Capítulo 21

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—¿Un qué? De qué carajos estás hablando —Bea se queda mirando a Kellan consternada y confundida—. No me digas que tú también crees que eres un ser extraño y esas cosas.

—Siempre has logrado percibir las emociones de Aryam, ¿verdad?, incluso logras, muchas veces, adivinar lo que está pensando. En ocasiones puedes percibir o sentir en donde está ella, aunque no puedas verla, tienes esta sensación de conexión que no sientes con nadie, y puedes también empatizar de una forma más profunda con sus sentimientos y emociones, ¿me equivoco?

Ambas miramos a Kellan asombradas y asustadas, porque, es así exactamente como ha sido nuestra relación desde que nacimos. Nuestros padres y familiares siempre decían que, incluso antes de ser conscientes la una de la otra, Bea y yo teníamos una conexión única e incomprensible para ellos.

—¿Co... como sabes todo eso? —Mi prima alterna su mirada entre Kellan y yo, puedo ver como se empieza a inquietar al escuchar a un "extraño" resumir nuestra historia—. ¿Tú le dijiste?

—No —respondo inmediatamente—. Nunca he hablado de ti con él. —Me enfrento a este hombre de mi pasado, pidiendo que se explique, porque ciertamente no acabo de comprender lo que ha dicho—. ¿Cómo sabes todo eso? ¿por qué dices que Bea es mi protectora? —Trago fuertemente al hacer la siguiente pregunta—. ¿Protectora de qué o... de quién?

—Porque lo es, ella es tu Wairlock. Al principio no pude saberlo por la magia y el hechizo que ambas tienen, pero ahora es más que claro. —Trata de acercarse a nosotras, pero Bea me toma del brazo y me hala un paso atrás—. Tu prima no es sólo una humana, Aryam, y estoy por creer que toda tu familia tampoco lo es. El hecho de que estés aquí, luciendo exactamente igual al pasado, que tengas recuerdos de ese pasado, que las sombras estén tras de ti nuevamente y que tengas no solo un Wairlock a tu lado si no también un poderoso hechizo de ocultamiento me indica que todo este presente ha sido cuidadosamente elegido para ti. Para protegerte.

—Una vez más, ¿Protegerme de qué?

—De quienes te hicieron daño hace tantos años y te alejaron de mí. De nuestros enemigos, de las sombras, de los demonios... de Bakar.

—Ja! Patrañas. —El resoplido incrédulo de Bea resuena por toda la oscuridad, asustándome un poco. Estaba tan concentrada en las palabras de Kellan que no me percate de como mi prima se acercó tanto, casi que, cubriéndome, como si...

Me estuviera protegiendo... siempre lo hace.

—Lo está haciendo, siempre lo ha hecho porque es para lo que ha sido designada —Ofrece Kellan adivinando mis pensamientos.

Bea mira entre Kellan y yo, sus ojos y boca abiertos por la sorpresa. —Sé exactamente de qué están hablando —Pone sus manos sobre su cabeza y se aleja un poco de mí—. Oh, Dios mío, pude saber puntualmente lo que estabas pensado, que es literal lo que acaba de decir él. Ary, te escuché... yo te... te escuché, aquí —señala su mente.

—Estás despertando, Beatriz, y cuanto más rápido reconozcas nuestras realidades, más rápido todos tus poderes y las capacidades que te ha dado la diosa, regresaran a ti.

—Esto es una locura —susurra mi prima, luciendo aún más confundida y aterrorizada.

—Tenemos que mostrárselo, Aryam. Estás en peligro y necesitas que tu Wairlock pueda protegerte.

—Yo... no sé que decir, no sé que pensar. No sabemos como vaya a tomarlo. ¿Estás seguro de que ella es como nosotros?

Kellan sonríe un poco, complacido por mi admisión inconsciente de que él y yo somos iguales. —Los Wairlock no necesariamente son Lycans, Aryam, pero si son seres especiales, elegidos directamente por la diosa Asena. Ambas necesitan enfrentarse a esto. Beatriz, no voy a lastimarte, ¿de acuerdo?

—¿Qué? —farfulla mi prima, un pequeño grito sale de su boca cuando ve como Kellan comienza a quitarse la camisa— ¿Por qué te estás desvistiendo? Ay, Dios mío, no sé si emocionarme o salir corriendo, ¿qué hacemos Ary?

—Solo, espera, Bea, y no vayas a correr, por favor. Si Kellan dice que necesitas saberlo, le creo.

—¿Confías en él? Porque yo tengo mis dudas de confiar en un hombre que disfruta desnudarse frente a dos mujeres en medio de la nada.

