¡Buenas! Primero, quería agradecerles de corazón a todos los que han estado aquí apoyándome y también a quienes se toman un rato para leer esta historia. Sé que todavía estoy aprendiendo y que he recibido varios comentarios sobre la edición y la escritura. La verdad, a veces se siente un poquito pesado, porque yo también soy consciente de que puedo mejorar. Pero entiendo que lo hacen con buena intención y para ayudar, así que lo aprecio mucho.
Eso sí, soy bastante sensible (no lo voy a negar), así que me encantaría que las críticas fueran más suaves. Pero bueno, dejando eso de lado, ¡a lo que vine! Quería anunciar que este es uno de los tres extras que vienen. Ojalá les gusten mucho porque están hechos con mucho cariño. 💜
¡Gracias por estar ahí!, val. habían pasado dos meses desde aquel hermoso encuentro entre Agata y sus amantes. Dimitry aquel encantador día cuando sus fosas nasales habían sentido el dulce aroma de Agata cada uno de sus recuerdos perdidos habían vuelto sin aviso alguno.
Eso le provocó un desmayo, pero cuando despertó lo único que deseaba era el calor y el aroma de Agata. Durante esos meses ella había disfrutado de los mimos y los cuidados de Max junto a Dimitry. Habían hablado durante horas poniéndose al tanto en todo ese tiempo en el que ellos habían estado ausentes, pero esto provocaba un pequeño sentimiento de amargura y culpa, aun así, ella jamás los culpo sobre lo sucedido lo único que ella deseaba en ese instante era su protección calor y compañía. Y así lo habían hecho, cumpliendo cada capricho hasta este momento en el que se encontraban en una noche pacífica disfrutando de un delicioso helado mientras observaban una película de dos horas como había pedido Agata.
Repentinamente Agata sintió leves dolores en su zona baja para ella era normal sentir ciertos dolores ya que el bebé necesitaba acomodarse, además sabía que aún faltaban unos días para su fecha de parto, entonces prosigue mirando está película al lado de sus amantes, pero al avanzar el tiempo un profundo dolor en su zona baja se instala, era un dolor intenso y punzante, sin aviso sus dos hombres se pusieron en alerta.
Se habían preparado durante mucho tiempo para este momento entonces lograron moverse con rapidez y capacidad, no dudaron ni un segundo y la llevaron a un hospital preparado para dar a luz a hombres lobos como ellos. Al llegar los médicos se sorprendieron de que el alfa tuviera mujer y que estuviera embarazada, aun así, no dudaron en darle la atención que estaba necesitando.
Y así Agata entro en labor de parto, todo en su cabeza era caos estaba dudando de ella misma, de si podía hacer esto, dar a luz. El dolor era tan intenso que parecía que la desgarraban por dentro, no entendía lo que los médicos decían, solo estaba aturdida del gran dolor que sentía. Sentía que estaba perdiendo fuerza y aliento, pero lo hizo una vez más, un instinto que la incitaba a pujar cuando era necesario y por fin había logrado escuchar ese sonido, el llanto de un bebé.
Estaba aliviada y feliz de que su bebé ya había nacido, pero sin aviso ella siente la enorme necesidad de volver a pujar, ahora sí los médicos no entendían y ella tampoco, pero lo hizo, ella pujo una vez más, el sonido del llanto de un bebe llena la habitación Agata se llena de alivio, lo había logrado es entonces que Agata poco a poco va perdiendo la conciencia, y cae profundamente dormida. Agata al despertar de ese profundo sueño, observaba la habitación completamente teñida de blanco, en el aire se instalaba un olor a alcohol, observaba cada uno de los detalles de la habitación y no pudo dejar pasar a aquellos dos hombres sentados en un sillón desaliñados y en pijamas. Eso le provocó mucha risa ya que era palpable en sus caras el cansancio y se veían tiernos durmiendo en aquella posición incómoda.
Sin aviso una enfermera entra a la habitación y le da los buenos días, Agata responde cordialmente al saludo, le dice que lo hizo bien y que ya que estaba despierta necesitaba amamantar a sus bebés. En eso la enfermera se va y Agata aún procesaba las palabras de la enfermera hasta que se da cuenta de lo sucedido. Ella había dado a luz a dos bebés. No lo podía creer ya que en los chequeos con el médico nunca le dijo nada sobre sus dos bebés.
Inquieta en la camilla se desesperó, estaba ansiosa y nerviosa por el momento tan anhelado que había estado esperando, se imaginaba todos los retos que surgirían desde este momento, toda su vida dio un giro de ciento ochenta grados. Pero estaba más que feliz, en ese instante dos enfermeras ingresaron por aquella puerta, cada una cargaba un bebé en sus brazos, una emoción cálida se adueñó de su corazón, ese momento tan anhelado había llegado, las enfermeras dejas a cada bebé en los cálidos brazos de su madre.
Y ahí estaba Agata contemplando las caritas de sus bebés, pero estos eran exactamente iguales, eran gemelos. Esta enternecida por aquellos bebés, admiraba cada detalle de sus caritas y había encontrado la manera de diferenciar a cada uno. Esto la hizo sentir plenamente feliz
