capitulo 13

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(Punto de vista de Hades)

Se despertó bastante tarde ya que son pasadas las doce del medio día, es una dormilona. Pero está bien debería igualmente preparar un buen desayuno para ella, empecé a buscar unos huevos, encendí el fuego de las hornallas y coloque un sarten sobre este, empecé a romper los huevos y ponerlos sobre el sarten ya caliente, lo condimente, luego agarre un tenedor y empecé revolver para que todo se cocinara.

Cuando se cocino me desplace por la cocina para buscar un plato luego de que lo encontré lo dejo sobre la mesada de mármol y busco pan, cuando ya lo había encontrado lo puse en el plato, luego me acerque hacia la heladera y saque de ella queso y lo puse encima del pan, luego el huevo revuelto y listo.

Lo pongo sobre la mesita auxiliar de cama, agarro un vaso y de la heladera saco una jarra que contiene jugo de naranja, lo coloco, y llevo todo el delicioso desayuno para ella, me desplace por los pasillos hasta su habitación, cuando paso por la puerta me encuentro con ella acostada boca abajo.

—Nena tu desayuno ya está listo —comente.

Rápidamente se dió la vuelta y se sentó sobre la cama.

—¡Gracias! —expreso.

Deje la mesita sobre la cama y ella empezó a saborear su desayuno, sin darme cuenta empecé a acariciar sus rizos rubios, es tan linda.

—¿Fui muy rudo anoche? —pregunte.

Ella casi se atraganta con su bebida, y empezó a toser, ups. Empecé a acariciar su espalda preocupado, y la mire al rostro para ver si estaba bien, este tenia un leve sonrojo, tengo ganas de morder esos lindos cachetes. Luego de unos minutos ella por fin dejo de toser y yo me quedé pacientemente esperando su respuesta.

—Sip... Pero me gustó —responde casi susurrando.

—Que linda eres —afirme.

Deje que terminara de desayunar tranquila, me levanté y sali de la habitación para ir hacia mi armario y cambiar mi ropa, hoy tenía cosas que hacer. Volví nuevamente a nuestra habitación pero me quedé parado en el marco de la puerta.

—Tengo que irme, pero volveré en la noche como siempre —comente.

—¡Esta bien, nos vemos!.

Me acerque hacia ella, me incline y pude notar como su pulso se acelero y parpadeo nerviosa, esto me hizo sonreír, deposite un beso sobre su mejilla derecha, y luego un pequeño beso en sus labios, y sin más salí de la habitación.

Me desplace por el pasillo hasta bajar las escaleras y tomar las llaves que estaban colgadas al lado de la puerta principal y salí de la casa, me encamine hacia mi auto, lo encendí y empecé a conducir a dónde se supone que tengo que ir, pero max se contacto conmigo a través del enlace.

—¡Cuando dimitry se entere nos va a matar! —gruño.

—¡También es nuestra mate! —exprese.

—¡Perro pulgoso, te dije que yo la rechacé!.

—No me importa tu opinión, asqueroso humano.

Y con eso cerré nuestro enlace, se perfectamente que dimitry y zeus nos van a matar cuando se enteren pero eso no me interesa ella puede elegir con quién estar además también la puedo marcar y seguramente cuando esté llena de mi olor a ellos no les va gustar y ella va ser mía. Completamente mía. Todavia faltan unos días para que ellos lleguen y cuando ellos lleguen seguramente ella ya sea mía.

Fui a la mansión por órdenes de max pero si era por mi me quedaba en casa pegado todo el día a mi dulce pequeña, empecé a revisar si todo estaba en orden, y me encontré con Alex, empezó a ponerme al tanto de unos asuntos y le pregunte cuando es que dimitry volverá pero dijo que no sabía, luego con Alex subimos al auto, luego lo encendí y acelere con rumbo hacia unas reuniones, una por una visita y firmamos algunos papeles, el tiempo paso volando que pronto el sol empieza a caer, indicando el atardecer.

Pero estás reuniones de mierda no terminan más.

Y pronto llega la media noche, por fin las estupidez reuniones llegan a su fin, y la próxima dejaré que max se encargue de estás idioteces, porque no entendí absolutamente nada, además no entiendo porque carajo se encarga de tantas cosas, también debería hablar con ella sobre nuestros trabajos, es entonces cuando max se enlaza conmigo y me interrumpe.

—Ni se te ocurra contarle sobre eso —advierte.

—Lo mejor para ti es quedarte callado —ordene.

Y con eso cerré nuestro enlace, conduje por las calles hasta la mansión, y cuando llegamos deje a Alex en la mansión y desesperado acelere hacia la casa de mi pequeña rubia, en el camino compré unas hamburguesas para la cena, y un ramo de flores, investigue sobre el tema de la menstruación, ya que las lobas no tienen nada de eso pero las humanas si y la verdad no entendí mucho pero al menos se que sufren de dolores y sus cambios de humor entre otras cosas más, pero también la quiero consentir.

La distancia se acorto muy rápido porque pronto ya estaba enfrente de casa, estacione el auto y baje con todas las cosas, abrí la puerta emocionado, ansioso por verla.

Y ahí estaba sentada en el sofá leyendo con la televisión encendida, verla me hace tan feliz. Cada vez que la veo me siento como un adolescente. Cuando se dió cuenta de mi presencia y me miró, sus ojitos brillaron, son hermosos. Me acerque hacia ella y ella feliz me dió un abrazo, ¿Puedo ponerme duro solo por esto?, es un jodido abrazo nada más.

—¿Como te fue? —pregunto mirándome fijamente.

—Bien, ¿y tú nena como estas?.

—¡Muy bien también, y veo que trajiste la cena!.

—Si esto, ¿te gusta?.

—¡Obvio que si!.

—¿Cuéntame qué hiciste hoy?.

Ella se separó y se dejo caer en el sofá y empezó a contarme su día, yo feliz de escucharla hablar me senté a su lado, y la observé emocionada comentando absolutamente todo sobre lo que hizo, es extremadamente dulce. Está chica me trae loco y en la palma de su mano.

Una rosa para dos hombresWhere stories live. Discover now