❱ Capitulo 10: Orden

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Killer, Dust y Horror, que traían muerte y tormento desde el subsuelo, detuvieron todo

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Killer, Dust y Horror, que traían muerte y tormento desde el subsuelo, detuvieron todo. No temieron por sus vidas, porque ellos no estaban involucrados, pero nadie quiso arriesgarse a dar un paso en falso o acercarse aunque sea para curiosear, así que hicieron lo más inteligente que se les ocurrió.

Correr hacia Nightmare, y rogarle para que los dejara ir.

El escenario ya era desastroso, el universo había sido tomado en un 100% por el temible demonio del caos, pero aún estaba enojado. Consideró tantas posibilidades, planificó tantos escenarios, instruyó a Nightmare para que se preparara para el peor escenario posible, y nada de eso funcionó, porque sucedió lo que menos esperaba.

Todos y cada uno de sus planes dependían de que tuviera un cuerpo por el que viajar en aquella dimensión, y ahora lo había perdido, todo gracias a ese intruso. Todo gracias a Reaper.

Ese... maldito cobarde, deseoso de verlo caer. Era tan fácil para él; entrometerse en sus planes, y marcharse como si nada. ¿Quién se creía? ¿Atacarlo, y huir cual presa? ¡Era un completo idiota! Porque fue tan espontáneo, y ahora Bill estaba enojado.

No solo el perder su cuerpo físico le hizo mostrar su verdadera naturaleza, un cúmulo de ira que se desató en cuestión de minutos, reflejándolo en el universo que, ahora, le pertenecía; sino que, por si fuera poco, había perdido la oportunidad de darle su merecido a ese Dios bueno para nada.

Y estaba enojado. La ira recorría cada uno de sus extremos, y como un triángulo gigante, destruyendo todo a su paso, era de temer.

──── BILL. ──── Llamó Nightmare, corto de paciencia, viendo que, una vez más, una versión de sí mismo había complicado todo de una manera totalmente innecesaria. Ahora su aliado se desquitaba como si de un animal se tratara, dejando sus más primitivos instintos actuar por sí solos.

... Pero solo era él y su personalidad. Esa era la realidad.

──── ESTO ES TU CULPA. ──── La pirámide se acercó con peligro al rey de la negatividad, el negro inundando su esclerótica, un rojo carmín en su pupila. Había crecido exponencialmente, sus manos se posaron a los costados de la sierra que su propio poder, incontrolable, había formado. En la cima más alta de un macizo, Nightmare lo apuntó con sus tentáculos, amenazante.

──── ¿No era yo el inútil? Era lógico que esto pasaría.

──── Oh, lo siento. ¡Claramente no lo pensé bien! ¡YO SOY EL MALDITO IDIOTA QUE DEBÍA CUBRIR MI MALDITA ESPALDA! ──── Escupe, sarcástico. ──── TU LABOR ERA EVITARLO.

──── No me dijiste que eras tan débil.

──── Disculpa, ¿SOY TU PUTA MAMÁ? ¿O NECESITAS UN POCO DE AYUDA PARA HACER TRABAJAR A TU TONTA CABEZA? ──── Refunfuña entre dientes, su pupila se hizo más pequeña por la obviedad que su aliado omitió. Ver a Nightmare lo descontrola, porque no era igual a él. No tenía su forma de pensar y, en los momentos más cruciales, era un completo idiota, porque era un egoísta que se preocupaba de su propio pellejo, mucho más de lo que se preocupaba por tener éxito en sus misiones. Un largo suspiro escapa de Bill, que cierra su único ojo, y lentamente se hace más pequeño sin cambiar sus colores. ──── Tráeme un cuerpo, o juro que voy a destruirte, con, o sin trato. RÁPIDO.

QUERIDO ANGEL 𝗜 BillReapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora