El juego de Lucifer.

Capítulo 25.

¡Hola!

Antes de empezar el capítulo quiero tocar un tema del que ya hable en instagram, pero lo quiero también aclarar por aquí.

Bien.

Yo sé que hace mucho les vengo prometiendo un maratón que no les he traído y mi error fue prometerles algo cuando pensé que sí podría lograrlo, pero no fue así. Estoy pasando por el semestre más pesado de la carrera y sobre todo, estoy en mis semanas finales y por eso me es imposible traerles un maratón. En todo este tiempo incluso me ha costado escribir un solo capítulo porque no tengo tiempo; con la universidad y mi trabajo, me es imposible encontrar tiempo para enfocarme en wattpad y las actualizaciones.

Por eso vengo a disculparme por el atraso y por la promesa de un maratón que no les pude cumplir. Y les traigo un capítulo que apenas pude terminar porque tampoco me parece justo que esperen tanto sin capítulo.

De verdad, si yo pudiera les traería muchos capítulos, pero no puedo, no tengo tiempo y debo poner mis proyectos escolares como prioridad y eso es algo que espero me comprendan. Así como ustedes, yo también tengo una vida fuera de wattpad de la que debo encargarme primero y eso es lo que hago, por eso me demoro en subir capítulo.

Pronto vendrán mis vacaciones y espero que para entonces pueda tener más tiempo para escribir para ustedes. Mientras tanto, les pido más paciencia y comprensión.

Muchas gracias por seguir aquí.

Espero disfruten del capítulo. (No olviden votar y dejar comentariooos por favor)

Con amor, Mar.

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Capítulo 25.- Reclamar a su mujer.

Sus ojos grises me escanearon con atención durante todos esos segundos que permanecimos en silencio.

―¿Por qué quieres casarte conmigo? ―Fue lo que pregunto―. Es decir, ¿por qué tan pronto?

―Porque estoy enamorada de ti. ¿No es motivo suficiente?

―Lo es, pero...

―No te estoy obligando a nada, Xander. No tienes que aceptar, solo tienes que saber que en mi familia las uniones se hacen por conveniencia y Dios quiera que no, pero vendrá otro hombre intentando unir a nuestras familias y la mía al ser tan tradicional no quedará más opción que aceptar ese matrimonio sin que yo tenga posibilidad de negarme a contraer nupcias con un hombre al que no amaré nunca.

―¿Quieres casarte conmigo para librarte de un matrimonio arreglado?

―Quiero casarme contigo porque te amo ―Le dije con total seguridad y mientras lo miraba a los ojos―, y porque a tu lado soy absolutamente feliz. Si tú no te sientes preparado o si no estás seguro de querer casarte conmigo en un futuro próximo, entonces no deberíamos continuar nuestra relación.

Sí, me estaba arriesgando mucho al ponerle un ultimatum, pero gran parte de mí se sentía confiada de que él no iba a rechazarme.

Al menos esperaba que mi corazonada no estuviera en un error.

Él tomó mi mano y tiró de mí para sacarme del despacho.

―¿A dónde me llevas?

―Solo ven conmigo.

Sin protestar lo seguí hasta que salimos al exterior de la mansión, que es donde su auto se encuentra estacionado y custodiado por los guardias del lugar.