23. Te amo

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🌷Capítulo veintitrés🌷

"Te amo"

Lena Scott •

—¿¡Dónde está Alan!?— grito, sintiendo el pánico apoderarse de mí mientras miro a mi alrededor en la sala del hospital. Sus caras están pálidas, y un silencio inquietante llena el aire. Jael, Eric, Alessandro, y algunos miembros del equipo técnico están allí, sus expresiones llenas de dolor y desesperación.

Miro a Jael, esperando que él me diga que todo está bien, que Alan está bien. Pero él baja la mirada; su voz es apenas un susurro cuando finalmente responde.

—Lena... Alan no sobrevivió —anuncia, y siento como esas palabras me atraviesan como un cuchillo.

Mi mundo se detiene. Todo se vuelve borroso mientras las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas. Siento un grito desgarrador salir de lo más profundo de mi ser.

—¡No! ¡No, no, no puede ser! —grito, sujetando mi vientre como si al hacerlo pudiera proteger a nuestro bebé de esta cruel realidad—¡Íbamos a casarnos! ¡Íbamos a ser una familia!

Me derrumbo al suelo, incapaz de sostenerme en pie. Eric corre hacia mí y me envuelve en un abrazo, tratando de consolarme, pero su presencia solo hace que mi dolor sea más real. Siento como si mi corazón estuviera siendo arrancado de mi pecho, como si el mundo entero se estuviera desmoronando a mi alrededor.

Es que... es que, simplemente, no soporto la idea de no volver a ver al amor de mi vida.

Se ha ido.

El amor de mi vida, el padre de mi hijo, aquel hombre al que tanto amo, se fue...

—No, no, no —sollozo, enterrando mi rostro en el hombro de Eric—... Alan... No puedo vivir sin él. No puedo...

—Lo siento tanto, Lena —dice Eric, su voz quebrada por la culpa y el dolor—... Esto es culpa mía...

—No, Eric —interviene Jael, su voz firme aunque llena de tristeza—. No es culpa tuya. Fue un accidente. Alan no querría que te culparas.

Pero esas palabras no alivian el dolor que siento. Nada puede. Sigo llorando, mi cuerpo temblando con cada sollozo. Alessandro se acerca, su expresión severa pero compasiva.

—Lena, tienes que ser fuerte por tu bebé —dice con su voz intentando ser tranquilizadora—. Alan querría que siguieras adelante, por él, por su hijo.

Las palabras de Alessandro son un recordatorio cruel de la realidad que debo enfrentar. Nuestro bebé, nuestro sueño de una familia, ahora depende solo de mí. Me aferro a esa idea, tratando de encontrar algo de fortaleza en medio de mi dolor insoportable.

El hospital está lleno de un silencio opresivo, roto solo por mis sollozos y las voces bajas de mis amigos y algunos miembros del equipo, intentando consolarme. Siento que estoy atrapada en una pesadilla de la que no puedo despertar, y la desesperación amenaza con consumirlo todo.

Mi mente se inunda de recuerdos: Alan sonriendo, Alan acariciando mi vientre, Alan prometiéndome un futuro juntos. Cada recuerdo es una herida abierta, cada imagen un recordatorio de lo que hemos perdido.

Miro mi mano por unos segundos, y observo ligeramente el anillo que él me había regalado; joder, todo se ha ido, todo... Y por primera vez, veo mi futuro tan incierto.

—Ibamos a ser una familia... —murmuro sujetando mi mano entre lágrimas.

Eric sigue abrazándome, su propio dolor evidente en la forma en que sus manos tiemblan. Jael está a mi lado, sus ojos llenos de lágrimas, mientras intenta ser fuerte por todos nosotros. Alessandro y los demás están cerca, cada uno lidiando con su propio dolor mientras intentan asimilar la situación.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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Abrazado A Ella [Libro I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora