Please don't go- Juantin-

Capítulo 75

Juanjo

A la mañana siguiente nos íbamos a levantar para irnos a la playa, se le veía tan ilusionado por ir conmigo. -Buenos días Pumu.- Le dije al despertarme y verle sobre mi con su pelo alborotado y sus mejillas coloradas. -Buenos días Juanji.- Me miró a los ojos sonriéndome, no se puede ser más mono.

Nos levantamos finalmente después de estar bastante tiempo tumbados hablando. -Hijo. por fin te levantas anda que le estas dando una buena impresión a Juanjo, el pobre fijo que ha tenido que esperar a que te despertaras y todo.- Dijo Carmen al ver a Martin pasar por el marco de la puerta. -Mama, si son aun las diez y media.- Dijo Martín frotándose los ojos. -Buenos días Carmen.- Sonreí vergonzosamente lo que hizo que Eric, que estaba sentado en el salón, se riera un poco. -Ay, Juanjo, buenos días. ¿Has tenido que esperar mucho para que se despertara?- Pregunto haciendo que Martin riera aún más. -Mama. que tampoco duermo tanto, la que mas duerme aquí es Maria.- Dijo frotándose el pelo haciendo que este se revolviera más -Anda que, todo el rato metiéndote con tu hermana.- Me reí ante el comentario de su madre.

Martin se puso a hacerse un colacao para desayunar mientras tarareaba una canción. -Me haces?- Le dije mientras le abrazaba por la cintura. -Eres un aprovechado Juanji.- Dijo riéndose. -A ver, si ya te estas haciendo uno aprovecho para que me hagas uno a mi.- Reí mientras le daba besos en la cara. -Venga va te hago el colacao si me haces las tostadas.- Dijo girándose para mirarme a la cara. -Tu si que eres un aprovechado.- Dije antes de que me diera un beso. -Búa Martin, luego te quejas si me ves a mi con Javi.- Dijo Maria entrando por la puerta de la cocina con cara de sueño. -Maria, no compares, que no te has sacado ni la ESO aun y yo ya estoy en la universidad guapa.- Dijo Martin empujando el hombro de su hermana levemente. -Si solo nos llevamos tres años amor.- Dijo Maria riendo acercándose a mi en un abrazo. -Buenos días Juanjo, contigo no tengo ningún problema, comete a mi hermano si quieres.- Me reí ante su comentario y le devolví el abrazo. -Maria por Dios, tampoco te pases.- Dijo Martin avergonzado.

Después de un buen tiempo conseguimos salir de su casa. De camino a la playa nos paramos en una cafetería para tomarnos un café o, en su caso, un colacao. -Búa, no se como te gusta el café, es tan amargo y encima te lo tomas sin leche ni nada, no te entiendo.- Rió tras probar mi café. -Martin, es que a nadie le gusta el café de verdad menos a la gente que está mal de la cabeza, es para estar más despierto que con un colacao solo me quedo dormidísimo.- Me reí ante su expresión de confusión. -No te entiendo la verdad.- Rió dándome la mano. -No me entenderás pero me quieres igual.- Le di un beso en la mano cosa que hizo que se sonrojara.

Ese sonrojo se fue rápidamente y no entendí por qué. -Martin, estas bien?- Le dije con preocupación. -Vale, gírate disimuladamente, el del polo blanco es Hugo.- En cuanto dijo su nombre no pude evitar girarme. -Juanjo, te he dicho disimuladamente.- Rió dándome un pequeño golpe en la mano. -El pringado ese es Hugo?- Él asintió. -Me lo esperaba más imponente la verdad.- Continuó con su risa contagiosa. Al parecer su risa era tan contagiosa que hizo que se acercara a nosotros. -Hombre, Martin Urrutia, que te trae por aquí. Había oído que te habías ido a Madrid a estudiar bellas artes.- Dijo quitándose sus gafas con una sonrisa pícara. -Hola, Hugo, que tal estás? Yo he oído que estás con un tío no?- Dijo él con un tono pícaro. -Si, estoy con Lucas. Tu que tal por la gran ciudad.- Le respondió con ironía.

 -Pues bien, por cierto, que casi se me olvida presentaros. Hugo, este es Juanjo, mi novio. Juanjo, el es Hugo, un viejo amigo.- Dijo él riendo mientras nosotros nos debamos un apretón de manos lleno de miradas intensas. -Un placer, Hugo.- Le dije mirándole a los ojos intentando transmitir todo el odio que sentía hacia él. -Bueno, nosotros nos vamos ya, que nos vamos a la playa. Adiós, Hugo.- Intervino Martin levantándose para ir a pagar a la barra. -Adiós, encantado de conocerte.- Dije antes de alejarme de él.