16. Mi Lena

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🌷 Capítulo dieciséis 🌷

“Mi Lena”

•Alan Bennet•

El aire en la sala de ensayo se siente pesado, como si cada palabra de Jael creara una visión más amplia de lo sucedido. Mis oídos zumban con el eco de sus revelaciones mientras intento asimilar lo que acabo de escuchar. Samara. La traición viene de Samara, la misma Samara que ha estado con nosotros desde hace un tiempo. Mi mente se niega a aceptarlo, pero mis ojos buscan instintivamente su figura en el rincón de la habitación.

Allí está ella, la chica de cabello rubio y ojos azules, la misma que compartió risas y secretos con nosotros durante meses. Pero ahora, su presencia parece diferente, envuelta en una sombra de engaño que no puedo ignorar. Intento recordar cada detalle de su rostro, como si buscar alguna señal de arrepentimiento en sus ojos azules pudiera cambiar la realidad. Pero su mirada evita la mía, esquivando cualquier intento de conexión mientras esté allí.

Ella no es así. Sé que su actitud no es la mejor en la banda y que tiene muchas cosas que mejorar como cualquier ser humano, pero no la creo capaz de eso.

O sí. Tal vez estoy equivocado, tal vez me equivoqué todo este tiempo.

La sensación de traición se apodera de mi corazón, retorciéndolo con una mezcla de incredulidad y dolor. ¿Cómo pudo haber llegado a esto? Confiamos en ella, confié en ella. Y ahora, esa confianza se desvanece como notas disonantes en una melodía que solía ser perfecta, o al menos eso aparentaba ser.

El futuro de la banda, nuestras relaciones personales, todo parece colgar de un hilo frágil, amenazado por la oscuridad de la traición de alguien en quien confiábamos.

El silencio se rompe cuando Lena se acerca a ella. —Yo confiaba en ti —murmura haciendo a un lado su hermoso cabello crespo que le impide ver a Samara con claridad—. Recuerdo ese día, cuando me dijiste que no eras como los demás pensaban. Yo te creí, Samara. Te creí cuando dijiste que eras diferente.

Sé que esto le afecta, Lena es muy frágil emocionalmente. Por eso siempre trato de estar cerca de ella, de cuidarla y de protegerla, no quiero que nada malo le pase y menos ahora, con la noticia recibida.

Me siento paralizado, atrapado entre el deseo de consolar a Lena y la necesidad de mantenerla a salvo de cualquier daño adicional. Con cuidado, coloco una mano en su cintura, sintiendo su temblor bajo mis dedos.

—Lena, no... —mis palabras son apenas un susurro, pero contienen toda la urgencia que siento en ese momento. Intento detenerla cuando veo que se acerca más a Samara, el impulso de confrontarla palpable en el aire entre nosotros. Pero la conozco lo suficientemente bien como para saber que su corazón está lleno de mezcla de dolor, y que no será fácil detenerla.

—Lena, por favor —insisto y mi voz se vuelve más firme ahora mientras intento calmarla.

Mis palabras son un susurro desesperado, una súplica silenciosa para que detenga su avance. Porque aunque entiendo su necesidad de buscar respuestas, también sé que el peligro que acecha en las sombras es real, y que no podemos permitirnos ser consumidos por él.

Mi Lena, puede llegar a ser tan emocional… tan frágil…

—Te creí, Samara, lo hice —afirma mientras su voz se vuelve cada vez más suave—. Todos hablaban de lo mala persona que eras mientras yo siempre trataba de defenderte. Dime, ¿por qué? ¿Por qué fuiste capaz de hacernos daño? ¿Por dinero? ¿Por el estúpido dinero, Samara?

Antes de que pueda continuar, avanzo hacia ella y la retiro hacia mí al notar que Samara se pone firme en su lugar. No sé qué sea capaz de hacer, pero no dejaré que siga dañando a mi chica.

Abrazado A Ella [Libro I]Where stories live. Discover now