo lo que pasó.

-pues como soy el menor soy uno de los que siguen vivos, la mayoría de mis primos tienen 30, 40 años...como tal no me toman atención ni me ayudaron cuando supieron que me maltrataban, me fui a los 18 empezando a ver qué estudiar y dónde vivir, pero todo resultó bien como puedes ver-dijo Lucas con una sonrisa.