10. Sombras

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🌷Capítulo diez 🌷

"Sombras"

•Jael Miller•

Desde mi posición en el evento, observo con cautela cómo Máximo y su banda se acercan a nosotros, con una actitud desafiante y prepotente. Sus miradas arrogantes y sus gestos de superioridad son evidentes a medida que se acercan, como si estuvieran listos para despreciarnos y humillarnos frente a todos.

—Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí? —dice, con una risa burlona—. Prism, ¿no? ¿O debería decir lo que queda de Prism?

Siento la furia arder en mi pecho, pero me mantengo en silencio, resistiendo el impulso de enfrentarlo.

—Eric, ¿qué pasó contigo? ¿Te quedaste sin inspiración? —continúa, ignorando nuestras miradas asesinas—. Y tú, Jael, ¿aún tratando de encontrar tu lugar en el mundo de la música? Quizás deberías haberme seguido cuando tuviste la oportunidad.

Sus palabras me hieren, pero me mantengo firme, sin ceder ante su provocación. 

—Y miren quién tenemos por aquí... A mi Lena, tan guapa como siempre —dice en un tono burlón.

Máximo avanza con una arrogancia desafiante, su figura imponente despierta un aire tenso en la atmósfera. Sus ojos, fríos y calculadores, parecen escrutar cada gesto de Lena con desdén, como si estuviera evaluando su valía en función de su elección amorosa.

Alan, erguido y decidido, se interpone entre Máximo y Lena, mostrando una determinación que contrasta con la tensión que crece en el ambiente. Su mirada firme desafía las palabras venenosas que anticipa que saldrán de los labios de Máximo.

Cuando finalmente habla, lo hace con un tono de voz lleno de desprecio.

—Lena, Lena, Lena... ¿Qué clase de juego estás jugando aquí? ¿No te bastó con intentar conquistarme que ahora recurres a este? Es lamentable ver cómo una chica tan prometedora como tú se rebaja a este nivel.

Alan sostiene la mirada desafiante de Máximo con determinación, su voz resuena con firmeza.

—No tienes ni idea de lo que estás hablando, Máximo. Lena es mucho más que tus simples juicios. No se trata de un juego, se trata de amor real, algo que claramente tú no puedes entender.

Lena, aunque visiblemente afectada por las palabras hirientes de Máximo, se mantiene firme junto a Alan. Su voz, llena de determinación y dignidad, resuena en el aire:

—No necesito tu aprobación, Máximo. Lo que Alan y yo compartimos va más allá de tus estrechas percepciones. No es sobre conquistar o ser conquistada, es sobre encontrarse y amarse sinceramente.

Máximo lanza una mirada burlona a Lena, sus palabras cargadas de cinismo y desprecio:

—¿Recuerdas esos tiempos, Lena? Cuando solías rendirte por completo a mis pies, cuando tus lágrimas caían como lluvia por mí, cuando anhelabas cada palabra y cada gesto mío. Ahora mira dónde estás, detrás de este perdedor.

Lena se mantiene firme, sus ojos reflejan determinación y dignidad mientras responde con voz serena...

—Lo que sentía antes no era amor, Máximo. Era una ilusión que creé en mi mente, basada en tus mentiras y manipulaciones. Ahora sé lo que es el verdadero amor, y está lejos de ser como lo describías.

Máximo, con su tono despectivo y una sonrisa burlona en los labios, se vuelve hacia Samara, sus palabras cortantes como cuchillas.

—Qué desperdicio de talento, ¿verdad, Samara? Es una lástima que tengas que compartir tu genio musical con un grupo tan poco agraciado como Prism. En mi banda podrías ser el foco central de todo, como siempre lo has querido.

Abrazado A Ella [Libro I]Where stories live. Discover now