—Sí, confío en él —digo con total convicción, como respuesta, las manos de Kellan se detienen un momento en el último botón de su camisa. Me mira, sus ojos brillan con un sentimiento desconocido en ese momento para mí, lo veo tragar con fuerza, y cerrar sus ojos por unos pocos segundos, antes de volver a abrirlos, darme una pequeña sonrisa y continuar desvistiéndose.

—Yo... guau, impresionante —silba mi prima, no puedo evitar dibujar una sonrisa ante su expresión de asombro al ver el lomazo de Kellan, y es que es impresionante. Tanto, que mi prima ha dejado atrás el temor y la desconfianza, y está totalmente embobada comiéndose con los ojos a mi lobo. —¿Tu lobo? Lo hiciste otra vez. ¡Detente!

No tengo tiempo para responder, porque el lobo empieza manifestarse ahí mismo, frente a nuestros ojos. Me muerdo el labio al contemplar una vez más esta transformación. Bea, por el contrario, deja escapar el aliento. Alejo mis ojos unos momentos para ver la reacción de Bea, reconozco la sorpresa, el miedo, la incredulidad y el horror en su rostro al ver como un hombre pasa de humano a animal en segundos y frente a sus ojos.

La escena es impresionantemente bizarra y escalofriante, no es nada bonito, no es como en las películas de Crepúsculo, o como algunos libros lo describen, es horroroso, se escucha cada hueso romperse, no sé si duele, pero se ve doloroso, y aunque no toma mucho tiempo, es espeluznante. No puedo concebir la idea de que en mi otra vida yo podía hacer eso, pasar de un humano a un lobo, pero según los recuerdos que he tenido, yo era una loba, una loba negra.

—¡Oh, Dios mío, oh, Dios mío, oh Dios mío!... esto... esto no está pasando. ¡Es un lobo, es un lobo! Ary, ¡maldita sea, es un lobo!

—Lo sé —susurro. Kellan, o, mejor dicho, el lobo negro, nos observa atentamente mientras mi prima entra en pánico. Me acerco a ella, pero, apenas y toco su brazo, una corriente pasa nos sacude, robándonos el aliento—. ¿Bea? —los ojos de mi prima se tornan totalmente blancos y su cuerpo se tensa, me aferro a ella, asustada—. ¿Qué le está pasando? —Su boca se abre, pero ningún sonido sale de ella, comienzo a entrar en pánico al ver como una especie de luz se desprende de su piel—. ¡Kellan!

—Está despertando —Kellan el humano, ha regresado. Siento sus manos en mis hombros, intentando alejarme de Bea, pero no lo permito—. Debes soltarla, necesita despertar Aryam.

—¡Kellan! —Me sobresalto al escuchar a un hombre gritar. Kellan maldice y lo siento girarse hacia el lugar del que proviene la voz. Yo no puedo dejar de ver a mi prima. Las chispas y un humo grisáceo recorren su piel—. ¿Qué mierda hiciste, Kellan?

—No he hecho nada, ella esta despertando.

—¿Vas a decirme que no hiciste nada, que no causaste su despertar? —reclama el hombre, me vuelvo un poco al escuchar a más personas maldiciendo. Creo que ha venido toda la manada—. Estás desnudo, por el amor de Dios. ¿Te transformaste frente a ellas?

—Sí, tienen que saberlo, Kenneth.

Kenneth... seguro, protección, manada, peligro.

Me vuelvo hacia mi prima cuando su voz resuena en mi cabeza. Sus ojos aun están blancos, pero el humo y las chispas ya no están.

—Jesucristo, hijo, prometimos darles tiempo. —La voz de esa mujer se me hace tan familiar que debo mirarla. Inmediatamente mis ojos conectan con los suyos, siento como entro en algún tipo de trance. Una vez más el aire sale de mi cuerpo y un dolor intenso se apodera de mí, mi piel comienza a arder, siento como soy consumida de adentro haca afuera, intento gritar, pero no lo logro, veo, por mi periferia, como Kellan se asusta y viene por mí.

—¡Aryam!

No puedo dejar de mirarla, esos ojos, ese cabello, esa voz, esa piel... es igual. Diferente peinado, diferente vestido, pero es ella, es ella.

Es la mujer del carruaje. Estoy segura.

Antes de que pueda decirle a Kellan, antes de que pueda ponerme a salvo, antes que pueda evitar que ella vuelva a hacerme daño, mi cuerpo simplemente deja de responder y caigo, mientras mi mente se apaga y la oscuridad me reclama.

Ella ha vuelto.

Me encontró. 

Linaje Negro: DESTINO (Serie Linajes)Where stories live. Discover now