capitulo 15

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(Punto de vista de Agata)

Unos pequeños rayos de luz solar se filtran por la ventana, abro los ojos lentamente y lo primero que noto es que max ni dimitry se encuentran a mi lado, asi que decido levantarme, me desplazo por la habitación hacia mi armario de el saco una remera color celeste pastel y una minifalda blanca con ropa interior, luego salgo de la habitación para ir directamente hacia el baño y darme una ducha.

Me relajo en la ducha, porque hoy por fin mi menstruación acabo, además de que pasaron otras cosas, y mi cabeza está un poco confusa por lo que sucedió, ahora supongo que estoy de pareja con dos mellizos que son lobos...

Eso es... Una locura.

Tampoco entiendo como es que ellos aceptaron esta relación. Pero ya no puedo hacer mucho al respecto, sacudí la cabeza y decidí salir de la ducha, me coloco la remera, luego las bragas y por último la minifalda, ahora que lo pienso ya no parece que viva sola, todas mis cosas están acompañadas por ejemplo los cepillos de dientes ahora son tres, luego los pares de pantuflas, las toallas, perfumes con aromas varoniles se mezclan con los míos, entre otras cosas más.

Me seco el cabello y defino esos lindos rizos que tengo, ¡perfecto!. Deje las toallas en una percha y decidí bajar, para ver si ellos estaban o se habían ido, apenas me asome a las escaleras desde arriba pude ver a max acostado en el sofá leyendo unos papeles, baje de a poco las escaleras y luego lo salude, como me relaciono con max es muy distinto a como me relaciono con hades.

Me acerque a la cocina porque unos deliciosos aromas se sentían en el aire, me asome hacia la puerta y vi a dimitry cocinar, que sexy. El me noto al instante, dejo lo que estaba haciendo y se acerco hacia mi para darme un cálido abrazo, me envolvió en esos brazos tan fuertes que tiene.

Y pronto mis pies dejaron de tocar el piso.

—¿Dormiste bien princesa?.

—¡Sip!, también pensé que ninguno estaría.

—Hoy es nuestro día libre —mientras me bajaba nuevamente.

—¿Y que estas cocinando? —pregunte curiosa.

—Pasta, ¿Te gusta? —responde.

—obvio, me encanta.

El sonrió y siguió cocinando mientras que yo tome asiento en un lugar para observarlo cocinar, Cuando el de pronto se dió la vuelta y parecía querer hablar de algo pero hades entro por la puerta e interrumpió, ahora se me hace un poco más fácil diferenciarlos entre quien es Hades y max, el camino para acercase hacia mi y su mano acaricio mi cabello mientras que se inclinaba para  depositar un beso en mi mejilla pero dimitry soltó un pequeño gruñido.

Hades lo miro juguetón, creo que le gusta ser regañado por su hermano al menos eso es lo que veo, dimitry tranquilo se da la vuelta y empezó a servir la pasta en unos platos que tenía preparados pero alguien tiene ganas de jugar a escondidas porque en ese preciso momento hades me toma la barbilla y deposita un beso fugaz en mis labios, pero dimitry ni siquiera lo noto, pero Hades tiene una mirada de picardía que se nota a lo lejos, que hombre.

Hades puso un plato para mi sobre la mesa y luego se colocaron en sus respectivos lugares con sus platos y se sentaron a comer, terminamos de comer y la comida fue deliciosa, exquisita. Además de que dimitry cocina mucho mejor que yo debería pedirle que me cocine todos los días de mi vidaa. Me levanté y fui arriba para cepillar mis dientes luego baje y me deje caer sobre el sofá, tome el control de la televisión y la encendí.

Luego de unos minutos dimitry y max bajaron y cada uno se sentó por lugares separados, mirando y revisando papeles, sin darme cuenta siempre estoy echando miradas, verlos tan concentrados en sus cosas es entretenido. Aparte quien no miraría tremendos bombones. Son demasiado guapos, se ven tan atléticos. Sus fracciones varoniles son tan bellos. Poco a poco mis párpados pesaron y sin darme cuenta quedé rendida ante el sueño.

Pero pronto las caricias que alguien me hacia me despertó y cuando abrí mis ojos la primera persona que ví fue a dimitry con mi cabeza en sus piernas, mientras me acariciaba el cabello me quedé perdida, aún adormilada mirando sus ojos hasta que estos cambiaron a un color oscuro.

—Que dormilona.

—¿Quien eres?.

—Mi nombre es Zeus, rubia hermosa.

Sonreí aún estaba adormilada y no sabía que responder pero de repente se inclino hacia mi y me beso. Un beso tan apasionado. Tan deseoso y desesperado. Me perdí en el maravilloso beso hasta que escuche un gruñido pero eso no lo detuvo, ni a mi para corresponder el beso, pero pronto unas enormes manos empezaron a acariciar mis muslos expuestos eso hizo que pusiera fin al beso.

Mire hacia la dirección de las caricias y ahí estaba Hades sentado mirándome con intensidad, su mirada y la mía se encontraron. Los dos tenian la expresión de que en cualquier momento me iban a devorar, las enormes manos de Hades acariciaban mis muslos, los apretaba y se deslizaron, empezaban a subir cada vez más, mientras que dimitry empezo acariciar mis senos y creo que a hades eso no le gusto porque miro a Dimitry, y este se mostraba serio e inexpresivo.

Pero Zeus prosiguió con lo que estaba haciendo y Hades hizo lo mismo y siguió con lo suyo. me acariciaban, me apretaban los senos y los muslos al mismo tiempo eso me exitaba y me hacia humedecer, pronto mi respiración y pulso se aceleraron, mis pezones se pusieron duros por el roze de las yemas de sus dedos a traves de la tela de ropa, los dos tenian las mandibulas levemente apretadas, mientras que sus respiraciones eran desordenadas, el ambiente se cargo de tension sexual pero el sonido de un celular retumbo por la casa rompiendo esa tension, por el tono supe que era mi celular di un brico del sofa y corri en busca de mi celular.

Volvimos, ¿nos extrañaron?.

Una rosa para dos hombres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora