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Los rayos del sol iluminaron mi rostro despertándome. En mi opinión, la peor forma de amanecer es con el sol, prefiero los días fríos y húmedos, con nubes y poca luz. Cerré los ojos de nuevo y apreté la almohada contra mi cara.
-¿Aún con sueño? Vaya que la persecución de ayer te cansó- escuché con tono burlón la grave y sensual voz de Ethan. Abrí los ojos como platos y me incorporé en la cama.
-¿Bestia?- dije tallando mis ojos con las yemas de mis dedos. Debía verme fatal, probablemente hasta olería mal, no tome una ducha ayer. Con una mirada socarrona, sonrió y me analizó de pies a cabeza.

-No es verdad, hueles bien- murmuró sonriendo. Mi corazón se detuvo, ¿Me escuchó? ¿Me escucha ahora?
-¿Qué haces aquí?- intenté cubrir el desastre de mi pijama con la sábana. Ethan lo notó y con su mano detuvo la sábana, la deslizó apartándola de mi. Dejando a la vista hasta mis piernas. Su mirada cayó en ellas y lentamente subió hasta mis ojos.
-No le confirmaste a Frech si irías hoy, así que, ¿Irás?

-¿Qué si no?
-Vendré a secuestrarte- se encogió de brazos, como si fuera la solución más logica.
-Quizá tenga planes hoy con Nathan, mi futuro marido- bromeo. Ethan apretando la mandíbula  recargó ambos puños a los lados de mis piernas, uno a uno fue acercándose a mi, hundiendo las sábanas a su paso. De pronto sentí calor en mi vientre bajo y mi estómago se revolvió, tragué saliva y no aparté mis ojos de los suyos. Su rostro pronto estaba frente al mío, más cerca de lo que Nathan estuvo, sus puños reposando ahora a los lados de mis caderas. Su dedo índice izquierdo acarició mi mano y suavemente subió por mi brazo hasta mi hombro, sentí mis manos debilitarse y sudar. Mi respiración se cortó, ni siquiera me he lavado los dientes, pensar en que esté tan cerca de mí me asustaba.

Sus ojos se tornaron azules, como los de su lobo.
-Dilo de nuevo, anda, podría reclamarte como mía aquí y ahora, comerte toda- dijo sin apartar su mirada brillante sobre mi. Sentí mi corazón casi romper mis costillas por querer salir de mi pecho.
-No te pertenezco- dije y yo misma sé que miento, desde el momento en que vi sus ojos sentí mi alma conectar con la suya.

-Y, ¿Por qué ayer no dijiste eso cuando te aclaré que eres solo mía?- preguntó y no pude responder a eso, era verdad, no luché contra ese comentraio ayer, ni podía ahora, teniéndolo tan cerca de mi. 

-No. Soy. Tuya.- dije una vez más con toda la fuerza que pude agarrar de mi misma.
-Siempre lo haz sido, solo que aún no lo sabes- dijo con una sonrisa.

-No puedes prohibirme hablar con alguien.
-Y no me atrevería a hacerlo, pero en el momento que otro hombre intente en lo más mínimo ganar tu corazón, estate segura de que les haré ver a sus pasadas generaciones- su índice movió el tirante de mi vestido de noche e inhale aire sorprendida por la forma en que mi cuerpo respondía a su tacto. Él lo notó y ya no sólo sonreía burlón, sino que ahora mostraba atracción, como un metal a un imán.

-¿Qué haces?
-Demostrando que si eres mía- sus labios se acercaron a la piel desnuda de mi hombro y cerré los ojos al solo sentir la calidez de su aliento. Sus labios ni siquiera me tocaron y aún así, mi cuerpo se había rendido ante él, -Asi como yo te pertenezco a ti- Al haber dicho eso abrí mis ojos para verlo, el azúl de sus ojos se fue y en su lugar dejó el color natural de sus pupilas, verdes con un toque de miel. De nuevo sonrió y se apartó de mi, dejándome con la intriga de como se sentirán sus labios sobre los míos. Aún atontada me puse de pie y le arrojé una almohada en el camino a la puerta de mi clóset.

-Largo de aquí- demandé apuntando a la puerta. Ethan sonrió, sabía lo que venía.
-¿Brooke? Ya está el desayuno- dijo mamá del otro lado de la puerta y vi la perilla de la puerta moverse. Mis piernas temblaron y se sintieron como gelatina, no podía ver a Ethan.
-¡Me estoy cambiando!- grité deteniendo la perilla. Ethan se puso de pie acercándose a mi, sin haberme dado cuenta ya estaba detrás de mi cuerpo. Con su mano caliente movió el cabello que caía sobre mi hombro y murmuró a mi oído.

Mi Mate AlfaWhere stories live. Discover now