XIX

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Gabito Ballesteros

La estadía de Sofía con Alondra pasó de ser de una noche a tres. Tres noches y cuatro días sin ver a mi morrita, como la extraño. A pesar de la insistencia de todos para que regresara a la casa, que fue mucha, demasiada, ella siempre encontraba una excusa. La segunda noche dijo que Alondra no se sentía bien y que no quería dejarla sola, la solución de Nata fue que se vinieran a la casa las dos, su respuesta fue que el trabajo de Alondra quedaba muy lejos de la casa. La tercera noche fue que estaba muy cansada como para manejar y que mejor se quedaría con ella, que porque según había tenido una sesión de fotos cerca de su casa y había ido a ver como seguía. Nuestra solución fue ir nosotros por ella pero dijo que no era necesario y que seguiría haciéndole compañía a su amiga. Durante el día tampoco venía porque si no estaba haciendo ejercicio, estaba trabajando. Sus excusas solo confirmaron mis sospechas, me está evitando.

Mis nervios no podían estar peor, hoy por fin vería a mi morrita. Se me hicieron eternos estos días, a pesar de que intentaba distraerme con trabajo y pendientes que tenía, no salía de mi cabeza. No era el único desesperado por verla, todos lo estábamos. Natanael era el que más se quejaba.

Hoy viernes, haríamos una fiesta en la casa para inaugurarla y despedir a Hassan, que se iría a su gira por su nuevo álbum. Se supone que Sofía llegaría en un rato más, cuando terminara una sesión de fotos que tuvo temprano pero con las excusas que ha puesto, ya no se si si vaya a llegar. Es capaz de decirnos que se tiene que ir del país o algo así.

La casa estaba llena de personas preparándola para esta noche, equipo de sonido y alcohol abundaban la casa.

Nosotros estábamos en el cuarto de Hassan. Él y Nata jugaban videojuegos, Toño se estaba fumando un gallito viendo su celular y riéndose de los gritos de los antes mencionados, yo hacía lo mismo que el mientras acariciaba a Stizzy e intentaba calmar mis nervios y acomodar mis ideas. Necesito hablar con Sofía pero ahora que pasó tantos días fuera de la casa, menos se le van a separar.

La puerta del cuarto se abrió dejando ver a una Sofia muy sonriente.

- SOFÍAAAA - gritó Nata aventando el control y corriendo a abrazar a mi chula. Ella le respondió el abrazo gustosa.

- Ya quítate a la verga - habló Hassan empujando a Nata y abrazándola también, recibiendo una mala mirada de el. - Hola Chofis, ¿cómo estas?

- Hola niños, estoy bien, ¿y ustedes? Los extrañé mucho - contestó separándose de Hassan y abrazando a Junior.

- Sofi, a la próxima que te vayas con Alondra, te llevas a Rubén, por favor - contestó separándose del abrazo y dejando un beso en su frente. Ella rió y nosotros apoyamos la idea del hache. La respuesta de Nata fue pegarle un manotazo y susurrar "que grosero".

- Pero ya no se va a ir, así que se chingan - respondió sacándonos la lengua y abrazándola por los hombros.

- Hola, Sofi - dije sonriente acercándome a ella y dándole un beso en la mejilla. Por fin veo a mi amor. Que feliz soy.

- Hola Grabriel - respondió muy seria para mi gusto. - Hola bebecito precioso - habló cargando a Stizzy y dejando muchos besitos en su cabeza mientras el movía su colita.

Así me debió haber saludado a mi
Quiero ser Stizzy
Por qué me saludó tan seria?
Qué tiene mi amor?

- ¿Cómo sigue Alondra? ¿Qué tenía o qué? - preguntó Toño sentándose en la cama.

- Mejor, creo. Andaba triste mi niña - respondió sentándose a su lado y poniendo a Stizzy en sus piernas acariciándolo y viéndolo con una gran sonrisa.

Ya Corazón | Gabito BallesterosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora