Sofia Colucci- Ven Gabo, mira - la voz de Nata me sacó de mi trance. Ahí estaba Gabriel, después de años sin verlo, mostrándome una gran sonrisa. - ella es Sofía, Chofis, el es Gabriel Ballesteros - nos presentó Rubén mientras me abrazaba por los hombros y sonreía, en serio se veía feliz de por fin presentarnos.
Intenté hacer mi mejor intento de sonrisa que pareció más una mueca. - mucho gusto Gabriel, soy Sofía Colucci - murmuré mientras estiraba mi mano y lo saludaba como si fuera un desconocido.
Un desconocido que conocía a la perfección.
No sé de donde me salió la voz, pero lo agradezco infinitamente.
- El gusto es mío Sofía, puedes decirme Gabito - dijo agitando mi mano, al tocarnos sentí escalofríos que recorrieron todo mi cuerpo, haciéndome retirar la mano rápidamente.
Por lo menos me siguió el juego en ser desconocidos. Eso o no me recuerda, cosa que me destrozaría más, así que, por mi poca o nula salud mental, decidí creerme la primera opción.
Sip, sobre pensar, mi pasión
Gracias a un poder divino, mi celular sonó, salvándome de soltarme a llorar ahí mismo.
- Tengo que contestar, con permiso - murmuré mientras me alejaba de ellos intentando controlar mi respiración, sentía que me iba a desmayar en cualquier momento.
"Normalmente no es tan mamona, no se que le pasó" escuché a Nata decirle a Gabriel mientras me alejaba de ellos, yo simplemente veía la pantalla de mi celular iluminada con el nombre de Alondra en el.
- Alo, por favor dime que ya llegaste - dije con voz desesperada apenas contesté la llamada y me recargaba en una pared intentando contener mis lagrimas, inhalando y exhalando conscientemente.
- Si ma', vengo entrando al estacionamiento, ¿todo bien? - preguntó al notar la desesperación en mi voz.
- No - murmuré viendo hacia el techo, las lagrimas comenzaban a acumularse en mis ojos. - te cuento ahorita, te veo en la puerta trasera, ¿recuerdas cuál? - pregunté intentando sonar lo más calmada posible.
- Si si, nos vemos ahorita, te quiero ma' - dijo con un tono de voz dulce, se que me quiere consolar pero eso solo hará que llore como un
bebé sin su mamá.- Te quiero Alo - susurré antes de colgar y rápidamente sequé una lágrima rebelde que se escapó.
Caminé hacia el guardia que había ido por mi mientras quitaba el agua acumulada en mis lagrimales y ponía mi mejor sonrisa.
- Armando, ya llegó mi amiga, ¿podemos ir por ella por favor? - pregunté al estar frente a el.
- Vamos, señorita - respondió dándome una sonrisa y comenzando a caminar a mi par.
Al llegar a las grandes puertas traseras, dijo algo por el radio y para que los hombres de seguridad que se encontraban adentro escucharán también, seguido de ello se abrió la puerta dejándome ver a Alondra, quien buscaba entre los hombres a una mujer, una mujer que la veía con ojos suplicantes desde adentro del establecimiento. Rápidamente entró y se acercó a mi, recibiendo el pase de backstage que le extendía y viéndome con preocupación.
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Ya Corazón | Gabito Ballesteros
Teen FictionYa corazón, ya no sufras Límpiate de la amargura que te dejó, no valoró El tiempo todo lo cura y es tarde ya, para arreglar Parece una pesadilla, es mejor así, seguir sin ti Me llevo las cosas buenas todo te di y fui feliz