Perdición.

Capitulo 20: Yo estoy llena.

Jacob pov

Me despierto con unos pies envolviendo los mios. Sonrío y la abrazo fuerte. Es mi pequeña.O mi gran pequeña.

Por cierto ¿os acordáis de que tenía un perro? Pues se lo dejé a una vecina de confianza para que me lo cuidara, puesto que no me dejaban llevarlo en el avión.

Volviendo al tema. Veo el pelo rubio de Madison cubrir toda su cara así que cojo un mechón y se lo pongo detrás de la oreja. Se ve linda. Para mi esto fue un cambio drástico. Pero para ella aún lo ha sido más, puesto que abandonó su popularidad para estar conmigo. Sonrío y me levanto, prepararé el desayuno para los tres. Para mí, para Ellie y para mi... novia. Suena reconfortante llamarla de esa manera. Y también raro. Pero es la única persona capaz de hacerme sentir tan único.

Bajo a la planta baja y rebusco en el frigorífico. Nada. Debo ir de compras.

Me acerco al supermercado de la esquina y cojo todo lo necesario, y con eso me refiero a:

2 bolsas de patatas fritas, alitas de pollo, palomitas, pizza, pan para hamburguesas, chuches, pancakes, cup cakes, chicles, chocolates y helados.

Lo sano. - pienso.

Pago la compra y vuelvo a casa. 

Después de comer, deberemos encarar a la pequeña Ellie.

* * * *

Comimos tranquilamente y ahora me encuentro al lado de Madison en un sofá de dos personas con Ellie enfrente, fulminándonos con la mirada.

-¿Qué es lo que me tenéis que contar?

Olvidé mencionar que con sus nuevas amigas, aprendió a hablar perfectamente. Quizás eso era precisamente lo que le faltaba, más comunicación con niñas de su edad.

Madison le sonríe con ternura pero se nota que está nerviosa y yo.. ¿Para qué mentir? me estoy mordiendo las uñas más que nunca en mi vida. Sonrío, o lo intento y miro a Ellie fijamente.

-Yo y Mad.. Mad y yo... - Empiezo - Estamos juntos.

Me mira confusa.

-Claro que estáis, estáis en el mismo sofá. -dice con obviedad.

Madison a mi lado suelta una risita burlona. Gruño.

-Como novios.

Y ahí es cuando Ellie empieza a toser, muy fuerte. Muy, pero que muy fuerte. Mientras sus ojos están totalmente abiertos, y como buen hermano que soy me quedo sentado en el sofá mirando sus ojos, por si se le caían mientras tosía sin parar. Madison se levanta para darle toquecitos en su espalda y eso ayuda mucho a Ellie.

Esta chica tiene poderes curativos- pienso yo. - en todos los sentidos.

-Perdón, en realidad no era difícil saberlo, solo que me atraganté con una chuche que me acabo de meter a la boca. Lo vuestro era algo obvio - dice Ellie mientras se aleja y sube por las escaleras.

- Ha sido difícil. - le digo sarcástico a Madison. 

Y solo entonces me doy cuenta de que sudo como un cerdo y me largo corriendo hacia la ducha.

* * * * * *

-¡Maldita sea, una araña! - grita Madison. Bueno, para que mentir, en realidad soy yo el que está gritando al ser atacado por una maldita araña mientras me ducho.

Madison entra corriendo y al ver el panorama no puede dejar de reír hasta que termina en el suelo por no aguantarse de pie.

Que buena novia tengo. - pienso.

-¿Te importa matarla, amor? - le digo inocentemente.

Ella ríe y me guiña el ojo.

-Si, me importa.

Ríe bajo y se va.

Vuelvo a recordaros la buena novia que tengo. - recalco.

Miro a la araña, fulminándola con la mirada. Ella también me fulmina con su mirada. Me mira impaciente, esperando mi siguiente gesto. Me está retando, lo sé.

Entonces una idea circula en mi mente. Hundo mi mano en la bañera y le tiro un poco de agua. Salto de la emoción, por fin he superado mi fobia.

Por lo menos la he superado hasta que siento un consquilleo en la pierna. Miro hacia abajo y veo la araña escalando por ella. La miro horrorizado y lo siguiente ocurre demasiado rápido.

Me levanto de la tina y salgo desnudo del baño, corro por el pasillo y salgo de casa.

Sí, salgo se casa como dios me trajo al mundo y corro hacía la policía. Pienso denunciar a aquella araña que se atrevió a invadir mi espacio personal y privado.

* * * * * * * * * *

-Han pagado su fianza. - me dice desconfiado el policía. - trate de no volver a salir de casa desnudo, ni de irrumpir en la comisaría de esa manera. Ya puede salir.

Gruño y salgo de esa habitación en ruinas a la que llaman 'celda'. Afuera me espera Madison, Ellie y un chico.

Espera.

¿Vi bien?

Maldita sea. ¿Que hace un chico al lado de Madison?

Un chico.

Lo miro desconfiado. Está demasiado cerca de mi chica. Aprieto mi mandíbula y cierro mis puños con fuerza. Me acerco a ellos.

-Hola criminal - me dice en broma Madison - ¿qué tal su estadía en la prisión? Este es mi primo, Dylan Court.

Me alivio al escuchar la palabra 'primo' y le estrecho la mano.

-Un policía me quería violar y otro pegar, pero por lo demás todo bien. De todas formas, debo agradecerte a ti, la primera persona a la que acudí para salvarme del peligro y que me ignoró de una forma estrepitosa -Le digo a Madison irónicamente y después desvío mi mirada a su primo- Jacob, su novio. - le digo frío, por si las moscas.

¿Qué? Yo sé que hay novelas donde los primos se enamoran, y no pienso correr el riesgo.

Nos pasamos toda la tarde juntos, comiendo helado. Al anochecer, Ellie se fue a dormir a casa de Ali y Eli. Si, sus amigas son hermanas y tienen casi el mismo nombre, y uno de esos nombres se pronuncia igual que el de mi hermana. Casualidad.

El primo de Maddison también se fue, asique hoy podría estar con mi novia a solas.

Llegamos a casa, encendemos la tele y empezamos a ver la película 'perdona si te llamo amor', que ahora mismo está dando en la tele.

-Maddie. -la llamo.

-¿mmm? - contesta.

-Tengo hambre. - hago un puchero y ella me mira desconcertada.

-¡Pero si hemos comido un helado hace menos de 20 minutos!

-No me refería a ese hambre.- hago un mueca rara.

Ella sonríe y se acerca a mi lentamente, hasta rozar nuestra nariz.

Me tiene perdidamente loco y no me cuesta admitirlo, porque diga lo que diga, Ella es mi perdición.

Pongo mis manos en su cintura, acercándola a mi.

Ella parece dudarlo, y al final termina alejándose.

-¿Sabes qué? Yo estoy llena.

Y se aleja mientras se ríe.

Maldita sea. Es mala.