capitulo 43

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(M𝒂𝒙𝒊𝒎𝒊𝒍𝒊𝒂𝒏𝒐 𝑺𝒊𝒎𝒐𝒏𝒆)

Creo que mi consciencia está regresando, y recuerdo pequeños fragmentos de lo sucedido. Pero son muy escasos. Perdí la conciencia al momento en que Dimitry saco la segunda bala de plata de mi pierna. Poco a poco recupero el sentido de mis extremidades, pero me duele y pesan. Pongo todo mi esfuerzo en abrir mis ojos, que se encuentran pesados como si tuviera rocas en los párpados, el cansancio me invade y me dejo llevar.

Me esfuerzo por abrir mis cansados parpados y al final me obedecen. En el momento que abro los ojos encuentro en frente de mi un techo de madera, totalmente desconocido para mí. Pequeños sonidos de olas chocando entre si, alguna que otra canción de aves. Miro observando y analizando la habitación en la que me encontraba.

La habitación es sencilla, rústica y completa de madera. Me incorporo en la cama y a pesar de que cuando termine inconsciente tenia unas heridas de bala. Ahora el dolor es nulo, lo que podría significar que estuve inconsciente otra vez, y en eso las heridas sanaron.

¿Cuánto tiempo paso?.

En una esquina logro ver a Dimitry sentado en una silla de madera, con otra ropa distinta, parece completamente dormido, y se nota cansado, con ojeras grises colgando de sus ojos. Y barba creciendo cerca de su boca. Lo más seguro es que el arreglo todo en dónde estamos y por eso tiene esa cara tan gastada.

Mis sentidos se activan cuando logro sentir pasos que provienen desde afuera de la habitación. Con rapidez me levanté y me acerque hacia Dimitry, cuando la puerta se abrió de golpe, Dimitry abrió sus ojos y se abalanzó con rapidez hacia mí.

—¡Estás despierto! —rio.

Me abrazo —Si, ¿Cuánto tiempo paso? —pregunte.

—Una semana —se separó de mí—Realmente estas bien.

—Estoy muy bien, no te preocupes —asegure—¿Tu herida desapareció?.

—Si hace mucho tiempo que mi herida se cerró, estuve esperando que te despertaras.

Los dos nos centramos en nosotros mismos aliviados de tanta preocupación, y saber que los dos estaremos bien. Es bueno saberlo. Luego está emotiva escena fue interrumpida por la aclaración de la garganta de alguien, claramente incomoda por la situación. Decidí voltear hacia el sonido proveniente y me encontré con una beta.

Quien tenía en sus manos una bandeja con dos tazas humeantes, el exquisito y sutil aroma a cafeina me penetro las fosas nasales, es entonces cuando me acordé de ella. De Agata. Mi amor. La mujer dejo la bandeja en el mueble más cercano y se retiró.

—Debemos volver —Declare.

—Ahora que estás despierto deberíamos volver a la mansión, y encontrar al responsable de los disparos.

Mire a mi hermano con expresa confusión en el rostro, el se había negado en volver a la mansión después de escuchar a Agata decirle que no quería ir con nosotros. Y ahora quería volver, sin siquiera ver sí Agata o nuestro hijo en camino se encontraban bien.

—¿Te comunicaste con Agata o los chicos?.

—¿Quien es Agata? —no. Me miró confundido pero al ver que yo no respondí prosiguió con lo que iba a decir—No me comunique con los chicos para no exponer a la manada al peligro, pero ahora contesta, ¿Quien es Agata? —pregunto.

—¿Te olvidaste de ella? —casi siento que la voz se me quiebra.

Dimitry no entiende mi confusión, ni el porque de la pregunta se le nota en el rostro, está confundido y no sabe que hacer. Yo por otra parte no puedo creer que la haya olvidado. Se debe haber golpeado la cabeza una herida que yo no logré ver ni sentir, y eso lo dejo en este estado.

Soy culpable.

Siento que me pongo pálido y pierdo fuerzas en las piernas. Me acerco a la cama y me dejo caer en el borde.

Dimitry me habla pero no logro escuchar lo que dice y menos entender nada. Se olvidó de la persona que más ama. Esto parece una telenovela, que irónico. El la amaba mucho más que yo. Y ahora sucede esto. Pero creo que si le hablo de ella, la recuerde, es algo posible, ¿No?.

—Agata, es nuestra mate —me miró con sorpresa y decidí proseguir porque parecía curioso—Hace tres meses que nos encontremos con ella, bueno tu la encontraste primero, ¿Ahora recuerdas algo?.

—No.

Suspiré—Es una hermosa mujer, con una personalidad dulce, es atenta, inteligente —para este punto recordarla me hacia feliz y causarme cierto dolor al corazón, la extrañaba—Muy capaz y fuerte, sabe muy bien quien es y que es lo que desea, bondadosa, amorosa, graciosa, y su físico es un pecado para ser tan angelical.

—Wow... De verdad nunca esperé que... —se detuvo, lo mire y lo encontré con lágrimas cayendo de sus ojos—Llegará el momento en el que te escucharía hablar de esa manera y yo... La olvidé, no logro recordarla.

Me levanté, y lo apapache en un abrazo, el lo necesitaba, estaba hablando de nuestra mate y el hecho de que el no la recuerde seguramente le pesa en el corazón. A Hades también le duele un error que no cometieron. Tampoco creo que sea momento para decirle que nuestra pequeña está esperando un bebé.

Creo que sí le digo algo más, le afecte mucho más, y no quiero hacerlo sentir peor de lo que se siente ahora. Cuando llegue el momento indicado se lo diré y estoy seguro que cuando nos encontremos de nuevo el la va a recordar, y la va a volver a amar como siempre.

Una rosa para dos hombres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora