CAPÍTULO 15

48 8 163
                                    

CAPÍTULO 15

Guardianes de las profundidades de los cinco reinos

Mis piernas nuevamente empiezan a pedirme tregua, y yo compruebo que mi físico es un asco. Respiro entre jadeos, y me detengo al pie de un abismo, no sé ni como termine aquí, la vegetación a mi alrededor sigue siendo la misma, pero termina al borde de un precipicio, el cual ahora mismo está frente a mí. Dejar a Van solo con lo que sea que haya sido esa cosa, me da cierto cargo de consciencia, pero al mismo tiempo tengo presente que en cualquier momento Frederick puede aparecer frente a mi y exigirme que me vaya con él, lo cual no pienso hacer sin Van y mucho menos sin respuestas. Recupero el aire nuevamente, y me aproximo hacia el abismo frente a mí, hecho una mirada hacia el fondo de este con cautela, y veo que al fondo corre una especie de río rojo, sí un río rojo que levanta una neblina del mismo color a su alrededor. Desconcertada por la imagen frente a mis ojos, vienen a mi mente como olas las palabras de aquella silueta de agua: cruza el sendero escarlata sin temor.

—¿Y se supone que este es el dichoso sendero? — hablo para mí misma.

Observó más alrededor, y noto que este abismo es alargado y divide totalmente este lado del otro frente a mí. A eso es a lo que se refería con que debía cruzar el sendero sin temor. Un salto no será suficiente para llegar al otro lado, caería a la mitad y me ahogaría en lo que sea que sea lo rojo allí abajo. ¿Cómo se supone que voy a cruzarlo sin temor cuando el abismo frente a mi es de más de cien metros de profundidad? ¿Cómo?

Me pasee al borde del abismo estudiando la forma de cruzarlo sin morir en el intento, pero simplemente nada se me ocurría, al menos nada seguro. Pero aquí nada tiene lógica ¿no? Desde la entrada hasta la salida es a través de la magia, magia que es controlada por las sacerdotisas, hasta ahora he podido notar que la magia que ellas utilizan es en base a lo que ninguna persona cuerda haría, ¡Exacto! Ninguna persona cuerda se atrevería a dar un solo paso hacia el abismo sabiendo que va a caer en un río de probable lava ardiente, por eso la silueta en la fuente dijo que lo cruzara sin temor ¡Esa es la clave! Debo avanzar hacia el otro lado sin temor, pero la pregunta ahora es: ¿cómo?

Mientras me convenzo a mí misma de sí dar un salto de fe o no, recuerdo cada una de las veces en las que pase hambre junto a mi madre, las veces en las que pasé frío y enferme por ello, recuerdo nítidamente cada humillación hacia mis padres cuando fueron exiliados del reino, y todo ¿por qué? Por la ambición de una persona sin escrúpulos. Por eso debo tomar fuerza, debo alimentar mi odio a partir del sufrir y la humillación de mi familia, y empezar a avanzar hacia el mismísimo abismo sin temor. Mientras alimento mis agallas con el odio que llevo dentro, tomo una de mis dagas y sobre la tierra al borde del abismo dejo un mensaje para Van, esperando que lo vea, y que yo logre cruzar:

Camina sin temor. Te veo del otro lado

Lena.

Sé que Van es inteligente, incluso aunque me cueste admitirlo es más inteligente que yo, con ese mensaje estoy segura de que sabrá qué hacer.

Me pongo de pie, y sin pensarlo mucho doy un paso firme hacia la nada, no miro debajo de mis pies, mantengo la mirada al frente y solo me dejo llevar por mis ganas de hacer justicia, no dejo que el miedo se apodere de mi mente, manteniéndola ocupada recordando cada humillación y carencia vivida por mi familia. Avanzo con pasos firmes sobre el abismo, caminando sobre el mismo aire, segura de adónde voy porque no siento temor de mi destino.

Llego al otro lado sin demora, y al tocar tierra firme suelto todo el aire retenido en mis pulmones. Pasé sin mayor demora, eso quiere decir que mi teoría era lógica, las sacerdotisas poseen magia poderosa, sí, pero también saben cómo jugar con la mente a través de ilusiones. Una ilusión eso es lo que es el maldito abismo una ilusión...me convenzo a mí misma, pero de repente un sonido a mi espalda hizo que me pusiera alerta...

Sunland ¿Una princesa de la realeza?Where stories live. Discover now