II

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Sofia Colucci

En serio esto no podía estar pasando, tantos años que me había salvado de verlo, o bueno, escapado de verlo, pero da igual, justo hoy no.

Definitivamente Nata no mintió cuando dijo que tenía todo planeado y muchas sorpresas.

Lo odio, lo odio, lo odio

Al ser Gabriel uno de los mejores amigos de Nata, Junior y Hassan, sabia que en cualquier momento me lo toparía, incluso ninguno dejaba pasar la oportunidad de hablarme bien de el cuando mencionaban su nombre a la hora de estar platicando. Siempre decían lo divertido que era, lo bien que nos llevaríamos y las ganas que tienen de presentarnos pero que no se había dado la oportunidad.

Lo único que podía hacer cuando me hablaban de él era asentir y tratar de poner mi mejor sonrisa. Para después ir a llorar con mis otros mejores amigos, Alondra y Sebastian, quiénes sabían nuestra larga historia, pues, les tocó vivirla.

El verlo caminado hacia nosotros causó un gran revolución en mi, mis manos sudaban, sentía mi cara caliente, mis piernas se sentían débiles. Y ahí seguía yo, inmóvil, apretando la mano de Natanael mientras lo miraba acercarse cada vez más a nosotros. Mi mente me traicionó y me hizo recordar ese horrible momento que juré haber enterrado y olvidado.

Flashback

  24 de Noviembre, 2019
📍Hermosillo, Sonora

Tenía casi cinco meses viviendo con mi novio, al principio todo era un cuento de hadas, no podíamos ser más felices. Gabito iba por las mañanas a la universidad y yo trabajaba en una cafetería. Nos despertábamos temprano, desayunábamos juntos para después salir del departamento tomados de la mano. Me dejaba en la cafetería antes de irse a sus clases. El salía antes que yo, así que el se encargaba de hacer la comida y cuando mi hora de salida llegaba, estaba afuera recargado en el carro esperándome con una sonrisa. Comíamos y hacíamos su tarea juntos, si tenía trabajo de la agencia el me acompañaba o me llevaba y me recogía al salir si tenía otras cosas que hacer y no podía acompañarme. En las noches yo hacía la cena y comíamos juntos viendo alguna serie o película.

Esa era nuestra rutina, nunca faltaban cariños, abrazos y besos en nuestros días. Claro, tampoco los comentarios coquetos y con doble sentido de Gabriel, que me hacían sonrojar y a él reír.

Últimamente las cosas han estado raras, Gabriel ha estado muy serio y ocupado con cosas de la universidad. Yo también he estado ocupada con sesiones de fotos, por la temporada, pero el poco tiempo que pasábamos juntos intentaba platicar con el y preguntarle que si que ocurría, su respuesta era rodar los ojos, soltar un gruñido y decir que estaba muy ocupado para hablar. Cualquier cosa que hiciera lo irritaba.

Su actitud conmigo me lastimaba pero intentaba darle su espacio, pensaba que su estrés era porque estaba cerrando semestre en la universidad o tal vez pasábamos mucho tiempo juntos y quería tiempo para el solo.

Venía llegando al departamento, acababa de salir de la cafetería y Gabriel me avisó que no pasaría por mi pues se quedaría en la universidad un rato más. Comencé a hacer la comida mientras intentaba concentrarme en otra cosa que no fuera la indiferencia de mi tonto novio. Cuando terminé de cocinar me acosté en el sillón a ver mi serie de confort, friends, me la sabía de memoria pero quería distraerme, hoy no tenía trabajo de la agencia, mis amigos estaban trabajando y Gabriel aún no llegaba.

Ya Corazón | Gabito BallesterosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora