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Minjeong

Llevo demasiado tiempo pensando en esto que me ocurre con Karina y pensando que no debe pasar, que no esta bien. Que no es normal y tampoco ético.

Yo trabajo para ella, para su padre.

¿Pero qué es ético en la vida? ¿qué ocurre cuando esos sentimientos empiezan a ser mas fuertes?

Después de haberla besado, de haberla sentido tan cerca de mí... En mi mente solo rondaba ella. Entiendo que no quiera que ocurra nada, entiendo sus palabras porque yo también las comparto, pero sé que ella lo desea tanto como yo. Cuando vio mis mensajes con Minju enloqueció, nunca imaginé que vería a Karina celosa con algo que me relacionara.

Minju es mi mejor amiga, nunca haría nada con ella mas allá de una amistad. Ella es de las pocas personas que me conoce, de las únicas amigas que tengo. Así que no, ese pensamiento no debería ser ni un pensamiento.

Los tíos de Karina se empeñaron en que fuéramos al valle que habia a las afueras del pueblo. Tenían actividades como tirolinas, juegos de campo y cosas así. A Karina no se la veía muy entusiasmada, no es mucho de ese tipo de cosas, pero al final aflojó y quiso ir a echar un vistazo.

Agarré una mochila con bebidas y sándwiches y salí al porche.

—Minjeong —me dijo su tío.

—Dime señor Yu.

—Llévate nuestro coche, es todoterreno y para subir por el campo es mucho mas cómodo después de la lluvia de anoche.

—Esta bien, gracias señor.

—No me las des —me dio una sonrisa.

Karina salió de casa a los minutos. Llevaba ropa de senderismo, le quedaba espectacular. Desde que pasó aquello anoche cada vez que la miraba era diferente... Y tendría que empezar a sacármelo de la cabeza.

—Vamos en el coche de tu tío, me lo ha prestado.

—Mejor, que sino el mío va a terminar hecho un asco y te va a tocar a ti lavarlo, matoncita.

Rodé los ojos subiendo al todoterreno, ella subió al copiloto.

—Soy tu guardaespaldas, no tu mayordoma.

—Whatever.

De verdad que a veces me sacaba de quicio. Puse rumbo al lugar que me dijo la familia Yu, no estaba muy lejos pero con tango bache era mejor subir en coche.

—¿Dónde aprendiste a pelear?

—¿Cómo? —pregunté confusa.

—Te vi pelear con el secuestrador, ¿donde aprendiste todas esas cosas?

—Estuve varios años yendo a clase de artes marciales, yudo entre otras.

—Me sorprendió. No te pega nada saber pelear.

Reí al escuchar su comentario.

—¿Ah no? ¿Y qué me pega según tú?

—Mmmmmm —se quedó pensativa—. espía secreta, o criminóloga.

No pude evitar soltar una carcajada.

—No te rías, va en serio.

—Pues no diste ni una. Estudié defensa personal, tengo la carrera.

—O sea que en realidad si que te dedicas a esto, a proteger gente.

—Sí. ¿Y tú?

—¿Mucha curiosidad por saberlo? —dijo burlona.

Protecting Yu | winrinaWhere stories live. Discover now