Capitulo final: Apártate

679 45 5
                                    

Ya han pasado dos días desde que desperté, pero actualmente no sé si no hubiera preferido seguir durmiendo.

Tras hablar con el doctor de mi estado de salud, mi familia pudo volver a entrar. Les pregunté por Jacob Fox, pero nadie parecía haber escuchado ese nombre nunca, como si nunca jamás nadie lo hubiera mencionado.

Es como si todo este tiempo que ha pasado fuera producto de mi imaginación, como si ni Jacob, ni Ellie, ni Ali, ni Eli, ni nadie hubiera estado nunca en mi vida. Se me hace difícil asimilarlo. Sinceramente todo lo he vivido de una forma tan drástica que no creo que mi mente sea capaz de hacer eso mientras yo estoy en estado vegetativo.

Y hablando de estado vegetativo, según tengo entendido, fui atropellada el primer día de Universidad, antes de entrar en ella. Por lo que me quedan dos opciones: o estoy loca y me enamoré como nunca de alguien que no existe, o mi familia está haciendo esto para que me olvide de Jacob. 

Hoy averiguaré por fin muchas cosas. En cuanto me den el alta, voy a hablar con mis amigas, o ex amigas de la Universidad, porque ya no sé lo que pasó o lo que no. Necesito conocer su versión para saber si lo que están diciendo mis padres es cierto o no.

- Madison, ya está todo firmado, tus padres te esperan afuera, ya puedes volver a casa. Estás sana y salva, pero debes recordar que tienes que mantener reposo. Aunque ya no estés aquí tu estado de salud sigue siendo muy inestable para que puedas hacer tu vida sin más. Hay que mantenerte vigilada, fue mucho tiempo el que tu cerebro pasó sin funcionar de forma correcta.

Asiento y le sonrío. Lo cierto es que este doctor me ha ayudado como nadie, y se ha portado muy bien conmigo. En alguna ocasión hasta me ha traído una tarta de chocolate, alimento que parece estar vetado en los hospitales por el alto contenido en azúcares.

Cuando salgo de la habitación, estoy dispuesta a convertirme en Sherlock Holmes de mi propia vida. Este tiempo que he pasado en el hospital debe ser, sin duda, un punto de inflexión, un antes y un después en mi forma de ser, de tratar y de vivir.

Cuando veo a mis padres, me apresuro por llegar a ellos, feliz. Por fin voy a volver a ver la luz del sol. Con las prisas, me choco con un cuerpo que acaba de salir de una de las salas de espera que están a mi derecha.

Antes de musitar un "perdón", lo veo. Es Jacob. Estoy segura de que mis ojos brillan como nunca antes y la sonrisa que se ha formado en mi cara hace incluso que me duela la mandíbula. Pero su expresión no es ni por asomo similar a la mía.

- Apártate, mira por dónde caminas, pija de mierda. 

Y entonces la sonrisa, la felicidad y el mundo se congela a mi alrededor. Todo había sido producto de mi mente, pero no entiendo cómo es posible que en mi sueño haya aparecido una persona a la que nunca antes había visto y que se acaba de cruzar conmigo en este mismo instante. Es entonces cuando veo a su lado a una niña, cogida de su mano, que me mira apenada y me dice, casi en un susurro:

-Perlólanos, es que mamita está malita.

Es Ellie.

Y lo siguiente que veo es oscuridad. Me he desmayado.


Perdición.Where stories live. Discover now