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Una semana más tarde

—¿Lo van a incinerar? —le preguntó Minjeong a su padre.

Key terminó de ayudar a su hija a meter un par de cosas en su bolsa, la cerraron justo después. La ropa estaba al limite en el equipaje.

—No, lo enterrarán. El inspector esta haciendo todo el papeleo, la familia ya esta bastante afectada y nosotros no tenemos nada que hacer ahí.

Minjeong suspiró.

Hacía una semana que Lee Jaewook había fallecido. Mejor dicho, se había suicidado frente a Minho, en aquella fabrica abandonada.

Cuando el joven disparó el gatillo, cada persona que habia en esa habitación cerró los ojos con fuerza. Ninguno de ellos sabía con claridad donde iba a parar esa bala, solo una persona lo sabía y era él mismo, Jaewook. Las palabras del padre de Karina le afectaron más de lo que pensaba, y todo porque sabía que tenía razón. Jaewook no estaba bien, había creado una obsesión con vengarse de algo que realmente no debía ser vengado, y para colmo la fijación en Karina le estaba terminando de enloquecer.

Cuando escuchó a Minho decir todo aquello sintió un golpe de realidad, sintió que esta persona a la que odiaba tanto... le estaba dando una segunda oportunidad. Minho le perdonaba todo lo que había hecho durante años, cada plan, cada minima cosa que pensó para destruirle... Y eso estaba fuera de sus planes. Para Jaewook, Minho era el demonio en persona... ¿Pero qué haces cuando el demonio se redime frente a tus narices? ¿qué haces cuando reconoce que estuvo mal y te pide que le perdones?

Ocurre que te das cuenta de que las cosas podrían haber sido mucho mas sencillas, y no lo fueron.

—¿Sabes por qué lo hizo? —preguntó Key.

Minjeong bajó la mirada.

—Sinceramente... Creo que todo le había superado, probablemente sentía que ya no tenía nada más por lo que luchar.

—¿Crees que una persona puede quitarse la vida por algo así?

—Lo que creo es que si no te queda nada más por lo que seguir adelante, ¿qué sentido tiene la vida? —suspiró—. Supongo que para él fue así, el problema es que no estaba bien y supongo que todo le sobrepasó.

Key suspiró.

—Será mejor que vuelva a mi ronda. ¿Vas a ir a ver a Karina?

—Sí, quiero verla después de hablar con Minho.

Su padre se quedó unos segundos mirándola y se apoyó en la puerta, esbozó una sonrisa.

—¿Estáis juntas, verdad?

—Sí —dijo sin tapujos—. Sé que todo esto no esta bien pero...

—¿Por qué no esta bien? —preguntó confuso.

—No es muy ético...

Key frunció el ceño.

—Sois dos chicas jóvenes de casi la misma edad, ¿por qué no sería ético?

—El trabajo...

Key negó esbozando una sonrisa.

—Esto no es el servicio militar, Minjeong. Puedes salir con alguien con el que trabajas.

—Pero... Es que soy su guardaespaldas. No es profesional... ¿no?

—No serás la primera persona a la que le ocurre, de igual manera... ¿Ya no lo eres, no?

—No —asintió.

—¿Qué te frena ahora?

Minjeong carraspeó.

Protecting Yu | winrinaWhere stories live. Discover now