Confessions II

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"Una puta llamada es lo que necesitas para que me plante en una discoteca a las tres de la mañana teniendo partido y entreno por la mañana" Habló él con la voz ronca

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"Una puta llamada es lo que necesitas para que me plante en una discoteca a las tres de la mañana teniendo partido y entreno por la mañana" Habló él con la voz ronca. Ella se quedó atónita porque ese dato no lo sabía. Héctor siempre había demostrado más por sus actos que por sus palabras.

"Entérate de una vez, Inés" Murmuró él antes de volver a saborear sus labios. Ella rodeó su cuello con sus manos y apoyó su espalda en la puerta mientras el agarraba su culo y hacía que enrollara sus piernas alrededor de su cuerpo.

"Dímelo" Pidió ella en sus labios. Quería que se lo dijera, quería que le dijera que la echaba de menos, su orgullo necesitaba escuchar esas palabras saliendo de su boca. Héctor se apartó de sus labios y bajó a jugar con su cuello teniendola entre él y la puerta. Ella pasaba las manos por su pelo, quería que fuera suyo de nuevo.

"Te echo de menos, Inés" Susurró Héctor mordiéndole el lóbulo de la oreja, ella apretó sus labios y tiro de su pelo hacia atrás para que este posara sus ojos en los de ella. Héctor tenia los ojos mucho más oscuros de lo normal, la miraba con deseo, también queria que ella fuera suya. Sus respiraciones seguían agitadas e Inés junto sus labios de nuevo para no olvidar el sabor que estos tenían.

Héctor caminó con ella en brazos hasta su habitación y se sentó en el borde de la cama con ella a horcajadas encima suyo.

"Te necesito" Murmuró ella haciéndo que este se tumbara en la cama. Se puso encima suyo y empezó a mover sus caderas para rozar sus partes mientras apoyaba las manos en el pecho desnudo de Héctor. Le estaba volviendo loco y necesitaba estar dentro de ella. Inés sonrió para bajar hacia el y devorar su cuello dejando un rastro de besos en este. Él iba a bajar sus manos al culo de Inés pero ella las agarró para ponerlas a los lados de él sobre la cama, entrelazándolas y dejándole sin otra opción que aguantarse las ganas, él puso una cara juguetona y le dejó a ella el control de la situación. "Sigo enfadada" Murmuró ella cerca de sus labios, haciendo que él bajara su mirada ahí. Aceleró el ritmo de sus caderas y Héctor gimió, aguantándose todas las ganas que tenía de tumbarla debajo suyo y hacer lo que quisiera con ella. Ella bajó sus pantalones y sacó su erección para sentarse encima de ella de una sola estocada, apartando su tanga a un lado sin sacárselo. Ambos gimieron, hacía un mes que ninguno de ellos había hecho nada sexual, tenían ganas de esto. Ella empezó a moverse lentamente sobre el.

"Se te nota mucho lo enfadada que estás" Vaciló él mientras dirigía su mirada a los movimientos que ella estaba haciendo sobre él. Eso hizo que ella sonriera y pusiera sus pechos cerca de su cara, provocándole. Las manos de ambos seguían entrelazadas en la cama, e Inés notaba la presión que tenía que hacer para que este no se soltara de su agarre. Estaban jugando y el ambiente estaba ardiendo. "¿Que quieres de mi?" Habló él de nuevo con la voz ronca, dirigiendo su mirada hacia los labios de ella.

"Que me lo supliques" Murmuró ella con una sonrisa de autosuficiencia mirándole a los ojos. Héctor pasó su mirada a los ojos de ella, dios, si pudiera tatuarse unos ojos sin duda serían los suyos. Le miraba con cara de mala, como a él le gustaba. Solo con ella tenía esa atracción tan pura. Dirigió su mirada a sus labios y analizó toda su cara en general, intentando descifrar si lo que decía iba enserio.

ONE SHOTS (HECTOR FORT)Where stories live. Discover now