IV

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Sofía Colucci

- ¿A mi no me vas a desear suerte? - me tensé al escucharlo hablar a mi lado. ¿En serio tiene el descaro de decirme eso?

- Claro, rómpete una pierna, Gabriel - respondí mientras le dedicaba una sonrisa falsa.

Ambos podíamos jugar ese juego

Su estúpida respuesta fue una carcajada.

- Gracias, mi chula - dijo mientras me guiñaba un ojo y salía al escenario cantando su parte. Ganó el juego.

El escucharlo decime así, como solía llamarme cuando éramos novios, apodo que me hacía sonrojar y sentirme en las nubes, ahora hizo que se me revolviera el estómago y caminara a paso rápido al baño con los ojos llenos de lagrimas. Alondra entró seguida de mi y me abrazó sobando mi espalda para calmarme.

- ¿Escuchaste? - pregunté con la voz entrecortada con mi cabeza recargada en su hombro.

- Escuché todo, es un pendejo - respondió Alondra con rabia. De fondo se escuchaba a Nata cantando "Amor Tumbado".

La vida era Tronchatoro y yo Amanda, la niña de las trencitas.

Alondra, Sebastián y yo somos los haters #1 de Gabriel Ballesteros.

De "Gabito Ballesteros" no sé en que lugar nos encontrábamos, pues cantábamos sus canciones para después mentarle la madre.

- ¿Estás más calmada? - preguntó Alondra cuando tenía rato sin sollozar en su hombro.

- Creo que si - murmuré separándome del abrazo y caminando hacia el espejo. Tenía los ojos rojos, la nariz roja y las mejillas empapadas. Tomé papel para limpiarlas con cuidado.

Alondra estaba en su celular haciendo no sé que, entendí sus intenciones cuando escuché el tono de llamada de FaceTime y la veía apoyar su celular en la barra del baño.

- Regáñala, esta llorando por aquel - habló Alondra en cuanto la cara de Sebastián apareció en la pantalla.

- No mames Sofía, ya supéralo, loca - dijo Sebastian rodando los rojos - ya tenías rato sin llorar por el, ma', te habíamos mandado hacer una insignia y todo - volvió a hablar con un tono de voz más comprensivo.

- Loca tu ex novia, pendejo - contesté rodando los ojos mientras reía. - ni sabes porque lloré.

- A ver pues, escupe.

- Que te diga Alo, yo no quiero - dije sacando mi maquillaje del bolso y retocándolo.

- Estamos en el concierto de Nata, te lo perdiste por cierto - comenzó a hablar Alondra - y...

- NO MAMES QUE ESTÁ AHÍ - gritó Sebas mientras ambas asentíamos con una mueca - ¿pero qué pasó? Hablen mujeres.

Chismoso.

- Pues Nata los presentó, Sof se hizo la que no lo conocía y yo interrumpí su gran reencuentro porque le marqué para avisarle que había llegado - comenzó a explicarle.

Ya Corazón | Gabito BallesterosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora